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y El DESNUDISMO
EDMUNmlO RIBADENEHRA
Escritor Ecuatol iano
Muchas SOI1 las personas que, despectiva o desde–
¡¡osellnen~e, se (lItan de hombros o fruncen la nariz, cuan–
do oyen, no siquiera una canción interpretada por los Beatlas, sino simplemen'e su curioso nombre de guerra:
e~to es, BeaHes.
Lo que asoma en tal caso como la mecanixacién de una repulsa grotuitc o apriori, combina tambi4n la su– plJesta superioridad de aquellas persones con prerroga– tivos culturales que se pretende exclusivas y, por encle, determinantes.
y los Bcafles, por desgracia, no resultan ser sino, en el criterio de muchos moyoras, unos cuantos jóvenes eslrr.¡falarios y alocodos, cuyo mal gusto musicol es a la vez un desr,¡lante social que no se puede ni debe ad– milir bajo ningún concepto.
Los Ileatles, sin emb:srgo, no constituyen un proble– ma que pueda explicarse a base de menosprecio o de alguna otra manera igualmente simplista. Su aparición
y su fabuloso arrastre entre enormes masas juveniles ele toclo el munelo, no pueelen tomarse como Ulla cosa su– perficial, interpretarse como una excrecencia de una so– ciedad cuyas tradiciones dicen encarnar y proteger los odultos engreídos, contra lodos los intrusos y advene– dizos.
Gestados en la entraña misma de nuestra época, fos BOCltles y todos los grupos que les siguen e imitan, los pandillas juveniles que sólo atinan a expresarse por medio de la violencia, elue contradicen con suciedad y
mol olor la sospechosa higiene moral de las clases do– min:;tntes, los rebeldes solitarios que deambulan de un laelo a otro tocados todos por el signo de la protesto, sólo pueelen ser el fruto innegable de una sociedad in– dustrial, antidemocrática y opresiva.
Con todos los errores y excesos -antiguamente sin causa, al parecer- los rebeldes actuales -se ha dicho– so han lanzado contra la caduca y falsa fórmula de vi– da predominante y suelen ser considerados, por ello, como peligrosos factores de oposición con tendencia -¡lara C011l10- a la lucidez revolucionaria.
ORIGEN Y PROBABLE EXPLlCACION
Entrando en el origen de los Beatlos, éstos forma– hon parte en 1955 de los llamados "liverpudlian, es decir muchachos de Liverpool, más o menos unos 20 mil, organizados en 400 grupos. Eran jóvenes cmarquizantes que gustaban de tocar la guitorra y cantar, y que, en medio de la despreocupación y el jolgorio que parecían iustificor su existencia, no hacían sino rumiar su incon– formidad y su desesperanza.
Un tiempo se denominaron algo así como "explo– tadores o omigos de lo desClgradable". Luego se lla– maron "perros de la luna" y, finalmente, por inspira– ción de John Lennon, estimado como el intelectual del equipo, nació la palabra beatlos, que no es sino un juego entre beetle -que significa escarabajo- con beat -sílaba inicial de la palobra beatnik.
En cua nto a beatnik, son tres los orígenes o signifi– wdos de este término. En primer lugar, parece derivar de beaten, que quiere decir oprimido, abatido (por cul– pa, probablemente, ele una civilizQción minada por el
cm~omClt¡smo y la ClmenClza de guerra nuclear). En segundo lugar, derivaría del verbo to beta, que significa marcar el compás. Se trataría de un verbo jaz:¡:, según Gicmni lotí, surgido del ritmo mismo del
iozJ:.
Y, en tercer lugar, provendría de una idea susten– toda por el escritor Jack KerouClc, novelista colérico de los Eslodos Unidos, en cuya novela, "En el camino", alu– de a la generación beata, ya que beat está tomado co– mo abreviatura de batituele (éxtasis, bienaventuranxa). La intencién de Kerouac era referirse a una "sed espiri– tual de umor infinito".
Fue en 1959 que, por iniciclliva del periodista Herb Caen, se puso en circulación la palabra beatnik, desti– nocla a contrapesar el término ruso sputnik popularísi– mo en todos los países de la tierra.
Comenzando por ser una alusión política, la pala– br::¡ beatnik terminó por convortirse en un término des– pectivo, mediante el cual se calificaba a todo joven ma– niflestomente exlrClño al consenso común, desaliñado, en permanente actitud ele reclamo, burlón y amargo, a veces enfermizo y dañino, peligrosamente hostil en ocasiones, inteligente, culto y agudo,
Con el correr de los tiempos, beatnik vendda a significar, en fundón de la insidia conservadora de los adultos, una pCll(lbra discriminatoria en forma absolu–
t~, que encerraba bajo una misma tapa de maldad a tod.o adolescente no en.carrilado por las normas sociales en uso se trate de un delincuente prematuro o de un cstudianle desajustado de una realidad que juzgara bru– tal y estóril, y pel piejo ante un futuro ligado en forma abrumudora u ICJ5 posibilidades caela vez más amena– zcmtcs de la destrucción nuclear.
Variando un poco la escrituro y la fonética de bCCltnik, en ItI actualidad circula bojo los mismos auspi– cios dolosos, la palabra vienik, con que se identifica a los jóvenes que repudian la guerra del Vietnam. An– toine, Jocm Belez y Bob Dylan serían vietniks típicos. Un parenlesco confuso pero a la postre elocuente vincula el beanik con vietnik, denlro de una nomenclatura con– tra el colerisl110 de la juventud mundial, sin discrimen de ninguna clase. 53
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