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« Previous Page Table of Contents Next Page »ra Y tolerante, se e~p.meel Gobierno a émplear los recursoS de la Nación e~ m~idaspurame~te luecáutorias. .... . . . '''Vosotros sabel~, H,~norabl.es J;tep~~entantes, que los dos
rimer~!l años de mi perlod~ constitucl.ona!, fueron empleados
~a8i exclusivamente en.conJurar ~onspJraclones alentadas por la impunidad. En esamgrata tarea, que excluye todo p~nsa
miento 4~ mejora, !!~ gastaron muchas de las fuerzas nacIOna– les sin "mguna utilidad ~ara. los pueblos, los cuales. se man– tuvieron en constantes agItaciones y zozobras, y tuvieron que hacer cQstosos sacrificios. Aprovechémonos de la experiencia del pas~do. : .
. "Va, pues, Señores, a recibir el Poder Supremo el escogI– do por l~s pueblos para la admini~tración de SUB negocios. Si no le falta «:1 apoyo de vuestras l¡(ces: .s~ vue~tr~s sabias deli– beraciones tien~en a .~esarroII!ir el esplrltu public:o y el amor patrio de los mcaraguenses: SI al ratarse de los I~te~es~s ge– nerales preside en los Supremos Poderes la armoma mdlspen– sable a la consecución del fin cOll\ún para que están instituí– dos tengo confianza de que, durante el período que empieza,
dar~ Nicaragua grandes pasos lIacia los altos destinos a que está llamada.
"Réstame, Honorable Representantes, protestaros y pro– testar a la Nación entera: que aunque alejado de los negocios públicos, jamás olvidaré mis deberes de ciudadano, y como tal estaré siempre dispuesto a concurrir en la línea que me quepa, al sostenimiento de nuestro edificio constitucional. "Managua, Marzo 10. de 1879.
(f.) P. JOAQUIN CHAMORRO." (165)
Desde que don Pedro Joaquín Chamorro descendió del po– der se comenzó a hacer justicia a su laboriosidad como admi– nistrador y a su patriotismo como gobe-rnante. No citaremos las frases del nuevo Mandatario, ni las del Presidente del Congreso, que esas podl'ían estimarse como simples muestras de obligada y protocolaria cortesía. Diremos las de aquellos que por estar afiliados a un partido de ideas opuestas a las del señor Chamorro, se pueden considerar como completamen–
te imparciales.
El Ledo, D. Buenaventura Selva, el candidato liberal de oposición a don Pedro Joaquín Chamorro en las elecciones de 1874, y revolucionario contra su Gobierno en 1876, decía en un discurso de salutación al Presidente Zavala el día que el Sr. Chamorro entre.gaba el Poder:
"La Academia (científica de Occidente) me ha encargado manifieste en este acto solemne, su viva complacencia al ver la silla del Ejecutivo ocupada dignamente por el Gral. Zavala, la silla que --el Honorable Pedro Joaquín Chamorro os deja afianzada sobre elementos de paz y progreso.
"En efecto, señores, la Administración que termina se ha distinguido por varios hechos de suma importancia memora– bles para la historia: la tranquilidad en el interior; la digni– dad y la buena inteligencia en el trato con las naciones extran– jeras; la armonía y la fraternidad en las amistosas relaciones con los demás estados centroamericanos, y mejoras concluídas o iniciadas no sólo en el orden material, sino también en el político, económico y social". (166)
Por lo que hace a la política de conciliación, el Sr. Cha– morro tuvo un éxito laudable en borrar casi por completo la tradicional rivalidad entre León y Granada, hasta el punto de que, más tarde, en 1886, cuando BU nombre- volvió a figurar entre los candidatos a la Presidencia, ganó las elecciones en León; ciudad donde, en 1874, había sido rudamente combati– do y completamente de-rrotado. , Pero es un liberal, historiador de nota, el que nos va a decir los felices resultados de esa politica de conciliación eIli– caminada a disipar los odios localistas que en más de una ocasión habían costado tanta y tan noble sangre a Nicaragua. . El Dr. Lore·nzo Montúfar, en uno de sus discursos en la 'Constituyente de Guatemala el año de 1879, pronunció estas palabras que tanto honran a los nicaragüenses que empeñaron todo su corazón y su inteligencia en cimentar la paz nacional mediante la reconciliación de las dos principales ciudades que hasta ahora habian gastado sus energías en una lucha cruen–
ta y estéril.
Decía el Dr. Montúfar: "¿ Habéis oído a los granadinos ha– blar. contra los leoneses; Pues en Granada se ha dicho: "es precISo que León desaparezca del mapa; mientras que León no desaparezca del mapa no habrá tranquilidad en Nicaragua."
(165) Gaceta Oficial del lo. de Marzo de lil79.
(166) Publicado en la Gaceta de 1879.
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y en León se ha dieho: "Jnientras que (;ranada-no quede re,–
ducida a cenizas,. no ha~rá libertad. en NJcaragua.'~ i¿
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sehl!', hecho? .¿ Ha vemdo el fraC;ClOn\lffi1ElntoR, ~s~ly,~~ l~
cuestlon? ¿ EXIste, por ventura, un estado de. Leon y Q~O, es. tado de Granada? No, señores Diputados: medidas más. há. biles, medidas de alta política han conciliado todos los ánimos, y hoy, permitidme que lo diga, esa sección de Centro América, que en otra época fue desgarrada por las revoluciones, es el Estado mejor constituído que hoy tiene la América Centra!." Nada extraño por consiguiente que los ciud,adanos dOI\ Perfecto Tijerino, D. Rafael Blanco y D. J. IsidrQ Sotomayor presentaran al Congreso el siguiente proyecto que fue apro– bado:
"Soberano Congreso: Muy noble proceder es el de hacer justicia al mérito y premiar la honradez y abnegación de los buenos servicios de la patria. Esto, a más de estimular para que otros ciudadanos procuren distinguirse en la senda del ha. nor y del deber, tiene una alta significación, patentizando que la patria no es indiferente y que sabe corresponder con gra. titud a los que le han sacrificado su reposo y bienestar~ Gran. des títulos tiene la administraQón que acaba de conc~uir su período para que la Nación coloque a su jefe entre los Bene" méritos de la Patria. La pureza en el manejo de las rentlls, el respeto a la libertad de imprenta y a los demás preceptos constitucionales, el establecimiento del telégrafo hasta poner· nos en: comunicación con las otras secciones de Centro Amé. rica, la introdücción al país de nuevas industrias, la iniciación del primer ferrocarril en Nicaragua, la codificación de los dis. tintos ramos de la Legislación, el ensanche notable a la Ins– trucción Pública, la conservación de la paz, no obstante las muchas conspiraciones a que tuvo que atender, y el respeto que inspiró a las demás Repúblicas centroamericanas con su actitud decidida para la defensa del territorio, cuando todos conspiraban contra ésta, son tí'tulos más que suficientes para que pueda con justicia decirse que la Administración Chamorro ha sabido distinguirse y levantar muy alto la dignidad y pros. peridad de la Nación. Creemos, pues, un deber de justicia pro– poneros el siguiente proyecto."
El proyecto es el mismo que fue aprobado en el decreto que dice así:
"El Presidente de la República a sus habitantes, Sabed que el Co~greso ha ordenado lo siguiente:
"El Soberano Congreso de la República de Nicaragua de. clara:
"El ciudadano don Pedro Joaquín Chamorro, por sus ser– vicios prestados como Presidente, merece bien de la Patria. "Dado en el Salón de Sesiones del Congreso. Managua, maroz 12 de 1879.-8. Morales, S. P.-Manuel Cuadra, D. S.–
Isidro Noguera, S. S.
Por tanto Ejecútese, Managua, marzo 13 de 1879.-Joa· quín Zavala.-El Ministro General, E. Benard."
Antes de poner punto final a la administración de don Pedro Joaquín Chamorro, es portuno l'elatar una anécdota en que aparece ligado el autor de estas líneas, pues ella pone de relieve el carácter justiciero y caballeroso del gobernante. El Ledo. D. Agustín Duarte era Ministro de la Goberna;. ción y Policía y el autor de estas lineas su Jefe de Sección; lo que hoy se llama Oficial Mayor. _ El Ledo. Duarte y el Dr. Modesto Barrios, que también ocupaba alta posición en el Gobierno de don Pedro Joaquín Chamon'o, pI'etendían establecer servidumbre de paso por los terrenos de una finca que el autor poseía en las Sierras de Managua; pero se negaban a pagar la justa indemnización que les pedía. A pesar de que el pleito se seguía ante el juez ordinario, el Ministro Duarte ordenó al Gobernador de Policía, Coronel Francisco Traña, que abriera el camino a través de mi finca, sin esperar el fallo, y que si yo me opo– nía, me trajeoan preso a mi y a los que me acompañaban. El funcionario, antes de desempeñar la coJnisión, dió cuen– ta de ella al Presidente Chamorro, pues nada se hacía sin su conocimiento y consentimiento. Don Pedro Joaquín supo. en– tonces que se trataba de un pleito entre- su Ministro y unem– pleado inferior de éste; revocó la orden arbitraria y me llamó a mí para que le trajera mis documentos y le expusiera el caso. Una vez al tanto de todo, me dijo: . -¿Por qué nQ ha venido Ud. a darme cuenta de este asun– to ya_pedirme que le ayude? .
-Señor, ¿ cómo iba a mal informar a su Ministro? La
cuerda se rompe por lo más delgado--contesté yo.
~Pero conmigo no sucederá así-me respondi6 el Presi– dente-; para mí ante todo es la justicia; no es posible que
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