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« Previous Page Table of Contents Next Page »ca sobre los Borbones -dice el historiador Federico Hernández de León- tuvo puestos de importancia en el nuevo régimen secretario de la Gobernación en Sigüenza y Gobernador de Huesca Fracasada la Re– pública de su amor y de sus sueños, pasó a América a servir lo cátedra de historia de lo Facultad de Leyes de Guatemala Intervino en la político y en la redac– ción de [os códigos en colaboración con prominentes juristas, como don Lorenzo Montúfar Editó libros Lo España republicana aun no ha sacado de las som– bras lo figura de este varón austero que América ab-sorbió Daría dijo de él en justo elogio
Pujol, que si ha denlOstrado pensar profun– damente escribiendo con fecundidad maravi– llosa obras hermosas, también tiene en su a1ma fuego de artista y nobles entusiasmos
Don Valero Pujol, en medio del escepticismo que privaba sobre la potencialidad lírico de Daría, apun– taba " que a las musas que tanto lo quieren pídales que por excepción me inspiren un método para hacer mi pr osa ideal" Preconizaba nuevos laureles para el admirable poeta que años después sorprendería a España y a América
En el campo de la lírica centroamericana impera– ba el poeta cubano José Joaquí'n Palma Había lle– gado al istmo tras los movimientos abortados de la independencia isleña Durante las duras y glorio– sas jornadas de la manigua fue el canior sincero y armonioso de las libertades En las horas del vivac recitaba versos encendidos de patriotismo y enardecía así a las tropas mal vestidas, hambrientas y fatigadas Cumplió una función social a lo cual aspiran inútil– mente poetas que buscan para sobresalir, el comunis– mo aunque tengan el alma de insensibles burgueses El escritor Manuel de la Cruz -su paisano- anotó que en el cantor bayamés se realizaba el caso atávico de un trovero Algunos rasgos de la vestimenta de Palma eran a Jo antigua usanza El sombrero de grandes alas, le daba el ire de uno de los soldados es– pañoles en Flandes Aseguró su biógrafo que en Las Tinieblas del Alma se percibía el curioso fenómeno de que en las "estrofas termina el poeta y principia el músico" La melancolía se mezclaba con las impre– caciones patrióticas Toda su obra es LIno elegía, concluyó diciendo el ensayista cubano
Me tocó conocer a Palma veinticinco años des– pués de su encuentro con Daría, en Guatemala Con– tinuaba Palma siendo el poeta arcaico Parecía que su voluntad era impermeable a las corrientes estéticas de Europa Mostraba algunos hábitos de cantor de Provenza melena grande y bien cuidada A veces hacía pensar en los bohemios de Murger, sin por eflo descuidar la indumentaria ni ingénita elegancia Fue en la población tropical de Escuintla en donde admiré por primera vez a ese aeda El paisaje lleno de pal– meras, le recordaba algunos de fos rincones de su isla amada Se acercaron a saludarlo varios literatos, de temporada en esa zona Palma con gran facilidad y voz sonora, improvisó admirable décimas Declama– ba con el tono de un profeta y de un místico Recal– cando tales características Darío habló de él en algu-
nos de sus libros Lo mencionó en Los Raros al elogiar a Martíl y lo evocó al recordar la escena en que un bárbaro general Sánchez iba a bombardear Guate– mala a media noche desde un fuerte, con el úriico pro– pósito de dar un espectáculo a sus poetas amigos Daría en Los Raros aseveró
Aquel destierro dura para algunos que no han dejado sus huesos en patria ajena o no han vuelto ahora a la manigua José Joaquín Pal– ma que salió a la edad de Lonhengrin, con una barba rubia corno la de él, y gallardo corno so– bre el cisne de su poesía, después de arrullar sus décimas a "La Estrella Solitaria". de repú– blioa en república, vio nevar su barba, siempre con ansias de volver a su Bayarno de donde salió al campo a pelear, después de quemar su casa.
Palma nunca hizo bohemia estrafalaria. Tam– poco se aficionó a las bebidas embriagantes, aunque el uso inmoderado del aguardiente era obligatorio para los poetas del trópico Los modernistas como oían que Verlaine era dipsómano, por su parte agotaban los "nepentes" El novelista Enrique Martínez Sobral en su novela Alcohol, inspirada en una obra de Zola pretendió presentar la silueta de un poeta moderno en las fronteras del delirium tremens En pequeño, se realizaba en nuestlo medio la lucha difamatoria entre naturalistas y simbolistas de París Los citados en primer término atribuían a los otros la tendencia a odiar la naturaleza para refugiarse en los artificios Pregonaban que sus contendores estaban atacados de neurosis, sin estimar que las enfermedades mentales también desequilibraron a grandes escritores de la es– cuela de Medan Flaubert fue presa de terribles ob– sesiones Es conocido el caso de Maupassant víctima de El Caballero Orlo Octavio Mirbeau, durante sus ataques de epilepsia se arrojaba en los establos bajo la pata de los caballos En estos literatos así, el alco– hol no influía, sí el exceso sexual, la sífilis hereditaria o la adquirida Faltaba la tabla de salvación de doc– tor Ehrlich con el milagro del 606
Al publicOlse en Guatemala la segunda edición de Azul los escritores nunca pensaron en el enorme influjo que esa obra literaria tendría sobre la literatu– ra de España y América Algunos imaginaron que era sólo un libro de magní'ficas descripciones, de le– yendas griegas, de temas flanceses y orientales En poesía se imitaba a Quintana y a Espronceda Enton– ces a juicio de muchos, para ser un buen escritor pre– cisaba ajustar los versos al ritmo de determinadas sílabas Las fuentes únicas de inspiración eran los capítulos de la retórica del salvadoreño Francisco Casiañeda En honor a la verdad, debe afirmarse que los románticos rompieron la monotonía de la lite– ratura rígida Sus exclamaciones patrióticas tuvieron importante rol en ese sentido A su vez, los natura– listas, pregonaban que no sólo era necesario tener la técnica del idioma, sino conocer ciencias, bellas artes y costumbres un literato debía de ser versado en so– ciología, economía y psicología, esta última en estado embrionario También precisaba estar en contacto directo con ros hombres, separándose del mundo ficti– cio de las lecturas
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