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A las 8 de la noche entramo& en San Pablo, pne– blo de indios con una Iglesia De San Antonio á San Pablo hal cinco leguas. Seguimos hasta Zacapa á don– de llegamos á las tres de la mañana habiendo andado

hes leguas.

Zacapa es un pueblo grande situado en un plano que se extiende hasta Chimalapa, es decir, ocho leguas de 1mgo i cuatro de ancho i va disminuyendo á pIO–

porcioD que se camina. Zacapa tiene una poblaci6n

de diferentes castas que no baja de 6,000 almas El

comercio alli no es de consideración. El cacao i el

café son mUl cultivados; pero el añil y la grana son mul 1 aros El calor es ecsesivo. Sufrimos algunos b abajos en encontrar mulas para proseguir nuestro camino Era mn! dificU conseguirlas por la falta de (arrajes para eUas, por el inmenso calor, i la esteril aridez del suelo, que invariablemente se advierte, mientras no hai lluvias.

A corta distancia de Zacapa en el camino para Guat(mala, pasa el río llamado de Zacapa, que como a un legua mas allá une sus aguas con las del rio de San Agustin. De la reunioD de estas dos corrientes co– mienza el1 iD Motagua; el que á las nueve leguas hasta Gualan es ya nav~gable en grandes canoas hasta el

mar: que es una distancia de cuarenta leguas La ma– yor parte del añil, grana, i dernas ploducciones de ex– pOl tación, de que Guatemala necesita, se transpOl tan por este rio. El Gobierno desea hacerlo navegable hasta la confluencia de donde comienza, para lo cual, diferentes duefios de canoas me aseguraron que habian ya navegado todo el hecho Se cree que aun el rio de San Agust'n puede quedar á proposito para la na– vegación hasta el pueblo del mismo nombre que son ocho leguas En la provincia de Chiquimu)a está si– tuada la celeblada mina de Alotepequc La mina de San Pantaleon que ahora está inundada

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produjo en otro tiempo cantidad de metal En el muséo de Ma– drid se conservan dos cajas con muestras de produc– ciones de esta mina Algunas moles de piedra están

<:!.lli ligadas con fajas de pura plata, que Se observan mui facqmente, i están suspendidas en el aire Con motivo del inmenso tesoro que canteuia esta mina, el gobietno Espafiol fué- inducido a conceder algunos pri_ vilegios á la familia de Zea para estimularla al tra– bajo de la mina. Ella podría secarse haciendo un ca– nal 6 desaguadero en su base: circunstancia tmportante pata notar la necesidad de maquinas Las minas de Santa Rosalia, Montañita i San Antonio Abad, por la misma vena han dado mucho metal, i pueden poner– se otra vez en actividad. La riqueza puede concebir– se mejor sabiendose que en la manifestacíon hecha al Gob'erno por el ensayador de la casa de moneda de Guatemala, se demostró que cada quintal de oro da diez i siete mm. cos, seis onzas i tres ochavos de una onza de plata

El 9 de marzo emprendimos la marcha para Chi– malapa El camino es plano i agladable Cerca de .zacapa pasamos el Fio del mismo nombre; i poco des– pues crUzé\mos otros dos rios pequeños. La distancia de Zacapa á Chlmalapa es de ocho leguas.

El JO continuamos nuestra marcha. El camino era hermoso; pero el calor insoportable. Pasamos por Chimalapa, que tendrá como cien pequeños ranchos

En el camino percibimos un glan numero de caballos i vacas muertas de necesidad por estar los. pastos se–

cos por falta de lluviu.

A las 9 de la mañana llegamos á Sobecas, que está a cuaho leguas de Chlmalapa.

El 11 salimos de Guatatoya, en donde hai un

aqüeducto y un gran repositario bien surtido de pes–

cado Este pueblo tiene mejor aspecto que el de Chi– malapa. A las 10 de la mañana descanzamos en el En– cuentro, lugar que contiene solamente dos casas; i en el pIogreSQ de la marcha cruzabamos frecuentemente torí-entes de agua. La distancia de Sobecas al En–

cuentro es de seis leguas. A las 3 de la tarde dejamos el encuentro; 1, despues de andar una legua, paramos en una casa llamada Rocandilla, desde cuyo punto has_ ta llegar á Omoita ya no hai otras casas

El 12 emprendimos la jornada á las 7 de la ma– ñana i continuamos por unos valles que recibían som– bra de hermosos arboles en ambos lados de nuestro paso Por ultimo, despues de haber sub~do una mon– taña i pasado por varios cerros succesivamente, nos encontl amos en Montegrande en donde comenzamos á

percibir algunas plantaciones de azucar i buenas ca– sas: A proporcion que caminabamos ]a temperatura era mas i mas modelada Observamos también inmensos güegüechos en las personas ya formadas i grandes en la parte mas joven de la población Honeadilla está á cuatro leguas de Montegrande.

Partimos a este punto í llegamos á la posecion del Padre Caballeros, que está á 12 leguas de Monte– grande. El camino es excelente i los cañaverales mui frecuentes.

El 13 sallmos a las 5 de la mañana El camino es mui estreho, i á la orina de un preclpio; pasa cerca de un volean que se ha ecstinguido tiempo há de don– de emanan muchos arroyos de agua caliente sulfurea, los que unidos desembocan en un rio que corre á un lado del volcán, I se llama Agua caliente A las 10 de la mañana llegamoS' á la hacienda de San José en don– de el aire es deliciosamente fria i saludable ·Para llegar a]li subimos un alto cerro, desde cuya cima des– cubIimos un hermoso llano La elevación sable el mar debe ser mui considerable iuzgandola por la tem– peratura que puede ser comparada é la de la prima– vera de la Lombarúfa Caminamos cinco leguas desde la hacienda del Padre Caballeros hasta San José, 1 nos detub mas por la noche en la hacienda de San Diego, dos leguas mas allá de San José.

El 14 á las cinco y media continuamos por un camino al principio deleitable pero gradualmente peor La ciudad de Guatemala se descubre como a una legua de distancia; i esta ciudad

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con sus casas todas blancas, i sus numerosas i bellas iglesias) presenta la vista mas agradable".

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