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« Previous Page Table of Contents Next Page »LA HISTORIA DE
NICARAGUA
A TRA VES DE LA
EDUCACION
Decía Confucio, que lo que está mal y no cambia, puede considel arse definitivamente malo Este pensa– miento de ese ilustre filósofo, nos obliga a meditar, a hacer una levisión de actitudes y acciones, que nos se– ñala nuestra historia a fin de mejorar, de superarnos, de evolucionar, tomando como base de comparación los acontecimientos ya posados, tanto pala no incurrir en lepeticiones de los mismos errores, como para procurar la consecución de mejores metas que den lugar o alcan– zar un glado de felicidad más avanzada
Aceleremos la marcha de la investigación y estu– dio del posado de nuestra cultura y de nuestra educa– ción; conozcamos su origen, sus antecedentes, las djfi– cultades de su desenvolvimiento y desarrollo; a los ges– toles y responsables de su marcha, sus resultados posi· tivos y fracasos, para que conozcamos nuestra Historia Patria a través de la educación y la cultura, ppra abrir un nuevo capítulo en ella; porque si es cierto que poca o casi ninguna ha sido la preocupación por desentra– ñar los mitos y leyendas que se han forjado alrededor de los acontecimientos históricos nuestros, también es cierto que la ha habido en menor grado, por señalar los jalones determinantes en nuestra educación nacional, por apreciat su grado de desarrollo en períodos determina– dos, por conocer sus diferentes estructuras, por evaluar sus resultados dentro del medio social donde se ha de– senvuelto, por señalar sus proyecciones dentro de la cultura nacional y su influencia en el desarrollo históri– co de nuestra patria
Si necesario fuese que duplicásemos el gasto de nuestras energías pat a ello, deberíamos proceder de in– mediato, pata que esta nueva juventud, que ha de te· ner en sus manos la dirección de la educación de los hijos de Nicaragua, tenga más oportunidades de servirla y de mejorar
Es necesario que la Academia de Geografía e His– tolia, tome como tarea el estimular en la Juventud el mejoramiento de aptitudes, sobre todo las del espíritu de observación e investigación; si la uno o la otra no hay educación posible, sobre todo ahora que estamos en una era en que el desarrollo de esta actitud es de. terminante para la ubicación de un pueblo en el con– cierto de los naciones, y nosotros no debemos quedar a la zaga, porque como decía el Poeta "si pequeña es la patria uno grande la sueña", y por tal razón no debe– mos de¡ar de contribuir para que el maestlo, ese soña· dar que tiene en sus manos [a conciencia frágil y plósti– ca de) niño, Id moldée, dándole facetas y aristas que le permitan ser útiles y que contribuyan al engrandeci– miento de la Patria.
Si difícil fuere el ¡ntel narse en este camino, para abrir un nuevo capítulo, como dije, en nuestra Historia Patria, señalando los acontecimientos de la educación y la cultul a, no lo sería tanta como en nuestro caso, don–
de contamos con elementos de juido, que si es cierto que se encuentran bastante dispersos y desordenados,
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MAURIClO PllI.l.a.rS
sí son abundantes y ricos, que es necesario aprovechar: recogiendo, c1osificando y seleccionando la documenta–
ción, a fin de poder oflecer a las juventudes futuras algo nuevo y nuestro, que estoy seguro lo recibirán con más agrado que las informaciones que actualmente se les presentan, que las toman con frialdad por estar des– ligadas de su situación histórica Unos pocos ejemplos bastan para ello:
FRAY FRANCISCO DE BOBADILlA
Si se habla del desarrollo de la educación de los pueblos primitivos, por qué no aprovechar la investiga– ción de Fray Francisco de Bobodilla, en los prime– ros años de la Conquista de NicOlagua, bajo el Gobierno de Pedradas Dávila, que celoso éste de Gil González, descubridor de estas tierras, del Capitán Francisco Fer– nández y de Diego López de Salcedo, que habían he– cho bautizar a muchas gentes, ordenó a este fraile mer– cedario examinar a algunos indios para ver cómo sen– tían la fe y cuáles elan sus creencias, habiendo sacado como conclusión, que los conocimientos los trasmitían los Güegües, de generación en generación de los ma– yores a los menores, de unos a otros, mandándoles que "lo tengan en la memoria para que los dejen a sus hi– jos cuando los tengan, o aquéllos los deien después a los níetos, de manera que no se pielda en la memoria"; o también consultar a Daniel Brinton al referirse a la rama Nahuatl, en su obra "La Raza Americana", donde informa que "la clase sacerdotal estaba encargada a los jóvenes de alcurnia, que era dirigida con cuidado y se– veridad; que a los jóvenes se les enseñaban ejercicios marciales, historia nacional, cantos y danzas religiosas;
y las niñas eran instruídas en las obligaciones familia– les, preparación de comidas, manufacturas de telas y ce– rámicas, y en las virtudes de la vida domástico"
FRAY PEDRO DE ANGULO
Si de fundación de centros escolares se tratare, te– nemos el ejemplo del Dominico Fray Pedro de Angula que junto con el Santo defensor de los indios, Bar– tolomé de las Casas, fundó el Convento de San Pablo en León, para adoctrinar a los indios.
Asimismo, por Real Cédula <;le I 3 de abril de 1534 el Emperador manda que los indios de cada pueblo o barrio, edifiquen las casas que les parecieren bastan– tes para que los clérigos puedan cómodamente vivir, que éstas estén anexas a las iglesias y que se ocupen en la instrucción y Ja conversión de Jos indios, y que no se puedan enajenar ni aplicar a otros usos Y así el 24 de Noviembre de 1537, la Reina expide cédula en Vallado– lid a fin de que se ordene al Gobernador de la Provin– cia de Nicaragua, para que con el parecer del Obispo, se construya una casa en donde los naturales sean en– señados en la fe y en costumbres cristianas, y que en esta construcción participen los indios comarcanos con la menor velación posible, estableciendo desde esa épo-
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