23. Tercera derrota municipal en ristra

Para las elecciones municipales de 2008, muchos pensaron que el PLC volvería por sus fueros. Todos en El Chile parecían apoyar a Eduardo Montealegre, quien integró una alianza con el PLC para ser candidato a alcalde de Managua, después de haber perdido la elección a la Presidencia de la República en el 2006 y el control de la personalidad jurídica de la ALN, que fue posteriormente devuelta por el CSE a su administrador original, Eliseo Núñez Hernández. No obstante, el PLC volvió a sufrir otra derrota, y el Consejo Supremo Electoral fue fuertemente cuestionado por la opinión pública, por miembros del cuerpo diplomático y observadores internacionales, quienes excitaron a recontar los votos. El CSE aún quedó sin aclarar o explicar las masivas impugnaciones de actas de votaciones.


Para las elecciones municipales del 9 de noviembre de 2008, el PLC escogió a Eduardo Montealegre y Enrique Quiñónez para candidatos a alcalde y vicealcalde de Managua, respectivamente. Para ello formaron una alianza entre el PLC, el PLI y el “Movimiento vamos con Eduardo” que también recibieron el respaldo del MRS al que el CSE recién había suspendido su personería jurídica alegando que ese partido carecía de suficientes juntas directivas departamentales.


Esta alianza de los liberales PLC y ALN resultó derrotada en unas elecciones en las que el CSE no permitió la presencia de los tradicionales observadores y cuyo proceso y resultados fueron nacional e internacionalmente cuestionados, mayormente porque el CSE no contestó a las impugnaciones de varios cientos de actas en el departamento de Managua, así como los señalamientos de muchas otras anomalías en los restantes departamentos del país.


Es sumamente importante preguntar ¿qué hacían los magistrados escogidos y nombrados por el PLC a ese Consejo Supremo Electoral? ¿Y los nombrados por el FSLN? No se puede evitar recordar que en 1927, por ejemplo, cuando el coronel Stimson, enviado personal del presidente Coolidge, vino a forzar la paz entre liberales y conservadores que una vez más estaban en guerra el uno contra el otro, y les retorció el brazo para que sus animosidades fueran decididas por los votos y no por las balas. Todos aceptaron hacerlo así, pero a condición —sine qua non, dijo Sandino— que las elecciones fueran supervigiladas por los estadounidenses, porque ninguno de nosotros confía en el otro, siempre se roban las elecciones. Eso fue hace 86 años. ¿Desde entonces, qué hemos aprendido los nicaragüenses? ¿Podemos ahora confiar en nosotros mismos?, ¿acaso no es verdad que todavía seguimos manipulando los resultados de los votos y sólo confiamos en los resultados certificados por los observadores extranjeros?


En comunicado público del 19 de noviembre de 2008, The John Adams Center for the Advancement of Democracy dirigido a los 34 Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), concluye que:


Existen vastas evidencias que demuestran que las elecciones municipales efectuadas el 09 de Noviembre de 2008 en la República de Nicaragua tuvieron un proceso irregular manipulado con una intencionada alteración a la legítima voluntad popular, donde hay un quebrantamiento de los valores y principios fundamentales de la democracia que han engendrado una ruptura del orden democrático, y el deficiente ejercicio de la democracia representativa junto con la violación a los derechos humanos y las libertades fundamentales provocan el actual y creciente deterioro al Estado de Derecho, lo cual se muestra como un obstáculo insuperable de la democracia.


Según los datos oficiales, en esas elecciones el FSLN obtuvo 105 alcaldías en todo el país, y se adjudicó 14 de las 17 cabeceras departamentales. El PLC ganó en 37 alcaldías de las que solo 3 eran cabeceras departamentales —Rivas, Granada y Boaco— La ALN solo ganó 4 alcaldías y juntos sumaron 41 alcaldías.1 Es una derrota vergonzosa que, además de las irregularidades del proceso acusadas al CSE, el abstencionismo liberal dio clara muestra de su resentimiento que se viene manifestando en cada elección desde el año 2000, excepto en la de 2001.


La Revista Envío en su número 320 de noviembre 2008 titula y dice:


“Camino Pavimentado”. Desde hace diez años funciona el Pacto Ortega-Alemán, cada vez más beneficioso a Ortega. El tribunal electoral, el CSE, fue afectado progresivamente por este acuerdo político. Al iniciar 2008, año electoral, el CSE fue colocando calculadamente en el camino a las elecciones obstáculos a los partidos opositores y pavimentándole la ruta al partido de gobierno. El CSE adelantó el calendario electoral, suspendió las elecciones en siete municipios del Caribe, canceló la personería jurídica a dos partidos opositores y le quitó la representación legal de ALN a Eduardo Montealegre para entregar esa agrupación a políticos colocados en la órbita del partido de gobierno. Todas estas medidas fueron maniobras pre-electorales del Pacto Ortega-Alemán.

ALCALDÍAS GANADAS
Años FSLN PLC Otros Suman
1996 6 11 0 17
2000 11 5 1 17
2004 14 2 1 17
2008 14 3 0 17

 

 

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1 N del A - El FSLN obtuvo el 62.33% de total de votos; el PLC el 33.6%, y el ALN, 2.1%. En estos comicios la asistencia a las urnas de los nicaragüenses fue muy baja. Solo votaron 1.599.378 nicaragüenses.