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I
ALREDEDOR DE LA INDEPENDENCIA
(1805 - 1839)
1 _NOTAS GENERALES
En las primeras décadas del siglo pasado el movi–
m'lento literario centroamericano se reconcentraba en \0
capital de Guatemala Seguía siendo, pues, un fenó– meno capitalino De alli salió, como se sabe, toda la generación que forjó la independencia -formada por el franciscano Fray Antonio liendo y Goicoechea- e in–
cluso lo formado por ésta de la que surgió el genio poético de Pepe Batres y la novelística de José Milla (So· lomé Gil) Barrundia, Valle, larreynaga y demás inte· lectuales dependieron, por tanto, del maestro costarri–
cense
En Nicaragua ese movimiento se limitaba, casi de una manera absoluta, a Exposiciones, Peticiones y es–
l.li10S de carácter político-administrativo Así es que los talentos de entonces, quizá por las necesidades de la época, comenzaron o ser absorbidos por esa clase de ta– reas El desarrollo político engendrado por la indepen–
dencia influenció fotalmente en el inicio literario de
nuestra vida independiente hasta el punto de aniquilar, en cierta manera, nuestra literatura
Pero no puede aniquilarse lo que anteriormente, en 'Jerdad, no ha existido La única literatura que había tenido una existencia real dos siglos atrós era la po· pular, cuyo aprecio y consideración debe hacerse como un hecho, mós que literario, sociológico Hasta la mis· ma cultura de la colonia s610 podrá apreciarse "en su justo volor y significado si se la estudia como un hecho social" Lo que quiero decir es que eSa política des– tructolQ con sus desastrosas guerras civiles impidió, en gran parte, su desarrollo y un posible surgimiento de autores cultos
No obstante se dio escasamente una lírica religiosa y la sabiduría de don Miguel larreynaga, hija de la significativa obra pedagógica introducida por el fran– ciscano liendo y Goicoechea ya citado Paradógica– mente larreynaga fue, según leonardo Montalván, uno de "los grandes literatos de la colonia" No estaba desligado, al igual que sus compañeros de generación, de sus antecedentes elaborados en la colonia Su inte~
Iigencia, lo mismo que su carácter, estaba nutrido "en las esencias tradicionales y populares de lo criollo cen– troamericano". Esto lo dice José Coronel Urtecho so– bre los hombres de la independencia y sus inmediatas precursores "Eran la flor de la cultura colonial ---<lgre– ga-, por más que algunos de ellos hallan tratada de minar sus fundamentos, pensando superarla". Por eso don Miguel, como el resto de los próceres centroameri– conos, era en ese sentido un producto de la colonia. Cabe establecer que, inmediatamente anterior a la indepefldencia, durante ella e inmediatamente poste~
rior, las ideas libertarias de los hambres de letras pro· venían de un eclecticismo desconcertante Las univer– sidades de Guatemala y león, únicas fuentes de cultu– ra entonces, al mismo tiempo que mantenían cátedras de Teología y C6nones, acogían las ideas y doctrinas
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filosóficas de los enciclopedistas franceses la ilustra– ción se introducía en libros de textos, por ejemplo en los cursos de Filosofía de Antonio de Malvin y Monte– zet, el famoso Lugdunensis y la RecreacIón Filosófica de Teodoro Almeida En la Universidad de león se ense– ñaba a Descartes, Condillac y locke Se difundia la ¡eclula de Feijoo y Cadalso, de luis Antonio Vemey y del Abate Raynal, Bacon y Gassendí, Boyle y Bullon, Voltoire y Rosseau, Montesquieu y Diderot, Lavoisier y laploce, etc, tenían amplia acogida El Despotismo Ilustrado tenía aquí un momento de esplendor
Lo que sucedía era el infiltramiento inevitable de las nuevas corrientes ideológicas extranieras, distintas de las ancestrales que habían foriado nuestra cultura Estas corrientes fueron, sobre todo, las ideas de la Re– volución Francesa -que resultaron nocivos para nues– tra cultura que, con la independencia, interrumpió el cauce de su tradición greco-Iatina- y las ideas políti– cas republicanas surgidas en los Estados Unidos --con el prestigio de la autoridad de Washington, Franklin y Jefferson- que el país adoptó ejemplarmente para su organización político-social.
2 -RETAZO EDUCACIONAL DE LA EPOCA
la transformación del Colegio Tridentino en Uni– versidad, decretada ellO de enero de 1812, dio impor– tancia a este período La influencia cultural más nota– ble que tuvo Costa Rica durante los años posteriores a 10 independencia, para decirlo con palabras de Luis fe– lipe González, fue la de Nicaragua "la cultura impar– tida en la Universidad de león -escribe- influyó muy directamente en nuestra enseñanza Lo mismo que en la organización educacional, la influencio de Nicaragua se hace sentir en el arte musical. A partir de 1840 la Universidad de Guatemala substituyó a la de león como centro universitario preferido". Florencia del Castillo, el Br. Francisco Ose jo, Félix Esteban de Hoces, Braulio Carrillo, entre otros próceres que fundaron la república en ese país, salieron de nuestra universidad. El saber científico, profano y religioso, puede decirse, fue mode– lado en esas aulas Casi lo mismo puede afirmarse de Honduras, donde los fundadores de sus centros acadé– micos se formaron en lo misma Universidad de León, como también el poeta José Trinidad Reyes, llamado "padre de la ciencia hondureña".
Paralelo a la transformación anterior, en la ciudad de Granada, desde principios de siglo, se había funda– eJo un par de cátedras -de Derecho Civil y Canónigo– bajo la dirección del doctor José María Rodríguez, abo– gado de los Reales Consejos y eJe la Audiencia del Reino. Estas clases estaban sostenidas por un grupo de seño– res -don Roberto Sacasa, don Diego Mentiel, don José TeJésforo Argüello. entre otros- que comprometiéronse a pagar la cantidad de mil pesos anuales en remune– raci6n de la enseñanza que dicho profesor debía im~
partir a los jóvenes de la ciudad.
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