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PRELUDIOS DOMINICANOS EN CENTRO AMERICA. - EL ILTRMO. DON FRANCISCO MARROQUIN. – FUNDAN LIOS RELIGIOSOS DOMINICOS EL PRIMER CONVENTO QUE HUBO EN CENTRO AMERICA. _ PRIMEROS TRABAJOS APOSTOLICOS DE LOS HIJOS DE SANTO DOMINGO DE GUATEMALA.

Preludio del establecimiento de la Orden de Santo durmiendo en el campo, comiendo poco y de ordinario Domingo en Centro América fue, dice el escritor gua- frutas silvestres, cantando himnos y salmos con el temalteco Don Jesús Hernández, la venida a Guate- mayor consuelo y alegría que lo que se puede pensar. mala del santo Fr. Domingo de Betanzos, heraldo de Prosiguieron su jornada, harto trabajosa y peligrosa, aquellas empresas que después realizaron sus herma- por ser la tierra muy áspe;ra y pedregosa, muy despa– nas los Hijos del gran Patriarca de Caler~ega. blada y solitaria, y el cammo tan largo qUe tiene más Dos años no más hacía que el conqmstador Don de trescientas leguas. Mas todo esto, a quien no bus– Pedro de Alvarado, después de cruentas batallas, caba otra cosa que padecer trabajos por Dios,· no se había fundado la primitiva ciudad de~ Guatemala en le hacía dificultoso ni amargo, sino fácil y sabroso". Ixinché, cuando dispuso irse para Espana, pasand~ por Llegaron a la ciudad de Santiago de los Caballeros México, en cuyo puerto de Verac-ruz embarc? en de Guatemala en el mismo año de 1529, siendo Fr. Febrero del año 1527. Estando Alvarado en Mex1Co, Domingo, "más bien recibido, dice el P. Remesal, de dice el historiador J)on José Milla (1), se ocupó con los ciudadanos que cualquier otro hombre, porque empeño en procurar obtener algunos frailes de la conociendo la mayor parte de los vecinos al P. F'r. Orden de Santo Domingo, de doce que habían venido Domingo de Betanzos desde el' tiempo que moraban de España. para que viniesen a Guatemala a entender en la Española, y acordándose de su virtud y ejemplo, en la administración espiritual de la Colonia, y prin- de sus sermones y gran celo de las almas, y trayendo cipalmente en la conversión de los indios, para lo a la memoria lo que habían visto y oído que habí~

cual no podían bastar dos clérigos, únicos eclesiásti- obrado en México, así en cosas de la Orden como en cos que por entonces había en el país". "El Padre sosegar y pacificar la ciudad, pasaron a mirarle como Godinez continúa diciendo el mismo autor, con otro a un ángel del cielo, y a recibirle y hospedarle y clérigo 'llamado Jdt'~ Díaz, había tenido a su cargo acariciarle como a tal".

hasta ~ntonces el doctrinar a los naturales del país, "No fue nec,esario que pidiese en el Cabildo sitio en cuanto se lo permitía el oficio de Capellanes del para fundar Convento, continúa diciendo el P. Remesal, ejército que también desempeñaban". se le ofrecieron, rogaron e importunaron con él, dejando Aceptaron gustosos los Religiosos Dominicos la in- en su libre voluntad la elección del sitio, dentro o vitación de Alvarado; pero habiendo enfermado los fuera de la ciudad, como mejor le pareciese. Y el recién llegados, y aun muerto cinco de ellos, como P. Fr. Domingo tomó posesión del algo desviado de hemos dicho anteriormente, no pudieron cumplir el las casas, a la parte del oriente, con bastante capacidad c-ompromiso tan pronto como desearan. Pero desde para la iglesia, casa y huerta, y todo no llegaba a entonces fue siempre ésta una de las mayores preocu- un caballería de tierra, .porque el espíritu del P. Fr. paciones del P. F'r. Domingo de Betanzos. Cuando Domingo de Betanzos era muy recogido.

en 1528 llegó el P. Fr. Vicente de Santamaría, en com- "Proveyeron los vecinos al nuevo Convento de or– palia de otros seis. Religios~~, a la Nue-ya España, namentos para la iglesia, y alhajas para la casa, que ofrecióse a F'r. Dommgo ocaSlOn de cumplir su com- a toda pris~ se iba edificando con la humildad y promiso con Alvarado; por 10 que viéndose libre del decencia que el P. Fr. Domingo de Betanzos veía que cargo de Superior, que hasta entonces había desem- era menester para el buen ejemplo que pretendía dar peñado y en el que como hemos dicho le sucedió el de pobre y hmnilde. Comenzaron luego 10s Religio– P. Fr. 'Vicente de Santamaría, pidióle a éste permiso sos a emplearse en su ministerio con grande edificación para irse a Guatemala. Pero, fuese por su avanzada y ejemplo de su Religión, como a la reformación de edad y más que por la edad, por 10 agotadas que la ciudad y a la enseñanza de los indios. Y en virtud al p~recer tenía las fuerzas Fr. Domingo; fuese por la de la autoridad que tenía del señor Obispo de México. falta que en México había de causar la a~s~ncia de visitó la iglesia dela ciudad de Santiago, y hallándola Religioso tan santo; ora porque otros RelIgIOSOS de falta de ornamentos y de ministros, trató de que se neutsra Orden y de la de San Francisco, y aun algu- proveyese de todo lo necesario (4).

nos seglares, tratasen de persuadir en contrario al P. "Cuando el santo Fr. Domingo daba e¡¡tos princi– Santamaría; el caso fue que éste estuvo rehusando pios dichosos a la Provincia de Guatemala, surgió entre algunos días concederle el solicitado permiso. Pero el Vicario de México, Fr. Vicente de Santamaría y el al fin tantas fueron las súplicas de Fr. Domingo, tan- Provincial de la Española, que era Fr. Tomás de Ber– tas los humildes ruegos y tales y tan tiernas las razones langa, la cuestión de que hemos hablado en el capítulo que alegaba, que hubo de concederle la licencia. anterior. Avisó luego el Vicario de México de la , Conseguida, aunque con tanta dificultad, dispúsose novedad a Fr. Domingo, para quien fue tan triste la enseguida el P. Betanzos para la partida, llevando en noticia cuanto más grande era el amor que tenía a su compañía al P. Fr. Francisco de Mayorga. Sabedor aquellas primera hija de su espírtiu. Pero mucho más de esto el Iltmo. Don Fr. Juan de Zumárraga, primer t~~ste fu~ :p!lra él cuando, para arreglar aquella cues– obispo de México, escribe el P. Fr. Antonio de Remesal Í1S>n,. recIblO orden del P. Santamaría para que sin (2), "tuvo por bonísima ocasión esta jornada del P. perdIda de tiempo se presentase en México.

Fr. Domingo de Betanzos a la provincia de Guatemala. Aceptó el bendito Padre sin réplica lo que se le para saber y entender por su medio del modo que se mandaba;. aunque no pudo menos de sentir tierna– habían en aquellas partes las cosas de la Religión; mente deJar tan en sus principios la fundación de la y para que si hallase alguna falta la pudiese remediar Provincia de Guatemala. No tuvo Religioso que dejar le hizo Vicario suyo, dándole toda su autoridad, tan en el nuevo Convento, porque el compañero que tenía, llena y bastante como él la tenía, para visitar las que se llamaba Fr. Francisco de Mayorga, era de muy iglesias. .. erigir parroquias, y quitar y poner en ellas poca edad~ y tan ;nuevo en la Religión que sólo t~ía

curas y sacerdotes que las sirviesen y administrasen". en ella vemte y SIete meses de profeso, y no era bien Partió, pues, el P. Betanzos de México a principios pone~le en ocasión por más virtud que mostrase ... del año 1529 en compañía del P. Mayorga, como dice Cerro la casa y dio las llaves al P. Juan Godínez, para el P. Alonso Fernández (3), "con sus báculos en las que. mandase ~~mpiar la iglesia y abrirla a los que manos, con sus capas al hombro, sus breviarios y Biblia tuvIesen devoclOn de ir a rezar, con orden de que las a la cinta, caminando a pie y muchas veces descalzos, diese a los Religiosos que pensaba enviar presto" (5). (1) "Historia de la América Central", Tom. 1, Cap. V. (2) Libro 11, Cap. IV. (3) Libro 1, Cap. XI. (4) Remesa!. Libro 11, Cap. V. (5) Remesal, Lib. 11. Caps. V y VII.

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