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DEL ESCRITOR
,ADOL,fO VIVAS
AL GENERAL ISIDRO URTECHO SOBRE EL TALENTO LITERARIO
DE SU HIJO,
IN6. JOSE ANDRES URTECHO
Mi apre~iado y querido amigo:
El deseo de dirigirle esta carta me vino esta maña. na a la le~tura de un bellísimo arlí~ulo de José Andrés que lleva por título "Misterios del Magnetismo", donde he visto resplandecer el num6n del escritor qUe admiro y el corazón del amigo a quien quiero tanto: y por eso, por el genio que allí desplíega su pluma, y por los sen· Jimientos nobles que de ella han brotado, me apresuro a feli~ita~ a usted, padre del autor de aquel artículo. Yo tengo de ese hijo suyo el más elevado concep– to. Inteleclual y moralmente lIS el número de aquellas personas con que cualquier país podría honrarse: y si algo lamenlo es que la suerte, ciega a veces contra los hombres de más valer, no le haya dejado ocupar aún el puesto que por sus merecimientos le corresponde. Tiene todas aquellas ~ualidades necesarias para hacer a un ciudadano amable, estimado y distinguido: inteli. gencia. honradez. modestia, discreción y bondad. En el último trato he podido apreciarle más que de cualquiera otra manera; y debo decirle que mientras más se
estreche nuestra amistad, már. adicto suyo me vuelvo. Sus prendas personales no son comunes. y de él podría decirse sin hiperbole lo que de Bias Pascal dijo Sainte Beuve: tiene un gran talento y un gran co–
ra~n. dos cosas que no siempre van juntas.
Cuando pienso que vive. él alejado de todo ruido: casi en la obscuridad: entregado solo a sus melancóli_ cas reflexiones. y en medio de un ambiente incompati. ble con su espíritu tan elevado. no puedo evi:tar la pe na que me embarga al considerarle como estre~hado
por el olvido ~uando debía ser de los primeros ante la consideración y ante el aplauso de nuestra sociedad. Léase el artículo "Misterios del Magnetismo", que es un verdadero caudal de inspiración, escrito con la solio
dez de un pensador profundo, donde cada palabra es una nola de Filosofía y de lirismo. y dígase si no hay en quien lo ha producido. material bien suficiente para un líterato de primer orden; y. sin embargo. esa pluma tan bielt corladllo, digna de lodo encarecimiento. pasa como inadvertida ante la loa incesante de los reputaciones de. leznables.
José Andrés Uriecho ha revelado 01\ esa prosa fluí. da, llena de gracia y de lu~. que parece arrancada unas veces a las páginas bíblicas por 8U misticismo y su dul, zuro. y otras a los clásicos del roma imperio por la elo– cuencia del raciocinio y el vigor del estilo.
En mis carlas privadas he dicho más de una vez que este hijo de usted es un talento malogrado: y lo creo así por dos razones, Porque estudió para ingenie ro habiendo nacido para es~ritor; y porque le ha costa· do vivir varios años de su vida fuera de los centros donde el entendimiento se robustece en VG:I de debili· tarse con el espectácUlo diario de los odios, de las pe_ queñes.. y de las rivalidades lugareñas. Ha ejercido él con éxito y acierto su profesión, dejando muy buenas pruebas de 8'1 ~ompetencia en la maleria; pero cada vez que algún acontecimiento da esos que afec:tan a la so– ciedad ha puesto la pluma en su mano, se ha visto que las glorias de escritor eran las que le estaban reserva. das: que la prensa debía ser su teatro. y que con el cultivo esmerado y diligente de sus dotes superiores, ha bría llegado a las más envidiables alturas literarias. Es lástima que no haya sido así.
Sin ostenlaciÓn. sin alardes de ningún género es· cribe esas páginas que son el Irasunto de su espíritu. noble siempre. compasible, generoso. encendido en la eS– peranza y el amor; páginas sobre las cuales vierte el ma– nanUal de su poesía. que le va llevando desde las reali. dades ásperas de la existencia hasta las doradas riveras de la ilusión: y luego. cuando toca otra vez la tierra, y se ve postergado. no diré solo ante las medianías. sino ante las nulidades infladas de vanidad. sigue contem– plando con serenísima modestia el auge que toman día a día años que tan lejos se hayan de parecérsele. Pero lo que sobre todo admiro y aprecio en el hom bre es la dignidad y llll fortale:la verdaderamente cristia– na con que le enfrenta a su destino, el carácter viril con que sobrelleva el olvido y la pobre:la. mereciendo ser rico en honores y haberes. Yeso que cuenta en su historia horas de dicha inefable. cuando en plena ju· ventud era agasajado y querido en los cenlros de cul.– tura de este país. donde pasó varios años de su vida, recibiendo sobre su frente el beso redentor de la civili. zación que le dejara huella indeleble. Peto estos re· cuerdos•. si le entristecen en or;asiones. son otra fuen t –
para su inspiración. y nunca alteran la ecuanimidad de su almo. serena y valerosa en los negros momentos de su suerte.
Debe ser motivo de íntima satisfacción y de legíti· mo orgullo para un padre el tener un hijo como ese, que honra el nombre ya honrado por usted. Crea que por esto me complazco en congratularle públicamente, y
en reiterarle mi estimación y mi afecto para toda su casa.
Le recuerda y le quiere.
ADOLFO VIVAS Nueva Orleans, 20 de junio de II1DI!.
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