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« Previous Page Table of Contents Next Page »indica la Bula de erección de esta Diócesis; y fundó dos parroquias, la primera, en esta iglesia de Santo Domlllgo y la segunda en la de San Francisco. Aun– que al hacer esta dlVisión Se mandaba en uno de los artículos del Decreto que, "las alhajas de la antigua
p~rroquia se repartan por mitad a dichas dos igle– sias", no se llevó a cabo esta disposiclón, pues el Se– ñor Cura nombrado, que fue el [ luan Bertis, sólo recibió un caliz, un copón y una casulla negra. El Sr. Ldo. D. Juan Bertis nizo lo más que faltaba de la iglesia, hasta ponerla en estado de servicio.
"~n el mismo año fue reemplazado el Sr. Bertis, y fue nombrado en su lugar el Pbro. D. Isaac Paz, quien estuvo un poco de tiempo; y a principios del siguien– te año (1780) encargaron la parroquia .al Señor Cura de San Francisco, D. Reyes Aparicio, quien la tuvo a su cargo hasta mediados del mes de Mayo de este mismo año".
Con tfecha 14 de mayo de 1870, el M. 1. Sr. Provi· sor, D. Bartolomé Rodríguez, nombró cura encarga· do de la parroquia de Santo Domingo al Sr. Presbí– .tero D. Miguel Funes, que tan preciosos datos nos ha legado so~ el templo de Santo Domingo, y que tan– to trabajó~. conservar todo cuanto alguna relación tenía con la Orden Dominicana de la que era fervo– roso y entusiasta Terciario. Dejémosle a él que nos cuente su actuación como encargado de la parroquia e iglesia de Santo Domingo.
"Acepté el nombramiento, dice, COn gran gusto por el deseo que me animaba de hacer lo posible en fa– vor de esta iglesia, que yo he querido desde mi in– fancia, y que al presente el culto se hallaba casi aban– donado por falta de sacerdote. Al hacerme cargo, mi primer cuidado fue prov-eer de los enseres que se ne– cesitaban para el culto: se compraron veinte corti– nas de damasco carmesí de doble ancho y de cuatro varas de largo; seis candeleros de veintiocho pulga– das y seis de veintitrés, de metal galvanizado de pla– ta, de hermosa figura; una lámpara del mismo metal galvanizado; dos casullas blancas. una morada, un pa– lio y una muceta para (lar el santo Viático a los en– fermos; un terno compuesto de casulla, dalmáticas y
paño de atril, colorado, otro terno negro compuesto de las mismas piezas; una capa blanca y otra negra, , pluviales; seis varas de palio de madera forradas de ojadelata. Se pintó de yeso blanco todo el entablado de la iglesia, se encalaron las paredes interiores y exteriores, se pintaron les pilares y sus basas, y se le puso un zócalo en las paredes.
"Como la Capilla de nuestra Señora del Rosario no tenía púlpito, y era grande que simulaba otra iglesia, se le hizo uno, que se colocó a tres varas de distancia de la barandilla del presbiterio, frente a la puerta que daba al atrio. Así también a las ventanas, que quedaban al lado d·?l vecino cuartel de artillería, se les puso vidrieras bien cerradas, para evitar la mala atmósfera; 10 que se hizo también con las ven~
tanas de la iglesia, que quedaban al Oriente de la misma.
"Había también la dificultad de que el presbiterio del altar mayor era muy pequeño para las funciones que se solemnizaban con asistencia del Sr. Obispo,
por 10 que se le amplió dándole seis varas de au· mento y rellenándose par.a igualar el plano. Notán– dose que los dos pilares que estaban más cerca del altar no eran suficientes para resistir pandeándose los dos lados de las vigas que pegaban' al arco toral, se hizo necesario poner otro pilar en cada lado con sus basas, semejantes en todo a los demás de la igle– sia.
"A solicitud del Sr. Pbro. Ldo. D. Juan Bertis había concedido la Asamblea de 1889 el subsidio de mil pesos para la reparación de esta iglesia, los que fueron pagados por partes. Debían doscientos, los cua– les reclamé y me fueron entregados para comprar una campana de 220 libras, al comerciante D. José María Carazo, pues no había campana buena fuera de la antigua volteadora.
"A continuación se puso un estribo de calicanto, que faltaba al lado Oriente de la iglesia; estaba sólo una pequeña parte y lo demás se había caído en la ruina de 1854. Con esta refoI'ma quedó sin defectos el lado exterior, y presentaba una hermosa perspec– tiva. En el interior se hicieron reparos en el enla– drillado, y se pintaron todas las puertas.
"Quedaba la portada, que le faltaban dos lados del segundo cuerpo, qU<:l habían caído en la misma ruina de 1854; con este fin había comenzado a aco– piar materiales el Presbítero D. Isaac Paz, que había sido cura últimamente; pero no había ni la octava parte de la cal y ladrillo que se necesitaba; y no habiendo recursos para este superior gasto, ocurrí al Sr. Presidente de la República, que lo era a la vez el General D. Santiago Gonzákz. y le hice personal– mente la petición de que ayudase a esta obra, que tanto contribuía al orn9.to de la Ciudad, estando la iglesia en el lugar más céntrico, pues sólo el campa– nario estaba hecho de nuevo, y lo demás de la portada presentaba tan mala vista a los ojos de los especta– dores. Felizmente fue atendIda mi petición; y, al efecto, en la- semana 'Jiguiente comenzaron los tra– bajos, habiendo mandado el Sr. González al Encar– gado de los trabajos públicos. que era a la vez el General Pérez Gómez, que dlese principio a esta obra;
y así fue como se concluyó la portada, quedando toda la iglesia presentando un.a hermosa vista.
"Habiéndose notado que la parte del techo de la iglesia que pegaba a la portada, tema la madera parte picada y parte podrida, se dispuso hacer nueva esta parte. Aasí también se notó que una de las paredes laterales de la Capilla d~l Rosario estaba desplomada, y que era necesario ponerle grandes estribos para ase– gurarla. Se dio principio a estos t.rabajos al mismo tiempo, cuando el día 4 de Marzo, como a las cuatro de la tarde, vino un gran terr.blor, que a~ruinó. la portada recién construida, quedando los clmborrlos amenazando caerse; y todas las paredes de la iglesia Se rajaron en parte, quedando en estado de no poder celebrarse en ella. En esa misma tarde se pasó el Santísimo Sacramento a la iglesia de Santa Lucía, que estaba mejor que ésta de Santo Domingo. Allí continuó la parroquia 10s demás días siguientes hasta el memorable 19 del mismo mes de Marzo en que fue la total ruina de 1873".
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RUINA TOTAL DE LA CIUDAD DE SAN SALVADOR EN 19 DE MARZO DE 1873. - ESTADO EN QUE Q,UEDO EL TEMPLO DE SANTO DOMINGO. - TRABAJOS LLEVADOS A CABO PARA INTENTAR RESTAURARLE. - DIFICULTADES QUE SE PRESENTARON. _ CONSTRUYESE EN EL SITIO QUE OCUPABA EL ANTIGUO TEMPLO DE SANTO DOMINGO LA NUEVA CATEDRAL DE SAN SALVA– DOR. - SANTO DOMINGO CON TODAS SUS COSAS ES TRASLADADO A LA VIEJA CATEDRAL.
Después del fuerte temblor del 4 del mes de Mar. zo de 1873 escribe el P. Miguel Funes "sigu;éronse otros más o menos fuertes inferiores al indicado. En los días que .transcurrieron hasta el 19 de este mes, casi todos los habitantes habían estado durmiendo
fuera de los techos; y cuando ya varios comenzaban a dormir entre sus casas. y se había preparado la función del Señor San José en las iglesias de Santa Lucía y La Merced, a la madrugada de este día so– brevino un fuerte temblor, parecido al del cuatro, el
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