This is a SEO version of RC_1968_09_N96. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »amelicano hacia en esos momentos: defender el tenito– lio de la raza frente a los ataques enemigos. No estaba con los intelesados en cousel var sus puestos. que adula– ban al ley José BOnapal'te, ,ni con los políticos intuiti– vos que desconfiaban, con mucha HIZÓll, de las iutencio– nes liberales de Fernando Vil y preveían una lógica e
inevitable independencia No pudo cumplir sus nobles propósitos En Bal bados se enfermó y sólo su amigo COl tés pudo seguit hasta Londles, pero no enuó en Es–
paña hasta dos años más tal de PicOlDell no consiguió que el gobierno español lo autorizara a penehar en la península. Los libeules españoles desdeñaban la coo– peración de aquel viejo republicano Es una pI ueba clarisima de que PicOlnelL no ansiaba, en aqueno~ mo– mentos, la sepal ación de Amélica ni de ninguna de sus paltes. Su propósito era volver a la peninsula pala combatir contla los invasores No manifestó en ningún momento ideas de luchar en Amélica en contra de Es–
paña para convertir estas tierras en Estados indepen– dientes No lo hizo porque ello no se concebía, ni en su mente ni en la de ningún otro americano Su amigo Cortés se puso en Londres en contacto con Miranda, pero nada adelantó Picornell vivió los instantes que los his–
toriadores supelficiales llaman revolucionarios porque representan la adhesión más firme de las ciudadeS! ame– ricanas a Fernando VII, cautivo de Napoleón Las jun–
tas popuJales de gobielno que 36 clearon en btntas du– dades del Nuevo Mundo significRlon la plueba de espa– ñolismo y nacionalismo más firme e indiscutible En to– das partes se juró fidelidad a Felnando VII y se jmó defender e~tos territorios en contra de cualquier inva– sión exbanjela, especialmente napoleónica Ya hemos dicho, en atlas muchas oportunidades, que quienes sos– tienen lo conh ario viven en un engaño y son víctimas de su ignorancia PicOl nell, no pudiendo luchar contra Napoleón, Se presentó en Caracas a ohecer sus servi– cios en favOl de la Madre Patria Era el mes de no– vIembre de 1811. Poco antes, en la mis'ma ciudad, se
habia plOclamado la independencia del gobierno, pelO
sin dejar de reconocer a Fernando VII. Picornell ocupó el caigo de intendente de polida Ela lo que él habla deseado durante toda su vida: un gobierno autónomo,
que adminisbase la RES PUBLICA, o cosa pública, pOI
medio del pueblo La llamada independencia de Vene– zuela, en 1811, es una autonomía de gobierno- que no dejó, por ningún concepto y en ningún instante, de for– mar parte del imperio hispanoamericano Cuando l\ton– teverde, en julio de 1812, dominó de nuevo a Venezuela. PicolnelI se embalc6 lumbo a Estados Unidos Volvía a
ser el desterrado y el libelal errante En Venezuela se le había mirado como enemigo de Mhanda Sus fines,
según su~ propias palabras al rey de España, en julio de
1814, escritas desde Nueva Orleáns, nunca habían sido los de sembl ar odios, sino los de hacer más hwnana la gueru civil Algunos historiadores han quelido hallal en su actitud antimilandista una lazón <le vanidad, al sentirse coolcado en Wl grado menor Los motivos son otros: Picornell era un levolucionmio republicano, no un sepalatista Por ello actuaba enhe quienes tenían ideas libe18les, pelO no concebía la,.{lesunión del ímpetio Esta es otra de lás causas que 10 hicielon pensar en volver a España y esclibir a Fernando VII, en 1814, cuando creyó
posible abandonar Arnélica Estaba demasiado complo– metido con ~us ideas libel'ales pala que pudiesen acep– tallo los absolutistas que ladeaban al rey de España Comenzaba, en forma abiel ta y sin vacilaciones, la guc–
11a civil enlie absolutistas y liberales delltlO de la mis– ma península y en todo el Continente amelicano, An– tes habia sido una gueua civil enbe los pal'tidalios del Consejo de Regencia y los sostenedores de las juntas o gobiernos locales Picornell, libe131, pero no sepalatis– ta, tomó parte en las guerlas de Texas y, al ir de fIaca– so en ftacaso y al comprender q.ue el liberalismo ame–
1 icano conducía, indiscutiblemente, a la formación de
nuevas naciones, visitó al embajador de España. don Luis de Onis, con el último fin de reconcilialse con el
ley de E&paña y servir los intereses polIticos de la pe– nínsula Fué espía o agente secleto en I\.ueva Orleáns En 1820 se nasladó a Cuba Eran otros años. Los li–
belales habían vuelto a triunfar en España. Además, él estaba viejo Su republicanismo y su liberalismo 10
habían llevado a plesencial la ruina poUtica y estatal del imperio español Tal vez sintió horror de este re– sultado y sin duda tuvo también asco de la ingratitud de los absolutistas En España no había más que odios y luchas entIe liberales y absolutistas Unos eran los continuadores del despreciado Manuel Godoy que me– draban a la sombra de Felnando VII, convertido en rey anticonstitucional y absolutista Los otros eran los que hablan hecho posible el biunfo dcl liberalismo en Amé-– lica con el lesultado de la disgregación del imperio. No podía convivir ni con unos ni con otros. América esta– ba revuelta Aquí exh.'tían las mismas luchas que en España, pero los absolutistas elan despreciados y los li–
berales trataban de construir nuevos Estados sobre las ruinas del impelio Quiso vivir en Cuba, tierra espa– ñola y a la vez arnelÍcana, y allí murió, en 1825, con sus
~ueños lotos, sólo acaliciado pOI el sol Habla sido un aventurero extraOldinatio Un hombre de vida asom– blosa, superior a la del conde de CagJiostro y a la de
otros muchos peIsonajes de aquel siglo rOmancesco. No
ha encontl'ado aún eJ novelista que haga de su vída una
historia apasionada Lentamente está entrando en los manuales y en las obras especial1zada~' Fué el primer
gran republicano español Su c~:aácter masón lo hace echar al olvido por autores sectarios No debemos de
olvidar que fué un liberal noble v sincero, puro en SUs ideales y honrado buscador de glolia Su historia en Amélica es una carlera de hiuníos y denotas En Es–
paña, es la de un conspirador lleno de misterios Si nos hubiera dejado sus memorias sabríamos de él y de la politica de su tiempo secretos que hoy Ding(in docu– mento puede levelarnos Llevóse a la tumba el enigma de las influencias políticas que cre:U
4 011 el clima de
nuestras guen3s civiles Estuvo al lado de los ameri– canos liberales y también de los españoles que deseaban conselvar el viejo olden geográfico V Clear una nueva Constitución política Luchó, en síntesis, por el bien de todos los pueblos y el niunfo de la liber,ad, pelO los odios que siempre nacen de toda lucha lo convh tiel on en un pelegrino y es por ello que su nombre 10 mismo puede jnscríbírse enhe los plecUlsOles del libelalismo y lepublicanismo amelicanos que entre los consphadOlcs enigmáticos de las novelas inolvidables
58
This is a SEO version of RC_1968_09_N96. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »