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Iinca, quizá pueda arrojar mucha luz sobre esos proble-Inas de IQ exisrencia diaria del hombro primitivo en esta parte del mundo.
No obstcmte, retrocedamos unos cuantos miles de CIñas lt.. ,sta unas pecas horas antes de que las huellas flleiCm impresos. Los hombres, mujeres '1 niños de Ma– nagua en eso época remota, estaban siguiendo su vida diaria, nodurna o diurna. En la memoria de aquellos que enlonces vivían levemente activos, pero tal activi– cIad no había roto sus vidas normales. De momento po– siblemente con algún aviso, uno de estos tres volcanes hizo erupción y arrojó afuera una gran ccmtidad de ceniza, (capa No. 2 en el diagrama adjunto). No hoy ninguna duda que estas cenizas cayeron como lluvia desde el aire y cubrieron una área considerable al oeste
y liarte de Managua. Siguiéndole 105 falones a esfa erupción de ceniza, una corriente de lodo (técnicamente conocido con el nombre de "Lahar") corrió por las lla– nuras olrededor de Managua, inundaron una ancha re– gión y echándose al lago. Cuando las cenizas cayeron del aire y los lahars corrieron sobre la tierra, ambos es– iaban ya bastante fríos, pues ramitas, hojas y otras ma– terias vegetales que se encuentran con el/os, no tienen ninguna señal de haber sido carbonizados. Poco des–
pués de que el lodo dejó de moverse, la gente y los onimales comenzaron a caminar a través de él e impri– mieron sus huellas en el material que rápidamente se solidifitabo. Se dice "poco después", porque los depó– sitos dejados por lahars tienden a endurecerse rápida– mente. Depósitos algo similClres cayeron sobre las la– deras de Lassen Peak en California en 1915 y después de pocas horels era muy difícil imprimir una huella en ellos con los pies.-lahars que caen desde '05 volcanes de Java, se sabe que se comportan de la misma mane– ra A propósito, los depósitos de lahars de Managua, son sumamente parecidos a los que enterraron a Hercu– lano en 79 D. C.
Cuando se echaron hacia fuera la ceniza y corrien– tra de lodo, se debe presumir que la gente de la vecln-
dad cstobcm aterredas en diversos grados, pues esla erupci6n seiíaló el comienzo de un nuevo ciclo volcánico que hobía sido precedida por un largo intef\lalo de re– lativo quietud. Sin embtlf90, ju:zgando por huellas vis– tas en ulla ar:cha área, lo confusión de que fué presa la genie, habíu terminado cucmclo ellos caminaban en la (orrjeule de lodo. No iban corriendo, sus pasos eron cortos, y notablemente regulClres en disiancia y direc– ción. Comentarios antel iore~ publicados concernj¡~ntes a las huellas, lo mismo que la creencia popular, afirma– ban ron énfasis que la gente iba "huyendo" del volcán. No exista tal evidencia, sino que por el contrario, se han observado huellas yendo, no 5010 en dirección de los volcanes sino hacia todos /05 otros puntos cardinales también. En reCllidad, si nosotros hoy en día nos en– frentáramos al problema de huir de una erupción tal, nos encaminaríamos rápidamente hacia un punto alto del tc!rreno o hacia el lago. Ciertan1ente, no hubiera hClbido mejor lugor para buscar refugio que bastante adentro del lago; sin embargo, muchas huellas preser~
vadas a lo largo de la costa del lago apuntan aleján– dose del raga hacia los volcanes. Uno puede ver por
105 huellas ahora conservadas en Acahualinca, que la gente se hundía en el loclo a diversas profundidades. Esto puede significar que algunos Individuos pensaban considerablemente más que otros, pues es posible que algunos fuarcm llevando cargas pesadas, según lo indi– co •• 105 pasos cortos Indudablemente, sin embargo, un elemento de tiempo está presente en las huellas expues– to:s y conservadas en el sitio. Mediante un exámen mi– nucioso, uno puede ver que las buellos más profundas, que efectivamente atraviesan la corriente de lodo hosla al ceniza subyacente, fUeron impresas antes de que de– ¡me de correr el lodo depositado. Se hace notar tam– bién, que los individuos no se hundieron en la corrien– te de lodo hasta una profundidad uniforme. La situa– ci6n, enlonces, en esta área expuesta, es que se ven nu– merosas huellas de gentes yendo en la misma dirección, as verdad, pero los que hicieron estas huellas no pasa-
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