This is a SEO version of RC_1968_09_N96. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »tros hijos pronuncien con ternura nuestros nombres bajo el frondoso árbol de la libertad, sofoquemos todo lo que pueda disolver nuestra unión; descansemos con seguridad en las manos de los gobernantes que diri– gen lluesti'a nave política. No haya distinción entre
ladino e indio. entre negro y blanc0
3
entre europeo y
americano Que la fraternidad y la paz. bijas predi~
lectas de la libel tad. estrechen más y más nuestros vínculos. y formen ñe todos nosohos un sola corazón,
un solo deseo, una sola alma
EVOCACION DEL NICARAGUENSE MIGUEL LARREYNAGA
Os quiero poner ésto delante de .los ojos, comen– zando desde la primera independencia de 1821 _Mu–
cho. antes habíamos estado haciendo. votos C~)lltlllUOS
y esfuerzos secretos por hacernos Independlen.tes. y romper el yugo español; lo exigía nuestro pr0Il.~o In– terés y nuestro propio honor. ~ra ya ~na verguenza,
un vilipendio obedecer a la penmsula Slemple, que de allá nos venían leyes y reales órd~nes para que las obedeciécemosj siempre que nos venl~n e~pleados q~e
nos mandasen· siempre que n'os ventan lIbros 9 ue . yésemos. hací~mos .propósito de ~ec:l?-rarnos hbl·es e independientes Y sacudir toda sUJeclon, p,!~s el a ya. no dhé una injustici1t, sino una. humillaClon. un ul~
traje Porque al man11.arnos las leyes, hechas en Ma– drid . sin nuestro consentimiento. ~ra lo mismo que decirnos: "vosotros no s.~béjs ni .podéis gobernaros a
vosotros mismos. ni tenelS capaCidad para conoce~ el buen orden. ni mucho menos para guardarl0
1. y aSl es necesario que desde aquí se os trace l~ conQ~cta que debéis seguir y el régimen que os conViene SI os l!-e– jase a vuestra volunta~,. segural?lente os .emb?,oll!'l·las unos con otros y ardel'lalS en odiOS y rencillas, aSI, te– ned y observ.ad esas leyes coloniales que son -'os que más os adaptan, y agradeced"
Al enviarnos los empleados que nos mandasen. Pre· 'sidentes, Oidores. Obispos, Intendentes y Alcaldes ~~
yores. era 10 mismo que decirnos: "vosotros no sabels :mandar. tampoco sabeis obedecer: sólo por te~or ~s
táis b anquilos: necesitáis que os pongan. fUn~lOnar~~s
que no conozcáis u os conozcan y cuyo .orlgen Ignorels, :porque si fueron de entre vosotros ~ltlsmos os' eSC~lll
delÍas en rivalidades, bandos y lenclllas: no tendrIas confianza en vuestro plopío mérito Va ese Presiden· ¡te. eSOS Oidores, ese Obispo. y agr!ldeced.".. _. Al enviarnos alguna b'opa, algun regimiento fiJO. Coroneles. Oficiales y oh'os militares, era lo mismo que decirnos: "vosotros no sabéis defenderos con las armas en la mano; y es preciso daros otros que os de– fiendan: para pelear es pI eciso tener ;valor, y ese no lo tenéis: la muerte que es _cosa comun <os espanta y
los tlabajos de una campaña os enferman, Si de entIe vosohas 'Se levantase un atronado¡ un malhechor a hevidoj o de una barranca saliese IIn ladlonzuelo que tuviese la habilidad de convocar a otros para roba– ros y comenzase su misión asesinando a los indefen– sos,: vosobos no sablÍas qué hacer ni qué camino to– mar Van esos Oficiales. esa tropa que os escolte, y
agl adeced"
Al enviarnos un calgamento de IOl}a de Castilla COIl registros de Cádiz, Barcelona o Santander. era lo mismo que decirnos: UVosotros no tenéis arte ni be– nefactUlas aun las muy necesarias para la vida civil, y aunque tenéis muchas y buenas tierras de que po– drías sacar más riqueza que de las minas, desllrecias su cultivo: tampoco tenéis ni conviene que tengáis comercio directo COn los extranjeros porque seguIa– mente os engañarían; sois nuevos en el arte de trocal que os parece que no requiere leglas: selíais el ju– guete de los cou'edOl es de lonja que os dalÍan el bano enlush ado por vuestra vajilla de plata y su soplido por tela maciza: cOl'réis tr~s el l_elumbrón, dejando lo sólido Van esas factutas -de indianas. paños de Al– coy, lienzo casero y agradeced".
Al enviarnos algunos libros y oblas literarias tra– ducidas de cargazón. era lo mismo que decirnos: "To– aavía no es tiempo que sepáis lo que se debe sabel':
a!1n no hab.éi~ llegado a la e~ad de la madurez: es pre– CISO prescrlblros los pensamientos que debéis tener y
!lcu!taros.•"lgu!Ias verda~es que precipitarían vuestra ¡ndISCreslOn: SI Se os deJas~n leer los planes y roman. ces de gobierno que escnben en Europa los sabios oc.iosos por ejercitar su ingenio y divertir el aburri–
lnl~nto de I~. vida humana, Os llenaríais la cabeza de t.(UlmeraS' e .ldeas platónicas. Os remitimos esos pocos
h~ros. en que se eI?señ~ la e~celencia del gobierno mo–
~larqUlco, la obedienCia pasiva al poder absoluto. el Justo derecho de conquista, la legitimidad de la escla– vitud. y la distinción de clases qUe es consecuencia de ella, y agradeced".
Estos pensamientos que naturalmente me asalta· ban a la imaginación cuando vivíamos bajo el Gobier– no Español nos tenían ayergonzados, humillados a~
batidos, y al mismo tiempo soberbios y altivos. ll~nos
de indignación, deseando una 'coyuntura favorable pa· ra romper la sujeción. Llegó esta coyuntura en sep– tiemble d~ 1821 Y dijimos: "Ya es tiempo" Nos jun– tamos; pues toda cosa grande s~ hace juntas; nos uni· mos; pues toda cosa heroica Se haCe por la unión, Gli–
tamos, independencia. libertad, soberanía. Ol'den nue– vo. vida nueva; nosotros nos gobernaremos a nosotros
~nismos. y aunque a[ principio no [o hagamos bien, ca– cla día lo haremos mejor: nadie nace enseñado, se a– pI ende a andar. a correr... a sentir. a vivir. Todo se hizo al pie de la letra como dijimos y quisimos. Esto nos llegó de gozo, de alegría de entusiasmo. de arreba– to, de locura: nos entregamOs al abandono de la pa– sión. al descuido, a la confianza; y ésta fUe lluesb a situación el plimel año de la independencia.
En los siguientes fue calmando el entusiasmo y fuimos advirtiendo pl'acticamente que en nuestra mar– cha tropezábamos con fl'ecuencia; qUe caminábamos a tientas sin pI apósito de una senda desconocida que te.nía a derecha e izquiel da plincipios resbalosos Co– nocimos que para establecer un gobierno bueno, es necesario 'mucho juicio, espel'a. retentiva. paciencia. Pero estas vil tudes )lO se adquieren COn simples de– seos, con actos de espelanza; es necesario comenzar practicándolas Toda vil tud ~s un hábito, una opera– ción., un ejelcicio. no es una idea Algunos quelÍamO's
~er republicanos como los esparciatas, hechuras de Li– curgo que ahogaban todo sentimiento de humanidad por lespiral sólo los de la patria: obos queríaluos serlo como los atenemos que cultivan las ciencias y las artes, el lujo y las conveniencias de [as eiudades; oh os, como los cartagineses que profesaban el comercio y la "naveg;acióll, y andaban COllJ Su ancheta de costa en cos ta y de cuerpo en cueIpo complando barato y vendien do CalOj otros, como los lomanos que aspirallan a con,– quistas y a la fama de valientes, fundando la guel'll1 en la leligión y culto de sus dioses, en las cCIemonias
y litos de los templos. en pura exterioridad, sin bue~
nas costumbles ni vhtudesj' otros, como los venecianos, Que de un puñado que eran. escapados del machete de Atila" un bárbaro de aquel tiempo, se situaron en unas ciénagas formadas de los lebalses del lnar; obos quel'ían otras c{)sas diferentes.
Y de aquí dimanó una divergencia tal de opiniones, una oposición de caprichos que nada podía acOl darse, mandalse. ni obedecer. De la divergencia nace siem– pi e la podía. de la podía la tenacidad. de ésta el des–
pI ecio. de éste la enemistad, de ésta los odios... de los odios la pérdida de la patria
38
This is a SEO version of RC_1968_09_N96. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »