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tados en la erradicación del analfabetismo pues se for– talecen los sistemas probados y se fomenta la creación de instituciones de enseñanza, investigación y divul· gación y el intercambio cultural para consolidar la comprensión.

La reorganización de la estructura de la "O.E.A." es uno de los propósitos primordiales. Por su orden, la Organización realizará sus fines a través de la A–

samblea General, que es ahora su órgano supremo, co– mo lo era antes la Conferencia Interamericana, estan– cada desde Quito en 1958; la Reunión de Consulta, los Consejos, tales como el ConseJo Permanente, antes Consejo de la "O.E.A."; el Consejo Interamel'icano Ecouómico y Social, el Consejo Interamel'Ícano para la Educación, la Ciencia y la Cultura; la Comisión de Derechos Humanos y la Secretaria General, que será el órgano central y permanente. El nuevo Secretario General durará en sus funciones cinco años, no podrá ser

reelegido, ni sucedido por persona de la misma na– cionalidad. La "O.E.A." no admite restricción alguna por cuestión de raza. credo o sexo en la capacidad pa– ra desempeñar cargos y participar en sus actividades.

Oh'os Organos son las Conferencias Especializa– das y los Organismos JEspeciali~ados. El Protocolo de

Buenos Aires redefnue las· atribuciones de la Asam·

Parece inobjetable que las reformas introducidas por el "Protocolo de Buenos Aires" a la Cal'ta de la>.

Organización de los Estados Amel'Ícanos, tanto en lo referente a la estructura de ésta como a su funcio· namiento y objetivos, ponen a cargo de la O.E.A., con mayor énfasis, tareas de m'den económico. Es decir, Sin dejar de seli' un organismo con fundamentales la· bores de tipo político, ha recibido, con las reformas que introduce el "Protocolo de Buenos Aires", el en– cargo de propicial' la realización de objetivos en que lo esencial inmediato no es la tarea política sino la del desarrollo económico.

lEn nuestra opinión, lo más relevante de las re· fOI'mas introducidas a la Carta de la O.E.A.. para lo– grar mayor efectividad en las labores de esta última, es lo siguiente:

A)-lLa reunión anual y no cada cinco años, de la Asamblea General, antes llamada Conferencia lIno teramerícana.

Creemos que en el temario DE CAIDA RJElUNXON ANUAlL, debería figurar una evaluación cl'ítica de las labm'es de la Organización en el año anterior.

E)-El mayor énfasis en los fines de la O.E.A., puesto en los artículos 29, 3.{) Y 31 de la Carta l'efor· mada. El compromiso para lograr el imperio de la justicia social, no debe quedar en mera declaración lírica, y debería inspirar fundamentalmente la acción de la O.E.A.

Cl'::"La inclusión de la §eCl'etaría General de la

blea General. El nuevo Consejo Permanente está in– vestido de facultades discrecionales y conocerá de cualquier asunto que le asignen la Asamblea o la Reu· nión; la Comisión de Derechos Humanos promoverá la defensa de los derechos humanos y habrá también un Comité Intel'americano de la Alianza para el Pro– greso.

Tales los aspectos más impol'tantes de las refor– mas a la Carta de 1948, sometidas a la consideración de, los Estados. El Protocolo de Buenos Aires entrará vigor, entre los Estados que lo ratifiquen, cuando dos tercios de los Estados signatarios hayan depositado sus instrumentos de ratificación. No han faltado las l'e– servas: el Ecuador 10 firmó en el entendido de que los Estados tienen el derecho de llevar sus controver– sias a conocimiento de la "O.E.A." para su solución pacífica; Panamá lo hizo en el entendido de que el Protocolo no limita su derecho a llevar a la '!.'l.E.A."

lO

l- ~\. cualqUIer conflicto o controversia con otro Elfi$;;, que no hubiera tenido una solución justa. 'Ya Millos visto el sentido de la reserva argentina.

Aunque ha estado sometido a meditado estudio; el Gobierno de Honduras, hasta la fecha de escribir estas líneas, no ha li'atificado aúil el IP'l'otocolo de Bue– nos Aires,

~EDR({1) 'HINim:DA fMtADRUD

Jurista Hondureño

Organización, como órgano central y permanente de la misma; con mucho más dinamismo, capacidad y Ii.

bertad de acción que los que tenía antes de la refor· ma. La sola atribución de preparar el proyecto de llrograma -presupuesto de la Organización, acentúa su importancia como órgano I)l'e·ejecutivo de la O.E.A. (Artículos 51, leü'a r.; n3 y 113 de la Cada l'efol'ma· da).

D)-La cI'eación de una <Comisión Preparatoria piU'a formular el proyecto de temal'io de cada pel'io– do de sesiones de la Asamblea General y para exa–

minar el proyecto de prog1'ama·p~'esupuesto y la l'e-solución sobre cuotas. .

ES de desearse que esto no signifique un incre– mento de la burocratización en la O,E.A.

El-El establecimiento en forma permanente, va· le decir, la institucionalización, de la Comisión llnter· americana de Soluciones Pacíficas, como alUlxiliali' del

Consejo.

Condicionando la efectividad de la Cai'ta refor– mada, están, en nuestra opinión, dos cuestiones fun– damentales, en cuya solución debel'ía acentual'se la acción de la O.E.A.:

lI)-Una mejora real y efectiva de los términos del intercambio entre los países miembror:; que están en la más alta etapa de industrialización y los que están en pl'oceso inicial o medio de su desarrollo.

Mientras no se resuelva el problema de vender barato y comprar caro y el de la fluctuación de pre· cios de materias primas y productos naturales, en el

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