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« Previous Page Table of Contents Next Page »[los, que eran los más importantes, existían en las so–
~iedad.e5 centroamericanas otros, imlifel'encJ.ados e im–
~l'ecisos, de pequeños comerciantes del mercado inter– no, pequeños propieiarios, empleados pú.blicos y parti– culares de inferior rango, miembros del JJajo clei'O,
~ampesinos criollos, y finalmente las masas indígenas, salvo en 'Costa Rica.
]Pero todos esos grupos y los de mayor importan, cina social antes citados, se di.vi.dían, Con mayor o me–
1101' conciencia, primero en guatemalteco y provincia– llOS, y luego en habitantes de tal o cual provincia, cuando no de talo cual dudad o villa. No debe per– c1.erse de vista esta doble división en clase (grupos so– ciales pGr división del trabajo colectivo) y localhla– des (grupos sociales por localización geog1'áfíca)j por– que, a nu.estro juicio, ella es fenómeno que da mucha luz en la comprensión de los sucesos caóticos y apa– rentemente contradictorios en que se vio sumida Cen– b'o Amé~i(,~~sPués de su independencia. JLa esiruc– tina SOC1¡-;"'¡I'~.1,;/';Jfstmo, a negar 182JL, era, en resumen, no sólo una~, \>ieza fraccionada vel'ticahnente (clases y
gl'llPOS), s¡nl!} también horizontalmente (localidades). 1t'('ro aquí debe advertirse que cuando se habla de clases y de localidades, uo se está significando forma!! j!erfectamente definidas, sino tan sól,/} presentando las más sobresalientes y mejOl' perfiladas de la sociedad, aquellas a las l!Jlue, lógicameute, se debe atribuir Slns IJJlovimieutos h.istól.'Íco-sociales generales.
S.-JLA lINIDJEPJENDJENI()]fA.
Se acel'ca ahora el momento lIle la JIndependencia: llegan uoticias de Nueva JEspaña y de la América del Sur, dando cuenta de levantamientos, ll'evoluciol1es y
batanas, conjuraciones, planes y proyectos: bullo en ¡wmbre ¡¡le la libertad de América. JLa sociedad cen– tl'oamel'icana, y en especial la guatemalteca, se agita
V eucontJ:amos en la cRu!dad de G~natemala, con motivo lile bs elecciones :pal'a el Ayuntamiento de 1821, iIlos facciones políticas en pmlgna: Jos JFJIJEJERJE§ 1[} CACI[}§
y !¡m GA§][§,[,A§ JE§JP'AÑI[}JLJE§. En general: Jos IJri– lueros, partii{1a"ios de la JIndellemlenda, y losseg'Viu– [lOS, oImestos a ella.
JEnta'e los fieles mi.Htaban, en primer lugar y con ca¡'áctel' {le directores, los hombres de la minoría cul–
~a y avanzada, enamorados de la Revolución Francesa y de la Constitución de los JEstados Unidos del NOll'te, que se rechutabau entre las clases alta y media de la ci.utr1Ia:ii!. JEn segundo hngm', los aristócratas, y luego. los JLE1P'JERI[}§
1} grupos hmnihies de los suburbios. JLa 11Jil'esencia [[e los nobles guatemaltecos en el llJai'ti.do se explica así: ellos estalJan en. mm situación muy espe– cRal COkl k'{$lJecto a los sucesos li.berales oClUTia3los en iEspaña, que les llabian reportado, tanto veutajas como c1esveuiajas. Ventajas, las prollias de la Ubertad {le cllmercío q[!e les aseguraban colo!Caci.ón para sns pi'O– ductos, si bien por eHo nnnca demostraron interés consciente y decidido, a com:eclJIencia de la faHa (le expedencia comea'dal de que adolecieron en la Colo– nia. Desventajas, las deríva{1Jas de la polí.tica llrogre– Gista, tendiente a concea'l.el'1es a las provincias del Sm', cada vez una mayor autonomía política, económica y
administrativa, con l'especto a Guatemala; 110,: ejem– plo: fortaleci.mi.ento del régímen municipal p¡:ovinciaJ, habiIi.tación de los puertos de dichas provincias, etc.
':§[ ya sabemos bien qu.e el control {le esas provinci.as era de gran importancia para los intereses de la oli– garquía guatemalteca.
Por la falta, pues, de necesidad consciente e impe– ¡'ativa de libertad comercial, tal como la que siniim'oll las jóvenes burguesías agral'ias formadas en otros si.– iios de América, no tuvieron los aristócratas guatemal. tecos, durante el período revolucionario, una actitud favorable y decidida en favor de la lInde¡Jendencia' pero ya, en 1820, si se decidieron pOi' eHa. en Prime~
lugar obedeciendo a la con'iente autonomista que co. rría por todo el Continente, y en segundo, con el cálculo o el instinto, demostJ:allo en 'sus posteriores actividades, de tomar luego el control absoluto del [stmo. lIglllal o parecida, por cuanto se fundaba en los luismos motivos, fué la actitud del clero aristocrático COn respecto a la 1fnlllependencia.
lFinalmente, los léperos formaban eu el 1P'arWIo !Fiebre, como apéndice económico e intelectual de la lU'istocracia civil y eclesiástica.
JEntre los gasistas alineaban, en llH'imer lungar y
como era uatUl'al, los :l'lUmcional.'ios españoles, junto con los grUllOS de ellos dependientes en alg'una forma' IJO!' ejemplo, algunos deos come¡'ciallies [le interese~
ligaillos a la eXlstencia lIllel mecanismo burocrático co– lonial; y luego, los artesanos, justamente alarmados ¡por la idea del come1'cío lib.'e, que habíia de venir a arruinar comllletamente sus inci.pientes industrias, des– anonadas artificialmente al amparo de la protecci.ón comercial. Se di.stinguían por SM entusiasmo "gasis– ta", los hilanderos, cuya industria era la más avanzada del Reino. ]Por esa razón decía el ]P¡:esUlen.ie lUnutia en su lH'oclama política de :1.9 de didembre de 1820:
", , ,como en los papeles públicos se ha hablmllo, es– Jl)eci.almente sobre comercio de algodones, me parece ¡[¡sto [leciR'os lo que en esio hay en verdad, JLejos de l1abel.' conce(Jj[llo, como ei!Jtuivocaa3la, si no :malicinsa– mente, 'Se trata de clivulg'ali', um comercio Jl.i.bre, he tra– tado de coartar el que tanto tiempo ha se estaba ha· cien(fto, sin llagar derechos y sin precanwiíón alguna". lLas elecciones las ganaron los gasistas pOll' el' in– flujo e iutt:"rveuCÍón de las antoddades y el soborno efechmdo el~ gran escala entre los lépel'os, lllero IW
!(lor um liJ.laYO" vir,'{ll' social del parti.do, como lo prueba el hecho inmediato de la l)l'oclamación de la lImlepeJll– aeucia el 15 [le ;5etlembre siguiente, por la que el Rei– no de Guateil1.ala SI" sepan~ de JEspaña sin Ollosición linterna alguna, y, al contll'arJi(j), con el beneplácito deR pueblo y la connivencia de J1as mismas autodda¡¡)[es es– llañolas. JLos al·tesan.os, sin dh'ección iraielechmJ aoe–
Imada y carentes riil.e fuertes 1'esortes pó1í:ti.cos y eco– nómicos, también se sumaron a la celebraci.ón a.el mal):–
!lO acontecimiento. IDIabian sio:1\o cmwenie:ntemente ]11
fluenciados por la miullii'ia avanzada liberal, la [me para atraél'selo, aparentó 11m alejamiento de 'la noble:
za, log'ramlo así, hábilmente, una unificación 0!e lla· receres favorable a la JIndependencia. A 1m propa– g'anda y actividades se debió il1merliatamente el me– morable lJaSo, "pero :m,ás que todo, a la milllglUna OlJllSi-
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