This is a SEO version of RC_1968_02_N89. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »presenciamos hasta donde [legan los efectos de la de– sesperación en varias provincias, y principalmente en la del Cuzco, donde se han retirado los naturales a las montañas Ellos han muerto a millares, comiendo sin discreción raices poco sanas; pero han muerto tambien infinitos de ellos, que se mantenian con el fruto de su sudor Es muy antigua la sentencia, que el que quiere morir, no puede ser esclavizado. Toda la tierra produ– ce Catones y Scévolas, y es mayor el número por des– pecho, que por filosofia
Conozco que al sensible corazón de V. M. le será
insoportable el cuadro de rios de sangre, corriendo por aquellas arenas, donde antes se ha recogido el oro, y llenas de craneos aquellas concavidades, de donde se estlaía con abundancia la plata, abandonadas las tie– rras, y los montes, donde se produce la quina, y otros vegetales Finalizo el pensamiento de la destrucción de las colonias, y su nueva población con este examen O a los colonos se les trataba del mismo modo que a los antiguos, o las leyes les aseguraban una continuada pros– pelidad Si Jo primero, también en su caso se revolu– cionarán Si lo segundo, ¿porque ha se hace lo mismo con los presentes, sin elegir los medios dictados por la imprudencia y el furor?
Queda el último partido, que es el que todo lo consuela, el que si fo hubiese tomado Felipe 29 los Pai– ses Baxos, no selÍan separados de la cOlona de V. M el que si en tiempo se hubiese adoptado por la Ingla– terra, sus colonias no formalÍan un estado, que hoy le hace sombra. y mañana le excederá en opulencia; par– ticJo, que aumenta la verdadera grandeza de V. M y consulta los inteleses de España Es gloria vel el nom– ble de V M Enrique IV Algun genio contará las vil– tudes de V M y el elogio formará un poema superior a la Enriada la posteridad Señor, la posteridad es el juez de los reyes Las ceremonias de Egypto sobre los cadáveles de los monOicas, han concluido; pero el histo–
1 iador libre eleva otro tribunal en que se lée la causa segunda a la casa de Stanaut, y se patentizan los vicios de aquellos Césares, que usurparon el incienso a los dioses Yo pronostico, que los siglos venidores, al recor– dar el nombre de V M se detendrán admirados, no acer– tando con el título, que deba distinguir su incompalOble mérito ¡Que campo tan dilatado se ofrece a la benefi– cencia de V M. en las Américas! ¿Que podrán solicitar, ni pedir, que no sea en aumento de los intereses de V
M? Cuando crezca su comercio, el erario logrará que los derechos se multipliquen con la misma circulación. la libertad de ciertos puertos en diez años, hizo que se multiplicase el producto de estos reinos. Cuanta mayor sea la flanqueza, mayor será la utilidad. ¿Querran que por un término menos idoneo, por una sospecha, no se les conduzca al cadalso? V M está en rigor de justicia obligado a mandarlo
Estoy persuadido que es V M justo y bueno, que se horroriza al oir estas verdades, y se llena de justa indignación contra los Amanes, que toman su sagrado nombre para saciar sus venganzas y cumplir las pasio– Iles mas viles ¿Cómo podré yo creer,' que V M ha de– terminado, que los Americanos no puedan tener bene– ficio eclesiástico, que pase de ochocientos pesos, y que las piezas superiores solo han de poder ser ocupadas por los Europeos? Lo he leido en el censor de Buenos Ayres, cuyo papel public6 el gobierno de lima. Lo he leido tambien en un papel intitulado el Correo de Lon– dres. Allí se refiere, que delante de Cartagena botaron
veinte y quotro capuchinos que. venían a servir de pá–
I rocos Son sacrílegos testimonios y calumnias que se levantan a V. M por hombres infernales Sabe V M que de temer, y no esperar, resulta la desesperación. Si conocen los Ainel iconos, que nada podrían ser en el go– bierno español, y que solo les aguarda el rigor y el caso tigo, ¿como rendirán la cerviz, ni depondrán las armas? Para ser bueno es necesario se una la idea del prove– cho, que se ha de conseguil en la virtud ¿Quien re. nunciada a la natulal independencia, en que Dios le crió, sino estubiera pelsuadido de las ventajas que ha de loglar en la sociedad? No es necesario leer el con. trato social de Rousseau, ni de locke, para distinguir las obligaciones y derechos de los monarcas. Todo se halla en las leyes, que V M. ha jurado al tiempo de su sagrada inauguración Alli se dice, que el imperio fue constituido por las gentes pala que se les gobernase en justicia; para quitar muchas discordias; poro que se hiciesen leyes, y se juzgase derechamente por ellas; po. ra castigar los malhechores, y para amparar la fe cató. ka Si el rey D. Alanzo distingUe al monarca del tira· no pOI su modo de gobernar, ¿qué injuria mas terrible, que la que se comete por las autoridades de América, auministrando de tal modo, que degradan a V M del sublime caractar de vicalÍo de Dios, pOlo constituirlo en la clase de los que se apodelaron del trono por la fuer. w?-ProcuIClf la ignorancia y el temor de los pueblos, enemistados entle ellos mismos, reducirlos a la últim~
misel ia, estas son las maximas de los que, sin derecho, se quieren erigir en soberanos, y aun pOlo ellos no son seguras, y faltan muchas veces, como not6 Machiabelo, en su tratado del Príncipe, y en las décadas de Tito Lí–
vio Se quitan de las manos de los naturales de estos teinos los libros, que los pueden ilustrar, se les obliga a combutir unos contra otros, se les empobrece con con– tdbuciones ordinarias y extraordinat ias, ¿y el efecto? el mismo que dice ese político: convertirse al fin todo en conlla del que los degrada; reunilse para formar un solo egélcilo
No se contentó <.on esto el bárbaro furor. De pue– blos enteros, ya no existen sino las señales, que han quedado de las cenizas con el agua, para monumento eterno de la crueldad de los que se llaman gloriosos re· conquistadores Familias enteras, que gozaban con las lentas de sus fondos una vida la mas cómoda, que pue– de plesentar la sociedad, ya lloran en el abatimiento
y en la miseda. En Moquegua, villa opulenta, las con– tri buciones extraordinarias, y sin proporcion, la falta de mulas necesar ias a la conducción de sus aguardientes a la Paz, Oruro, y Potosí, las reduce al estado deplora– ble de no poder levantar sus cosechas Pierde V M. por una mala política de estos Gobernadores, los gran– des derechos, que aguardiente y vinos producian en a<juel rico partido, y los propietarios anuncian en sus vo– <.es, en sus rostros, y en sus cartas el estado en que se hallan de desesperación En Ja Paz se puso un impues– to formidable a la coca, vegetal sin el que el Indio no puede vivir. Como las facultades de estos pobrísimos Indios, apenas alcanzan para 10 absolutamente necesa– rio, compran por doble precio la mitad de lo que antes se les vendía, y lloran sin consuelo al ver que son me– nos que los brutos, pues no pueden saciarse, ni de la yerba que producen los campos En lima se ha grava– do el pan, el sebo, y las casas; es decir, aquellos ramos a que nadie puede renunciar. No será al poderoso grave el impuesto; pero al pobre, que tiene diez hijos,
38
This is a SEO version of RC_1968_02_N89. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »