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« Previous Page Table of Contents Next Page »"Creo que la, -déferencia a la. solicitud- de estos dos sa– cerdotes y. delC6nsulde It~lia., .al paso', que elJ.' nada des– mentiría el, respeto' 'a la autoridad, evita en esta población– escenas desagra.dables. A nombre de toda mi familia y de varios amigos, te suplico tengas esta deferencia que contri-, buirá mucho a e\itar un' desconcierto. '
(f.) P. JOA,QUIN CHAMORRO/' El Presidente Zavala contestó esa misma noche a las
11. Se niega a acceder a los ruegos de su amigo; insisten en que sería un paso en falso del Gobierno dejar a los Je-' suítas en Granada y prolongar la difícil situación en que se encuentra el Gobierno; insÍl'1úa qqe se haga reconocer el P. Cardella por dos facultativos y .que la autoridad resuelva en vista del informe; anuncia que envía más fuerzas para apoyar las providencias del Gobierno, y acaba manifestando que siente mucho. no poder "obsequiar su interposición y la de la familia, a quien no he podido olvidar un momento."
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EllO de junio, ,don Pedro Joaquín Chamorro describía así al Presidente Zavala la salida de los Jesuítas de Grana– da, y le anunciaba que tendría que defenderse, porque sus enemigos, y aun los amigos del Gobierno, se estaban valien– do de la expulsión para' exhibirlo ante la opinión pública de proceder con doblez e hipocresía..
"Por fin se ejecutó la expulsión de los RR. PP. Jesuítas sin ningún estrépito. El pueblo manifestó su profundo dolor y tributó á los RR PP. homenajes de respeto y simpatías, acompañándolos a la playa, sin proferir una sola palabra destemplada; a pesar de que algunos caballeretes que se ma– nifiestan entusiastas por tu Gobierno, acompañados de los cívicos de Managua, fueron a insultar el dolor popular con vivas entusiastas al Gobierno y il1 progreso y pullas pican– tes a las víctimas. Estas provocaciones hubieran podido producir un conflicto, si no fuera el buen sentido de este pueblo que, dígase lo que se quiera, tiene mucho respeto por nuestra voz, a pesar de la profunda emoción de que es· taba dominado. Yo' no puedo persuadirme que sean verda– deros amigos de tu Gobierno las personas que, a pesar del pánico de que han estado poseídas, ven con dolór que la me– dida de expulsión se haya verificado sin escándalos ni des– gracias.
"Desde la víspera de la ejecución de la orden habíamos recorrido el campo y adquirido la éonvicción de que el pueblo estaba dispuesto,. obsequiando los deseos del Partido, a no oponer nhlguna resistencia. Mi único temor era que los Pa– dres de la Merced rehusaran salir voluntariamente, dando lugar a la~ autoridad a que los ultrajara, en cuyo caso era posible un conflicto. Sin embargo, el Prefecto tenía un mie– do espantoso, y organizó una ronda a caballo que era con– traproducente, mandó cerrar· las iglesias contra mi opinión, y Faustino (Arellano) le pidió a Vijil (Gral. Miguel) que pusiese guardias en las bocacalles, lo que éste se guardó bien de hacer. Nosotros tuvimos la casa abierta hasta la una de la mañana y el silendó del pueblo habría sido sospechoso para todo el que no tenga 'conocimiento de su carácter. ' "Hace tiempo que vengo observando en la conducta de Roberto Lacayo (el Prefecto¡) una hostilidad marcada hacia mí. Parece que los antiguos odios de familia se han revivi· do, y que él trata de satisfacerlos, ocultándolos bajo una
~a~a de .fingida amistad. Tengo datos para creer que ciertas lllsmnaClOnes que le has hecho de que se ponga de acuerdo conmigo en. ciertos puntos muy subalternos le' han servido corno arma para Don Enrique Guzmán y D. Faustino -ArelIa– no, que son sus inspiradores, .para que ellos me exhiban co– mo un hombre falso, suponiéndome de acuerdo contigo para
l~ ~xpulsión de los Jesuitas y contemporizando con el sen– Ílmlento del pueblo. Yo estoy dispuesto a defenderme sin
co~te,mp~ación ni paños tibios, por.que se me reputa jefe de A
un: ~a!tIdo,. y éste me impone deberes imprescindibles: tu dmlDlstracl6n pasa y el Partido queda',
."Te encargo, pues, que mientras este joven esté de Pre–
f~cto, en tu correspondenCia con él, cualesquiera que sean la circunstancias, no mencic)nes mi' nombre."
i). Justificación de don Pedro Joaquín Chamorro.
.' tIpo de los qué se en~garon de éxhibir a don Pedr~
Joaqum Chamorro como jugando una política desleal e hi-
~ 1'- .~,
1" (~~6). :E;l. borrador de,l telegr~,:,\a del señ(,,:, C~a!ilQrro y el "riginal de
'1tiiri"'g:::~~~.,4~1 PresIdente 7;avala, ~tl j!1 archIVO, del doctor Pedro .1;oa-
póc~ta fue don EnriqUé Gumán, 'su acérri~o adversariC). pohtlCo por aque}l~s fechas.., . ..'" ; :.. . :.';';" +¡H¡~';~fL ..
Con. el ,seudommo .Fra-J:)JI~yolo.; ellcpJjió .Gu~~án:ll'rii.l."··4ol.·
rrespondencla a El Termóme.t!o de Rivaijl, ~.Ii ,la; cual;s~afir;t
maba que don .P.edr? ,.Joaqum . Chamorro era ,el,: aut9f,q,e! • acta de la MumcIpahdad de GraI1:ada, •. lla-mada; por Guzmán Acta de J!1an ¡;Vega. (nomb:r;e del A!c~lde 20.), y cuyo artícu-' lo 10. decla: Los mfrascntos, tenIendo la mayor confianza en la prudencia del Supremo Gob.ierno .paracontranesíar c¡¡alquier tentativa que tienda a alt~!,"ar la paz pública acuer-. dan ofrecerle su apoyo moral y material én el. cUlllpÍimieíito de los deberes. en que se halla constituido, sancio.nando de!:!:'; de ahora las Jiíedidlls que dicte con tal objeto." .'. . ." ...•......• ' . Lo del acta, ~lUcedió 'a mediados de ,?layo, pero las impu:' taCIones que sobre eso se hacían al senor Chamorro cómen..,
~!lron a salir a luz después de l¡:¡.exp~Ils~ón, y por eso anun– CIa su defensa en su carta del 10 de Jumo.
. En efecto, e~ ljll Centro Americano (No. 26, correspon– dIente al 25 de Jumo de. 1881) aparece un extenso artículo ol;>ra de don Anselmo R. Rivas, sobre la personalidad de,f se-:
ñor Cha~orro y. su invariabl~ actitud contra la expulsión de los Jesuitas desde el año de. 1872. .
Por 10' que hace al verd¡:¡.dero oHge:l} del Acta de Juan
Ve~a dej!l;.remos la palabra a don. An~elmo H. Rivas, quien refIere aSI la verdad de aquella hIstorIa: '
"Résta~os... contestar a las afirmaciones que bajo el seudónimo Fra-Diávolo, se permite hacer don Enrique Guz– mán, apoyándose en el dicho del señor Prefecto, don Rober. to Lacayo.
"Dice que ahora que han pasado las cosas cuenta el Sr. Prefecto que el acto de esta Municipalidad, que don Enrique llamó de Juan Vega y calificó en otra correspondencia de sajinera (trampa) para hacer meter el pié a don Pedro Joa– quín Chamorro y a don Anselmo H. Rivas, no fue sugerida por don Faustino Arellano, sino por el mismo don Pedro Joaquín Chamorro y redactada por don Anselmo H. Rivas' habiendo el primero además hecho sus ofrecimientos persona~
les y de familia al Sr. Prefecto parra llevar a cabo la ex· pulsión de los Jesuítas.
"Aunque estos son cargos que debiera mejor contestar el señor Lacayo, vamos a explicar las circunstancias de que se pretende sacar argumentos contra la conducta limpia del Sr. Chamorro.
"Es cierto que el Sr. Lacayo se presentó en esta oficio na (187) en uno de los días de mayor efervescencia mani–
fest~ndo al redactor de este periódico su. deseo de qU~ en es~
ta clUdad se celebrase una acta en apoyo del Gobierno. ".....,Es preciso--decía,- alentarle en el camino que ha to– mado, aprobándole de antemano la expulsión de los Jesuítas que no puede dejar de decretar atendidos los pasos dados e~
este sentido.
"El Director de El Centro Americano le dijo: que si él lograba, levantar un acta ,en el sentido indicado, sería indu-'
dabIe~eI1te. }.ll/.ra el (;oQierno un grande apoyo; y después de una dlscuslOn amistosa .en que el señor Prefecto pedia al redactor de El Centro Americano le redactase el .acta y éste. se e:,cusaba, dej~!1do ~l señor Lacaro el desarrollo de supen– sa,mlento; el senor Rlvas, no quenendo desairar al amigo y a la .p!,"imera Autoridad del DepartaJllento que había ya to– mado la pluma para escribir, dictó: '
:'Los' infraséritos, teniendo la mayor confianza en la pru– denCIa. del Supremo Gobierno para contrarrestar cualquiera tentatlva que trenda a alterar la paz pública, acuerdan debe– res en que se halla constituído, sancionando desde ahora las medidas que dicte con tal objeto.
"-¿ Cree Ud.-dijo el señor. Rivas-,-, que la Municipali-dad' firme esa acta? .
"-Tengo seguridad de ello,-dijo el señor Lacayo.
"7¿ Yha sondenado Ud. las disposiciones del vecindario para firmar acta l!eD,lejante? '
"-Si todos los principales firman, no veo inconvenien• te. .
"---,Esa es la dificultad-dijoel señor Rivas.
"-iQuéi~ijo el·séñorLacay:o.-¿No firmará el amo Pedro? .
"..-Imposible-~e¡;;PUSOei ,Sr, ,Riv.as,..,.,.: él no podría apro– b¡lr, ni m,enos ped.ir la .m.,Cflida que combate: no creo que ha· ya un verdadero conservador que -firme esa acta. Don Pe. dro la suscribiría si se consignara en ella que, no obstante no estar de acuerdo Con ;la. medida, si por ella se levantase
(187) La de El Centro Americano.
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