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rrespondencia, a que satisfaré con el mayor placer; asegu– rándole Que siempre me encontrará dispuesto a aceptar toda medida de conciliación, con tal que ella se respeten la dig– nidad e intereses de los pueblos que me han confiado sus destinos.
"El señor Borbón informará a V. E. de las sentimien–
tas de que estoy animado en favor de toda medida que tienda a conciliar los intereses de los dos pueblos que res· pectivamente regimos.
"Con protestas de mi alta consideración, me es honroso suscribirme de V. E. obediente seguro servidor.
P. JOAQUIN CHAMORRO." (73) GUARDIA TRATA DE PROVOCAR LA GUERRA CIVIL EN NICARAGUA
Nicat'agua estaba segura de la impotencia de Guardia para llevar la guenoa a su tenitorio; se sabía aquí que tan destruc',ora idea era impopular en Costa Rica hasta el extre· mo de que Guardia había prometido al pueblo que no sacaría un solo soldado pat"a invadir a Nicaraglla; además, el estado deJobreza en la vecina del Sur era muy grande, y nulo el el" iio del Gobiel11o; pero al mismo tiempo estaba al tanto el Presidente Chamorro de que Guardia maquinaba favore. cer una revolución 'para derrocarlo, ya que n.o podía hacerle la guerra abiertariíElnte.
En efecto, al· conocimiento del Gabinete nicaragiiense llegó el siguiente qocumento, que demostró hasta dónde al– canzaba la perfidi~ del autócrata costarricense, y provocó los alistamientos bélicos que tanto dinero costaban a Nicara–
gua.
"San José, marzo 25 de 1876.-Reunidos S. E. el señor General Presidente, los Secretarias de Estado Morales y He– rrera, y los miembros de la Comisión Permanente Bonilla (M.A.), Borbón, Bonilla (DiollisiQ), Pacheco
y González con el fin de considerar la situación respecto a Nicaragua, para que se aconseje al Presidente el camino que deba adoptar. se; después de considerar los actuales acontecimientos que se están sucediendo en Centro América, CU)'Q influencia en nuestra situación es notoría por los iutereses creados, y cou– siderando: la., que el actual modo de ser no puede prolon· garse indefinidamente, sino que debe buscarse una solución que asegure para siempre los derecllos de Cosla Rica y aleje la pasibilidad de nuevas inquietudes
1)01' parte de Nicaragua:
20., que aunque er medio más natural sería exigir ¡lel Go· bierno de Nicaragtl¡l el cumplimiento de los tratados, hacien– do uso de los medios de que Costa Rica dispone para obli· garlo en caso de lóehusar, para esto sería precisa, desllUés de ultimátum Que con tal objeto se le dirigiese, prepararse a invadir el territQrio en el evento de negativa, lo cual no lluede verificarse,: tanto porque el señor Presidente ha hecho una promesa formal, como porque al carácter de los costa· rricenses repugna invadir a las demás RepÍ¡blicas hermanas:
30., que en tal concepto sólo queda un medio para Iloner tér· mino a la situación, que es el de apoyar la revolución en Ni– caragua con el fin de Que el Partido Liberal pueda derro– car la administración del señor Chamorro y colocar un Go– bierno amigo que. nos dé plenas g'arantías de reconocel' los derechos de Costa Rica: 4a. que esa revolución está justifica. da por parte del Partido Liberal nicaragiiense, tanto llor la hostilidad del Gobierno del señor Chamorro hacia él, como porque es público que, en las elecciones que dieron por resul– tado la Prcsidencia.,deJ señor Chamorro, no sólo hubo l)re– sión de la fuerza, :Sino también fraudes escandalosos para obtener el triunfo de aquella candidatura: 50., que por la naturaleza de los sucesos que vienen ocurriendo, hoy el Go– bierno de Guatemala es el aliado natural de Costa Rica y es con él con quien debemos entendernos para asegurar el triun– fo de la revolución en Nicaragua, en que aquel Gobierno está, también interesado, una vez que al Salvadar no podemos mirarlo sino como enemigo de nuestra causa por ser aliado del Gobierno del señor Chamorro. Tomadas en cuenta todas estas consideraciones, se acordó: lo., que se apaye de una manéra decidi4ay efi~az la revolución en Nicaragua que tie· ne por objeto d~rrocar la administración del señor Chamorro
(73) Gaceta de 1816. pág. 103.
y colocar ell el poder al Partido. Liberal, estipulando con los jefes de éste llreviamente el réconocimiento dé los límités naturales de Costa Rica en el hago y riq 4~ San Juan, el\ toda su extensión: y 20., que él señor Ptésidénte se ponga de. acuerdo cOll el Gobierno de Guatemala para obtener más
fácilm~nte el triunfo de la revolución y garantizar a Costa mca, Sus derechos de limítrofe en el Laga de Nicaragua y río 8~n Juan en toda su exten¡o¡.ión. Manuel Antonio Bonilla, Francisco Pío Pacheco, Dionisio Bonilla, ,Cleto González, Bruu. lio Morales, Vicente HelTeHl, Juan Borbón." (74)
El General Máximo Jerez fUé el encargado de ir a Costa Rica a resta,blecer la buena amistad entre Barrios y Guardia, distanciados desde que el mand¡¡.tario de Costa Rica se había entrometido en los asuntos d& Guatemala, J)~l, Salvador y Honduras, enviando a esta últiIlla una expedición armada en el vaP01' "General Sherman" que desembarco' en lá. Costa Norte y amenazaba den:ocal' tanto al Presidente Arias de Honduras, como al Presidente !~rias de Honduras, como al Presidente Banios de Guatemala. A pesar de.eso,Barrios se alió con su antiguo enemigo en el empeño de. denocar al Presidente Chamorro, por razoneS que más adelánte veremos. Con relación a estas gestiQnes, don Fernando Guzmán, quien se negó a aceptar aquella desgTaciada misión a Costa Rica, dijo que sólo Jerez era capaz de desempeíiarla. Con esto quiso decir el señor Guzmá,~l, agregaba don Anselmo H. Rivas, "que el señor Jerez es el único capaz de sancionar la mutilación del territorio de la Repúblíc¡¡..... (75)
Al mismo tiempo que Guardia buscab:t aliados contra Ni– carag'ua, repartía dinero en el país para procurar adeptos al movimiento dE' trastorno público, y aTInaba en g'uerra el va· por "Chiriquí" comprado con dinero del tesoro de Guatemala
y al cual por eso se le cambió el nombre por el de "General Barrios;" y aunque este vapol' naufragó en las costas de Guatemala, en mayo de 1876, B;il'lios no desistió de sus pro– pósitos y alistó "El Salvador" que se encm'gú de trasp01.1:ar a los emigrados nicarugiienses con armas y dinero a Amapa– la de donde habían comenzar sus actividades bélicas contra Nkaragua. .
{',ollsis1.ía el plan de Guardia, según se lo escribieron a don Pedro Joaquín Cl1amorro de Costa Rica, en invadir por ambas fronteras, y hacerse l)l'oclamal· él misni.o Presidente de esta República. Por esta tazón no se había hecho reele– gir, lo que le hubiera sido muy fácil, sino que prefirió que JIegara a la Presidencia su amigo y hechura el ~cdo. D. Ani· ceto Esquive!. Se proponía Guardia, una vez vencedor y
dueño de Nicaragua, entenderse con Esquivel, convertirse en PreFÍc1ente d':l ambas Repúblicas unidas, y concluir un tratado de Canal del que se prometía Sacar pingües ganancias. (76) Que la conquista de Nicaragua entraba por mucho en el plan de Guardia, so, deduce de Jo que él mismo escribía al Presidente de El Salvadol' Dr. Zaldívar, en carta fechada en Liberia el 18 de mayo de 1876, aunque en ello habia más de baladronada que e13 verdad: "usted sólo tenía conocimien· to de Que la fuerza de observación que yo h'abía situado aquí sólo tenía por objeto favorecer las operaciones del G~
neral (Barrios) en El Salvadar y Honduras; pero ignorap~
Ud. ilc que yo tenía citado todo el ejército de operaciones del interior para, en el caso que el General Barrios recibiese un revés, lanzarme con ocho mil hombres sobre Nicaragulj,i
y seguir hasta El Salvador a Ilrestarle ayuda".
Más adelante confiesa Guardia cuál es el verdadero pro~
pósito 'de esta guerra que él no puede llevar adelante por sí sólo a Nicaragua. "Ud. sabe-escribe al mismo Zaldívar– que mi idea no es hacer guerra franca a Nicaragua, sino it como auxiliar de un Gobierno establecido 1>ara que el tI'ata– do que celebremos no lleve el sello de la presión y por con· siguiente tellgamos allí sostenedores de él".
Años después, don AnselmoH. Rivas comentaba así es· tas frases del e'x-presidente de Costa Rica:
"El General Guardia lo diee claramente: no conviene
hac~r una guerra franca a Nicaragua, es preciso aparecer alli como amigos y aliados de un Gobierno que se establezca y servirnos de sus propios elementos.
"El lenguaje no puede ser más claro: reléase la men– cionada carta y se verá que los gobiernas de Guatemala Y
(74) Gaceta de 1876, pág. 323.
(75) A. H. Rivas, La Venladl!lra Causa de la Guerra, Gaceta de 1876,
página 310.
(76) Carta de don José Zavala a don Pedro JOaqUfn Chamorro. 10 de Abril de 1876. Original. en el archivo del doctor Pedro Joaqufn Ohámorr O•
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