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Presidente énh:ego de nuevo al joven a la cwi~ja.~el 'señ(lr Valenzuela, qUIen, alentado por las buen.a~ d18poslc!9n~ de aquél, creyóopor~allO el mom~nto de sohcI~ar ~erml~ó para fundar una escuehta.. El PresIdente le marnfesto que' .no, p?",

día concede,~;}eSe permiSO, porque era segura una somphcaCl9,1l con el Goblepio de Guatem!1la, que ap,;nas podla cal.marse con ta idea <Ji; .que los JesuItas, comC? sl~pl~mente ;¡sJlados, estaban protegidos por nuestra ConstltuclOD. , Fuera d~': 'estos insignificatltes contratiempos quena ve– nían del GQJjki¡Íl~ del señor G'hamorro, los Jesuítas :gozaron de comple~":p~z" durante la adininistración de éste.

ORIGEN;'~I: LAS DIFICULTADES CON COSTA It~CA

No sólo dificultades en el interior tenía que afrontar la

adnúilistraCion~" de don Pedro Joaquín ChamolTo. VencIdos los disturbios' en el territorio de la República de que habla– moS en el capitulo XXIV, pronto aparecieron amenazas de o'uerra en ambas fronteras.

'" Para comprender bien esos sucesos, se hace preciw que expliquemos brevemente la génesis de aquellas complicacib-ne!! internacionales. ,

Desde la<élloca en que el General don Fernando Guzmán

y don Vicent~ I.oluadra regían los destinos de Nicaragúa, se

~llSClt.aron di~el'encias, entre esta Repú.blica y la de,vosta ltica. ::>ucediptiue ,el 6 de octubre de 186!:! el doctor Tomils Ayón y el !ix-Senador de la lf-epública' íi'ancesa Mr.I)-iiéhcl cnevaher concluyerron en l:-ar¡s un tratado para hace,' un canal Interoceánico poi' tcnitorio de' Nicaragua. Este' tra– bulo fué sometido al Gobierno de Costa Rica, quien le dió su aprobación mediante el tratado .M:olltealegle~JIménez, (18 (le junio de 1869), el cual fue apl'obado y ratlticado por 13:'

1U–

gislatura de 'Costa Rica.

El tratado Ayón-Chevalier disponía echar las aguas 'del Colorado sobre el San Juan ,paTa facilitar la obra. ~1 Gene– ral TQmás Guardia, quien por un asalto de cuartel había lle– gado al Gobierno de, Gosta Rica, fundado en el tratado de limites llamado Jerez-lCañas ele 15 de abril de 1858, y por un simple decreto, ejecu,tivo, declaró insubsistente el conve– nio Montealégre-.tiínénez cuaildo este se hallaba en conoci– miento del 'O(¡:ngf.eso de Nicaragua.

El Gobie~o de Nicaragua comprendió que el trataqo Je– rez-Cañas sería siempre un obstáculo para la construcción del Canal por nuestro territorio, la obra que por aquella"epo– ca constituía el desideratum de los estadistas nicara'~enses.

Decidió, pues, el año de 1871, objetar la validez del trl1.tado Jerez-Cailas. Este pacto era muy oneroso para Nicaragua, pues le arrancaba la rica región tle El Guanacaste, y sin du– da el General Máximo Jerez, repl'esentante de Nicaragua en aquella Convención, accedió a las pretensiones, de Costa Rica, tanto por sus ideas unionistas, (Je acuerdo con las ciIal~, UlI

pedazo de ten-itol'io entre los Estados centroamericanOS no valía nada; cuanto porqUE: asÍ' terminaban las diferencias de ambos países limítLofes, diJer.encias que daban oPortul:\idad al filibustero William Walker a contemplar como Jil.Ciibles nuevas invasiones a Nicaragua. Por esta última razón, so– bre todo, el tratado fue aceptado por Nicaragua.

El argumento ,total de esta liepública para demostrar la invalidez del tratado, era que el canje se había efectuado antes de la aPi'obación por una segunda Legislatura, tal co– mo lo requerla"lai COnstitución de' 1l:s3l:S, que estaba entonces vigente. (68)"

, l'tTas tal:de,' en 1872, los Presidentes de Nicaragua, don

Vlc~nte "Q~pra, y de' Costa Rica, General Tomás Guardia

tu~eron, utili imtrevistn en Rivas, y allí se convino en la ne– ceSidad de revisar el 'tratad'o de límites del 15 de abril de 1858. El General 'Guardia declaró en esa ocasión: "Que él reconocía que las anteriores administraciones de la Repúbli– ca de Co~ Rica habían tenido 11M política muy mezquina, enwrendieIido"disputas por un: pedazo de terrerio despol,¡lado e. Inculto) "peró que el había roto con ese pasado, estable–

c~endo una política liberal y desinteresada, en la conviccíón de q~e estos dos países están llamados a' confundir sus gran– des Intereses; único mod6 de' establecer la tmión nacional."

(69) ,

) ' C8) La COnstitución de 1868 no entró en vigor ih:asta en Agosto de (ioho dicho afio.

No (69) Artículo "Nicaragua y Costa Rica"; en 1.. Gaceta de 1873. pág. 82. d taRaR diplomáticas sobre la cuestión de límites publicadas en la Memoria e .EE. de 1877.

Guardia envi6 a Njcaragua c~mo M~pistI'O a d(ln Vicente Henera pal'¡t que arreglara en firme el ~sunto; pero este diplomático, lejos de venir de acuerdo cO,1l lO' convenido, ma–

nifestó que las pretensiones d~ Costa Ri~a,:: eran obtener .sus límites nat41'ales, es decir, toda la ma'l'giri derecha del San .luan y del Lago hasta el Sapoá y de allí hasta la baIlía de Salinas.

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Las relaciones entre ambas Repúblic~. ~e agriaron más con el Mensaje del Presidente Guardia d$!l primero de mayo d 1873, en términos agresivos para Nicaf8.g,ua; Con el de su Minist.ro dodor Lorenzo Montúfar, eri", que claramente se conCitaba a los costalTicenses a llevar la guerra a Nicara– gua; y con la violación del tenitorio de nuestra República, en octubre de 1874, por fuerzas de Costa' 'Rica en persecu– ción de unos revoltosos.

MEDIDAS PARA CONJURAR EL PHIGRO

Para poner término a estas disputas,: NicaragUA había pedido a su vecina un a;¡-bih'amento desde el' 6 de agosto de 1872; y Costa Rica, en 27 de enero de 1871>; aceptaba aque– lla medida de conciliación y pr(¡!ponía com<{ árbitro a Chile. Nicaragua se' mostró anuente, con la condi<;ión de que el ár– bitro debía resolver, no s610 la validez o in,:~lidez del tratado de 1858, sino también todas las cuestiones! ele límites susci– tadas antes y después ele él, "pues 110 alcl}J,lzaba a conocer el objeto que se 'tuviera en mira, si, fijándos,e los antecedentes de la cuestión en Ulla sentencia arbitral, se' abandonasen las consecuencias a lluevas disputas, que pudiéran dar funestos resultados". " ,

Además, proponía que la cuestión se resolviera en un tribunal de arbitramento integrado por los cinco ~stados d~

Centro América y por mayoría de votos. ,

Costa Rica echó píé atrás otra veZ, Y.' la discusión diplo– mática, tomando UI1. tono bastante acre;¡/e yolvió e~tensa

sobre el punto cuestIonado. El Poder Lesnslatlvo de Nlcal'8.– g'ua, por decreto del 17 de marzo de 187:5', ;autorizó al Eje–

cutivo para que cerrase las relaciones 0/i,éi41es y comercia– les con Costa Rica si el- Gobierno de esa 1Wpública rehusaba dar las más amplias satisfacciones por lps agravios inferi– dos a Nicaragua, o a sujetar' toda cuestión, sin restricción alguna, al juicio de un arbitramento. "

El Presidente Chamorro, lejos de' lleva,r a la práctica aquella autorización, trató de agotar los inledios diplomáti– cos con objeto de llegar a un arreglo amigable; y esperanza– do en que el ya cercano cambio del. personal en el Gobierno de Costa Rica facilitaría un entendimiento, ,'mantuvo sin pu– blicar el expresado decreto y envió una carta de gal;>inete al Genel'al Guardia, manifestándole el deseo de poner fin a las diferencias de ambos Gobiérnos, que tanto' perjuicio acarrea– ban a los pueblos hel1nanos. Esta carta obtuvo una contesta– ción animada del mismo espíritu de cordütlidad que clió fun– dadas esperanzas de un próximo an-eglo.

, Tal era el estado de la cuestión cuando ;Nicaragua tuvo que protestar, el 3 de noviembre de 1875, por la presencia de un resguardo costarricense en la margen ,derecha del 1io San Juan. Costa Rica contestó que ponía té~lmil1o a toda dis– cusión "que no conduce, por ahora, a otro fin que agriar más las relaciones enere ambos Gobiernos;" y declaró que ejer– cería los actos de dominio qne tuviera por' inconveniente en aquel territorio mientras no se decidiera lll. mvalidez del tra-tado de 1858. ,

El Gobierno de Nicaragua dió cuenta l},l, Senado del es– tado de gravedad a que habían llegado las",cosas, y este cuer-

, po aconsejó al Ejecutivo que cumpli~ra con la ley del 17 de marzo de 1875, y, en consecuencia, que cerrara sus relacio– nes de todo género con Costa Rica; mientr~s cambiaba el personal de su Gobierno; que pasara una éircular a los Es– tados de Centro América, refíriéndoles los motivos que lo ha– bían impulsado a dar este paso, y advirtiéndoles que él pue– de ser una rémota a la unión nacion¡tl 'que en esos días se discutía en la capital de Guatemala. " ','" '

Al mismo tiempo, y con el fin de res'p~1dar esta actitud, Nicaragua hizo aprestos militares: man'llónéVantar un ejér– cito de cinco mil hombres y oolocó ,'pa~ :de él en ambas fronteras, pues tam.bién al lado de Honífuras había barrun– tos de tempestad. Decretó un empréstitO ,fQrzoso para toda la República de veinticuatro mil pesos; '~tp los efectos de esre decreto q~edaton suSperid}dos por ptÍ'\?':del 6 de marzo de 1876, atendIendo que de Chmandega;¡; ~n, Managua, l\Ja– saya, Rivas y otras partes de la Repúliiica of~ían volun"ta.– rillmente al Gobierno los recursos que 'necéS:itaba el -Ejércioo,

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