This is a SEO version of RC_1968_03_N90. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »Al término modernista se le dieron diversas apli– caciones Entró en lo moda femenina, en las decla– raciones de amor, en fa ornamentación y hasta. en la pastelería Se produjo un fenómeno semejante al de Francia en la época en que todo ero "increíble". Era modernista el peinado de una niña caprichosa así como el excéntrico de smoking rojo a lo Frégoli. Tam– bién lo era el galancete que exornara la solapa de su
americana con un enorme crisantemo Eran moder– nistas algunas fotografías. La dama que fumaba en público, era legítima modernista así como la señorita que saliera de paseo por la tarde, para regresar a su hogar a las del alba El modernismo era llamativa, magnífico
El citado Pompeyo Gener aseguró que la Exposi– ción de Parí!s tuvo repercusiones en la vida mundial. Como reflejo en el Istmo hubo un movimiento de euro– peización, principalmente en Guatemala El anhelo era convertir las e.iudades en pequeños Parises Se abrieron grandes almacenes de modas Llegaron óperas italianas con bailarinas enloquecedoars Arri– baron peluqueros de Italia, las barberías dejaron de ser covachas de bárbaros sacamuelas En los bares
aparecieron los primeros code/es y el champaña fue bebida predilecta de los cafetaleros enriquecidos Los celos empujaban a un amante arrojar vitriolo en la ca– ra de una primadona Y paralelamente a tal euforia, instalábanse casas de placer, provocándose un escán– dalo en la sociedad vieja en choque con otra despreo– cupada y modernista
Un fumadero de opio no se hubiera encontrado ni en los puertos Nadie conocia el hachich ni otros narcóticos Por otra parte cabe apuntar, que en me– dio de tal euforia semi elegante y cursilona los líricos, por su pobreza, seguían ingiriendo aguardiente. Exal– taban el arte moderno, pero vivían a lo romántico Antes que discípulos de Verlaine lo eran de Espron– ceda, circunstancia prolongada hasta cerca de 1914 Como espectador asistí en tal período a una fiesta de líricos y estudiantes de medicina semi locos Su sen–
sación máxima estaba en beber alcohol en una cala– vera, como nota romántica y tenebrosa Simplicidad lírica de 1910
Se inició pronto el arte llamado autóctono, con manifestaciones en la literatura Chocano en el Ist– mo fue su corifeo, habiéndolo todos aceptado como el poeta de América, sin proceder para ello al examen riguroso de tal expresión El peruano vio en el indio al único componente racial del Hemisferio, olvidando al negro, uno de los elementos de la poesia moderna de Cuba Además se olvidó que estos paí'ses de mes– tizos están gobernados por los mismos Por otra par-te cantó a una América colonial Los derechos del indígena nunca le conmovieron El México de Cho-cano, fue el de doña Marina y de Hernán Cortés y no el de las luchas por la Independencia y de las agitacio-nes revolucionarias de un cuarto de siglo El poeta de América hasta hoy no ha aDOI ecido El autor de
Afma América pudo ser el de los volcanes, de los caci– ques, de las magnolias, pero nunca el del Continente en donde se funden numerosas razas y hay fermentos
53
de ozonadas y conmociones sociales América está lejos del caimán y de Pizarra
Vuelvo al tema de la neurosis Ningún docu-mentos más precioso para el estudio del desequilibrio mental entre los líricos que la novela Una Vida, del prosista y poeta Rafael Arévalo Martínez El perso– naje es un niño enfermizo abatido por los venenos de la literatura morbosa exótica, opuesta a la sana y ver– nácula Tiene el carácter de autobiografía profunda, más valiosa que pretensiosos tratados científicos sobre la locura exaltada o la melancolía Transcribo algu– nos pasajes
En mis regordetas manos de niño enraizó así el libro; y debe ser una planta maldita, pues pronto fueron largas y delgadas Hoy mis manos de hoxnbre apenas pueden sostenerlo Ya era el señor Rector que me sorprendía sa– liendo de la Biblioteca Nacional, con un libro bajo el brazo Ya un profesor tnás inteligente que sus congéneros, que tonlaba de mis manos "La Investigación de lo Absoluto" o "El Dodor Pascal" y edificaba luego a la clase, hablando una hora con voz indigna de la infinita tristeza de un niño que a los diez años lee a Zola o a 8alzac
La novela expresa cómo el alma de un niño se transforma en ser inútil para la vida El lírico es pro– ducto formado por un medio místico, las lecturas y el aislamiento El bovarismo más tarde puede avivarse por el uso inmoderado del aguardiente, como aconte– ció a Olivares y a Mixco Nada más impresionante, emotivo y sencillo que la descripción de Arévalo Mar– tínez, quien siguiendo método diferente a los de otros novelistas del Istmo, describe las inquietudes psicoló– gicas de sus personajes antes que la naturaleza cir-Lundante Expresa el buceador de almas
Y pór úliimo, el lecho del dolor que aguar– da a todos los que están enfermos desde niños del mal de lo absolufo Un médico que me declaraba incapaz para el estudio, la sociedad que tne declaraba incapaz para vivir Y ésta es mi triste existencia de no ser nada, de vivir en mi infinito egoísmo, de contar las pulsacio– nes de mi dolor Y a la postre, corno remaJe, tres palabras que lo definen todo, ql.le lo hacen comprensible todo: un poeta decadente más. un poeta hispanoamericano más
La literatura americana ha limitado en parte la neurosis, Chocano hizo bien en tar sentido Mas el hecho de inclinarse a las obras del Continente, no ha de implicar ni implica desconocimiento e ignorancia de las obras europeas éstas, al par que flexibilizan el pensamiento, universalizándolo, evitan el lamenta– ble y odioso regionalismo en el arte Ahora precisa inquiril ¿qué nuevas tendencias de literaturas, qué nuevas inquietudes intelectuales sacudirán a la juven– tud del mundo después de esta segunda guerra de las naciones? En vista de las dolorosas experiencias, sabremos sí evitar las literaturas morbosas, incompati– bles con nuestro clima y nuestra constitución orgánica Sólo así aliviaremos el complejo que según Arévalo Martí'nez está agravado por el alcohol, la sífilis y el paludismo siniestro tríptico centroamericano, deter– minante de la locura de políticos, caudillos y literatos
This is a SEO version of RC_1968_03_N90. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »