Page 113 - RC_1968_05_N92

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s ,contra el espíritu' de' ias cOllstituciones. que entonces" re– !Pll h,

la F,e~eral 1824, Y la del E¡¡ta4 0 <ie NIcaragua ,de 1826.

bl, Actitud de don Pedro 'Joaquín Chamorro.

La actitu<i, lqs sentimientos y la política de don Pedro Joaquín Ch4rqOITO, en, esta grave cuestión aparecerá!1. mejor delineados de ~U:s :propIaS palabras; por lo tanto traSCribIremOs las que sobre' este asunto hemos encontrado en su COITespon– dencia privail~' y en los documentos públicos, agregando de vez en cuand«;1; lliS explica~i.ones o .com~IÍ.tar~os que a nuestro juicio convElllgall para faCIlItar la mtelIgencI~ de los ~ucesos.

'Cuando el SI'; (jhamorro supo que el GobIemo habla man~

dado fuerz~~ ',al\fatagalpa a sofocar la rebelión, e.scribiÓ al Presidente Zavala. con fecha 16 dea1;>ril de 1881, aprobando la idea. "No '<iudo-agregaba-que en tus instrucciones a Eli· zondo le hil.br~s recomendado que agote los medios pacíficos para hacer~ntrar en orden a los infelices indígenas, y que em· , plee la mayor severidad con los ladinos malvados que los han lanzado en la vía del crimen. Me sería muy penoso que tu administración s~ ensangrentase, principalmente con sangre de los indígenas que han probado ser útiles y amigos fieles del Gobierno cuando son bien. tratados."

- En la misma carta, y mucho antes por consiguienté de que los Jesuitas fueran reconcentrados de Matagalpa a Granada, el señor Chamorro indicaba al Presidente Zavala quiénes eran los verdaderos instigadores' de la revuelta, y alarmado por el tono de ciertos periódicos como El Porvenir y La Verdad, que daban a entender claramente, como si estuviesen al tanto de las intenciones del Gobiemo, que los J esuítas serían expulsa– dos, dedica otro párrafo para disuadir al Presidente de seme-jante paso:

I

"Te diré que no me preocupan los indios. Me preocupa sí el espíritu de oposición a tu, Gobierno, que va desarrollándo– se con fuerza, y del cual, el alboroto de los indios es una de las primeras manifestaciones. El círculo de Matagalpa que, con sus censuras y recriminaciones a las autoridades ha con– tribuído á lanzar a los indios, tiene sus conexiones con los iglesieros de aquí y la pelonería de Rivas (170); y mucho me temo que, si no tomas posiciones para poder obrar con ener·, gía, nos veamos envueltos en serias dificultades. Opino por– que se empleen medios pacíficos eficaces para calmar pronto ese alboroto; porque si se prolonga, no es improbable que los vecinos, para quienes la regularidad y decencia de este Go– bierno es una paja en el ojo, quieran intervenir, favoreciendo abiertamente el descontento, o, lo que sería peor, traidoramen– te fingiéndose amigos, como hicieron con Arias. (171) "Creo que algo se tramita en Guatemala para perturbar la paz de Centro América y deben aprovechar los movimien– tos revolucionarios y las tendencias de la prensa nicaragüense para lanzar a este Gobierno en las vías de violencias y des" órdenes que han recorrido los otros. No olvides que el mayor blasón de Nicaragua, lo que le ha captado la estimación de los demás pueblos, es su respeto al derecho y a las garantías de todos. Entrar por un espíritu de servil imitación en la mo– da de expulsar a los Jesuítas, sin comprobarles un acto con– tra la tranquilidad pública, a pretexto de que profesan ideas contrarias a las tendencias del siglo, nos haría desmerecer en el concepto de la gente sensata del país y de otras partes. La Francia republicana, sin embargo de tener en las órdenes religiosas formidables antagonistas, ha sido severamente cen– surada por el mundo culto; y si varias naciones la han cen– s!,-rado abriendo sus puertas a aquellas víctimas de la violen-d

CIa , ¿qué se diJ:'ía de nosotros, donde es imposible la forma e Gobierno a que ellos aspiran? . . "P~r ptra parte es muy conocido el espíritu del revolucio. nano mcaragüense: procurará lanzar al Gobierno por un sen· dero }ortuoso, para atacarlo cuando no pueda pisar en firme. Respecto a los Jesuítas, ya los hemos visto (a los libe– rales) defender su causa; y veo con la mayor claridad, que el

d

i

170 ) E~ Rivas habia un partiqo llamado de los pelones. Era una rarna

P:S pr~greS18m::J pe:o hacía mejores migas con los iglesieros de Granada, a

d ar e que Dl~tlngUe a los pelones su espirit~ anti"católico. Pasan to– GOs e!los por famosos racionalistas y furibundos 'c!er..fobos". (Enrique

1~~1l1)an'DArt6~ulo "La ~~rre de Babel" El Diario Ni~aragiiense, Mayo 'de • e alh la expreslOn del texto; la pelonería de Rivas.

éx~I7~t En 1875 el Presidente de Costa Rica, Gral. Guar,"ia, envi" una Pr e~clon revolucionaria a bordo del vapor "General Sherma~"" contra' el

<ll\:~r~nte de Ho,,:d~ras do,! Céleo Arias. Guatemala y El Salvador man–

rellunci~as A

:,-uxlho de A';lll.s, y de?elan la facción; pero después piden la ,de,POPiln, a 1"Ias, y como este la mega, vuelven sus ,arma& contrl1o él y lo

dia qu.e el Gobierno IldC)ptara la m!:dida ,911e aC()Dl'lejanseria.n l()!l prI!1'~rO$ en aprC)vechar el rescntimiei,tto generál,' cil,le:' ~ila

producIrla. ' '.' , , """ . ':," . ,,' "Tál yez me expreso mal: DO temo qUe te laIi~el\ l~s

lUsensatos, lillno ver, en el tono que asumen ciertos périó<lic()s prillcipalmeitte el último número de El Porvenir, un indicio 'dé que hayan leído tus disposiciones, y de que se apresuren a salir al encuentro de tus deseos. '"

"En conclusión, quiero que te fijes en el último número de El Termómetro. La. correspondencia de Granada es de la misma fuente de aquel famoso papel que hizo reproducir José Maria (172) en El Porvenir. Por ella verás que ese círculo qlle, forma causa común con los demás círculos opositores no~

confunden en un común anatema, a tí, a mí y a El C~ntro

Americano". (173) ,

el. Los motivos del Presidente ,ZavaJa.

La contestación del Presidente Zavala a esta carta consta en dos que ilirigió al Sr. Chamorro. En la primera de ellas el Presidente atribuye la verdade))a causa de los sucesos de Ma– tagalpa a las rivalidades de dos 'caudillos que se disputaban el predominio en el departamento; y en ambas se encuentran las razones que tiene el gobernante para perseguir a los Je– suítas. Dicen así:

"Manag"\la, •20 de abril de 1881.

"Mi querido amo Pedro: El Dr. dárdenas me entregó su apreciable del 16 del corriente, contestando la mía del 11 del mismo.

"Ya sabe Ud. lo que me escribieron los indios de Matagal. pa, cuya rebelión podemos darla por terminada, aunque la verdadera causa de esos desgraciados sucesos quedará siem– pre viva en Matagalpa, cualesquiera que sean los esfuerzos del Gobierno mientras vivan también Don Benito y Don Na· zario (174) pretendiendo cada uno el dominio del departamento y explotando a su vez la ignorancia y el fanatismo. "Los Jesuítas, como en todas partes, den o no den moti· vos son en Matagalpa ,especialmente hoy un elemento de di. visión que concurre indudablemente a impedir la marcha. re– gular de la cosa pública. Obsérvenlos también ahora en León h'aciendo una guerra al Colegio de aquella ciudad, con el pre: texto de tilles o cuales palabras pronunciadas por uno de los profesores. Yo no tengo hasta ahora una opinión bien for– mada sobre este grave asunto, y aunque comprendo como Ud. que el respeto a las garantías ha sido uno de los Jll.ejores tí:

tulo~ a la consideración y al respeto que se ha merecido el Glilblerno, hay que por otro lado, considerar la responsabilidad que tendría si por llevarla hasta el extremo sufriese el país los males directa o indirectamente ocasionados por la conduc– ta de los Jesuítas.

"Sería conveniente que Ud. escribiese al Obispo Ulloa so-bre estos asuntos." ,

Luego explica así por qué no envió El Centro Americano cierto opúsculo que salió en El Porvenir:

"Yo no he dejado nunca de poner en conocimiento de Ud.

t?~O lo que ha sucedido en ~l. Gobierno de alguna significa– ClOn, y naturalmente, al escrIbIrlo a Ud., he entendido comu· nicarlo también a don Anselmo. Si Fabio (175) recoge noti– cias de gacetilla, adivina unas e inventa otras, no puede ser cargo cont~a mí. .El opúsculo, "C~estión Religiosa", que real. men!e habIa querIdo que lo publIcase El Centro Americano lo dI enseguida a El Porvenir, porque, reflexionando más, y observando el giro que iban tomando las cuestiones de Mata· galpa y León y el participio que toman o se les atribuye a los Jesuítas, a quienes el escritor del opúsculo ataca franca y severamente, creímos que era mejor no complicar de ningún modo a don Anselmo ni al Partido por la actitud de El Cen– tro Americano.

La otra carta dice así: "Managua 8 de mayo de 1881.

"Estimado amo Pedro: Por fin el Go~ierno se halló en la

necesidad de sacar a los Padres Jesuítas de Matagalpa, con– centrándolos a esa ciudad (Granadlll). Dos graves considera– ciones exigieron esa medida. Probado evidentemente que ellos habían establecido un convento en el que hacían vida c!JmúlÍ

(172) Probablemente José María Juárez.

(173) El original del borrador, en el archivo del Dr. Pedro Joaquín Chamorro.

(174) Benito Morales, Nazario Vega.

(75) Fablo Carnevalini, Direetor de El Porvenir.

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