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eminentes. Aco.li!tumhrad~ a obsequiar sin contradicción en todas ocasiones el lJamamle!lto legal q!le se me ~'a hecho para servir a mi país en cualqmer categorIa, ~e ten.ldo ques~~~­

terme al nueVO mandato, ofreciendo a ml.patrla el sacrificIo de mi persona Y ~e todo lo que. me es mas caro: porque es– t.á en mis conviccIOnes, que el clUdadal}o se debe en.teramente a la República,y que~ .como soldado fIel a su ,:olllllgna, de~e

aceptar síJi. l1i.urmuraClOn el puesto que se le senale, por pelI-grOSO u oneroso que sea.. ' "AcaQo, pues, de ~restar el Juramento de ley. con. la h–

midez, propia de un hombre de hon.0r y de conclenc~a que comprende la gravedad del compromiso que ha cO,ntraldo, la , suficienci¡l' de sus facultades y la de los medIOs que la

~ación pone en sus mano,s; per!, t:,-mbi~ll con la vol.u!'t,ad ínquebrantable de no esqUivar. mng;m genero de sacrlflc~os

ni omitir paso alguno, qUE; este. a nl1S alcances o q,ue me m–

<liquen las personas bIen mtenclonadas para cumplll'lo, "Entre los altos deberes que me impone el voto nacional

y n¡i juramento, la ~onstit.ución y mis pr~})ias convicciones ¡ne designan como primordial la conservaclOn del orden pú– blico, como que de, ~l depende l~ existencia misma ~e la so– ciedad cuy!\ dir~cclOn ~e h!1 sido enco~endada. : Sm orden sería imposible introducIr. nmguna esp~cIe de mejora moral o material y hasta debenamos renunCIar a la esperanza de que nucst¡:a patria llegue algún día a levantarse a la altura que le corresponde en el gran conjunto de las. na~iones cul– tas. Al cumplimiento de este deber consagrare mI pref~ren­

te atención Y todos mis desvelos, contando para ello, aSI co– mo para dar el lleno a las demás o~l!gaeione" a!Iexas a la

po~ición que ocupo, con el apoyo deCIdIdo y la efIcaz coope– ración de vosotros, Ilust~es Representantes del Pu~b~o! cuyas sabias deliberaciones estan llamadas a labrar la felICIdad ele

la patria: con la ,dt;I,dignC? r:relado dioce;;ano; ,~on la lealta~

del Ejército y el JUICIO practIco de los lUcaraguenses, adqUI– rido en la escuela dolorosa de sus grandes desventuras. Yo invoco sinceramente ese apoyo sin el cual serían estériles los más sanos propósitos y los esfuerzos más constantes pala hacer el bien; e invoco también la cooperación y l~s . luces de todos los ciudadanos que tengan verdaderos sentImientos

de amor patrio, cualquiera que sea su fé polítiCa.

"En el manifiesto que hoy dirijo a los pueblos de la República, están consignados los puntos pri,ncipal~s. del ~~'o­

0ramn que me propongo desarrollar en mi admInJstraclOn;

;OllQUe \'osotros comprenderéis muy bien cuán difícil me seria detallar la norma de conducta que dcbe seguir en to– dos los ca60S ocurrentes, la cual dependerá de las vicisitu– des del país, sujeto por desgl'acia a frecuentes oscilaciones, que obligan muchas veces al l\landatario a violentar su ca– rácter y natui'ales sentimientos en cumplimiento de sns de– beres. Pero me cabe aseguraros que en todas circunstancias mis actos tendrán por base la justicia, y serán mi. Norte la conveniencia de los pueblos, la honra y dignidad de la Na– ció.n.

"Qs he hablado brevemente y en términos g'cnerales de la manera en que me propongo cumplir mis obligaciones respecto de los pueblos que se han puesto bajo mi salvaguar– dia. Ahora permitidme c¡ue, como Representante de uno de

los poderes soberanos, rinda las gracias en nombre de la patria al digno patricio que hoy desciende por la escala de

la ley a cmlfundirsc entre BUS conciudadanos, después de haberle consagrado sus servicios con la más esmerada soli-citud. .

Ilustre y llenemél'ito Ciudadano: El pueblo nicaragüense, \lor medio de su augusta Representación, Mi reconocido ya vuestros leales y desinteresados servicios. Yo os doy las g-racias en nombre del Estado por todo lo <lue hiabéis hecho en obsequio de la tranquilidad pública, por levantar las ren– tas y el crédito de la Nación, y por conquistar para Nicara– g'ua respetOs, consideraciones y simpatías de parte de los E.s.tados veciuos y de las naciones extranjeras. Recibid tamo

b~en mi más cordial enhorabuena, porque al descender del difícil puesto en que se os colocó, haciendo violencia a vues– tro carácter y vuestra modestia, vais al seno del hl)gar do–

m~tico con la satisfacción del ciudadano c¡ue ha sabido cum– \)lir con BUS deberes. j Quiera el Cielo protegel'me a mí de la. ~isma manera que a Vos, permitiéndome hacer a la R.e–

P~¡~hca el bien que me sea posible, y devolver en este mismo

SItIo a la augusta Representación N adonal el poder que hoy

s~ me confia, a fin de que lo trasmita al ciudadano que de–

sl~nen los pueblos para sucederme! Así me consideraría am– phamente compensado de los sinsabores y fatigas que me

esperan e~ el dificil y escabroso puesto en que me ha cabillo la honra de sucederos.

Managua, 10. de marzo de 1875".

(f) J. JOAQUIN 'CHAMORRO.

MANIFIESTO que el Señor Presidente don Pedro Joaquín Chamorro dirige a los pueblos de la República.

Nicaragüenses:

"Hoy he tomado posesión de la primera Magistratura de la República, habiendo prestado ante la Representación Nacional el juramento solemne de cumplir ,.mis deberes. Al verme encargado de una misión tan honro,<;8 como delicada, quisiera poseer las dotes del genio para corresponder digna– mente a vuestras aspiraciones y confianza y realizar todos mis deseos en bien de la pat.ria, levantándola a la altura a que la llaman sus instituciones y los ricos elementos natu– rales de que está dotada.

"Ardua es la tarea que se me ha encargado; pero me consuela el no haber hecho uada de mi parte para llegar a un puesto que debiera sólo estar reservado a los. hombres eminentes, Por lo tanto, debo coutar con vuestra mdulgen– cia res\wcto de los errores {¡ue pueda cometer en el desem– peño de mis funciones, y con vuestra eficaz cooperación en cualquier línea en que el Gobierno os la reclame.

"Gobernar las sociedades y encaminarlas con paso segu– ro al goce de su felicidad, es empresa que reclama, de parte de quien la dirige, dotes superiores que le llagan sobresalir

del común de los asociados. No bastan las más sanas inten– ciones la vchmtad máf. decidida ni el más ascendrado patrio– tismo: si se carece de cierto tacto especial· que constituye el don de mando, tan indispensable para un buen Gobierno, co– mo difícil de encontrarse en la generalidád de los ciudada– nos' y esa dificnltad crece de punto en pueblos nacientes,

exp~estos a constantes y "iolentas convulsiones, donde las pasiones políticas, y el mismo deseo de mejora y engrande– cimiento, las más \'eces superior a lós medios con que se cuenta, crea a menudo serios conflictos a la Administración. "No podría, sin exponerme II incurrir en frecuentes con– tradicciones, fijar el programa que me propongo seguir inva– riablemente en el Gobierno. La experiencili que tengo de los negocios públicos me ha hecho comprender qne un Gobernan– te se ve constantemente contrariado en sus mas nobles pro– pósitos: que raras veces tiene la satisfacción de llevar a e.abo una medida llatriótica, meditada 001l madurez y elabo– rada limtamente; y qne con frecuencia le·obligan las circuns– tancias a obrar en sentido contrario de sus vehementes de– seos. Quizá tendré que luchar con la 9Posición sistemática de unos, con la indolencia y apatía de otros y la exigencia de muchos, acaso de aquell<ls que debieran ser los más inte– ref;ados en la expedición y buen nombre del Gobierno; pero debo· aseguraros: que cualesquiera que sean los obstáculos con que tropiece, tendré siempre por Norte de mis actos la felicidad de los pueblos que me han encomendado la disec– c.ifill de sus destinos.

"Desde que comencé a figurar en la escena pública he pertenecido con toda la fuerza de mis convicciones al pando político que de buena fé he creído que pr()fesa con sinceri–

(tad los pril1cipi~ republicanos y propende por los intereses positivos de la nación. Al lado de ese' bandó he prestado siempre al país mis pequeños servicios, Sosteniendo a la autó– ridad legalmente constituida, y he hecho la oposición cuan– do he creído que el poder público se extraviaba de su misión o abusaba de sus atribuciones. Lejos de avergonzarme de mis principios y conducta, me siento honrado al hacer mi profesión de fé política desde el alto p~esto en que habéis querido colocarme; pero os protesto con la misma franqueza: c¡ue jamás he participado del mezquino espíritu de localida.d o de eírculo que tantos males ha ocasionado a la República;

y que nada ha sido tan satisfactorio para mí como encon– trar ocasión de hacer justicia a los hombres de distintas opi– niones, y de acoger y de apoyar las ideas patrióticas que han proclamado. Nicaragiiense eomo soy, y centroamericano por simpatías y convicciones, apoyaré éon el poder que la Nación ha puesto en mis manos, y con la influencia que me da la posición, todo pensamiento que· tienda a introducir alguna mejora en cualquier pueblo de la República. o a dar unidad a la familia centroamericana, sin atender al origen de ese pensamiento; pues en mi calidad de l\iagistrado supremo seré el representante neto de las aspiradones nacionales.

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