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al mando del General Guerrero. para salír al encuentro de las otras; y el choque tuvo lugar en las cercanías de Catarina. con muy mala suerte para los democráii· cos; y Corral en lugar de aprovecharse de la victoria. es decir, del entusiasmo despertado en los suyos. y del pánico infundado en los otros, cargando sobre el enemi– go y apoderándose ele la plaza, medio ganada ya por el triunfo de Catarina. Corral, el hombre de la indecisión. "aliente y buen General. pero solo en el momento del peligro, cuando ya no se puede deliberar. retrocede en lugar de avanzar, y vuelve a la plaza, a donde Chamo· rro le hace entrar con tambores a la sordina. en señal de duelo por el brillo de las armas, no obstante la vico toria de Catarina. empeñada por la inde::isión del Jefe,

A pocos pasos de Catarina, está Niquinohomo. otra chaxca de sangre, más reciente aún. que señala un im portante y trascendental hecho de armas en la admi. nistración Guzmán.

Se levantó contra este Gobierno uno revolución muy pujante. en la cual figuraban las mejores espadas del país. los más viejos y experimentados generales. y empezó por obtener en Correvientos. Chocoyos y Na– garote. importantes victorias, que no abatieron sin em– bargo. el ánimo del ejército d~l Gobierno

Después de la de Nagarote, el ejército vencedor estuvo unos dias indeciso entre marchar sobro Mana. gua'. plaza bien fortificada. o dar un rodea por Jinotepe. para caer sobre Granada, último objetivo de la revo. lución. Se decidió por esto último. y al saberlo el Go bierno desplegó fuerzas sobre Masaya. haciendo ambos bandos dos buenas jugadas en un tablero de ajedrez,

Pero otra vez la indecisión en los vencedores. y las fuerzas del Gobierno a.vanzaron entonces sobre Catarina

y Niquinohomo, provocando a las de Jinotepe

Estaba al frente del ejército constitucional. el mis. mo Presidente Guzmán. que había depositado el poder.

y su plan militar fue muy sencillo, Dividió sus fuerzas entre Catarina y Niquinohomo; las de este pueblo bien fortificadas. las de Catarina libres. Indefectiblemen– te creia que Niquinohomo sería el atacado y entonces las fuerzas de Catarina, de antemano preparadas. obra– rían sobre la retaguardia del enemigo; y así sucedió. obteniendo Guzmán la victoria,. que le abrió las puertas de León. concluyendo la guerra.

A esa victoria, ,Niquinohomo debe el cambio de su nombre. y de pueblo pasó a ser villa. y se llamó la Villa de la Victoria,

Muy cerca de Catarina~ a pocas varas. está Sarato_

gil, preciosa casa de campo. inclinada sobl'e un abis_ mo, de soberbia hermosura.

Llegué al precioso "chalet". acompañado de mi hí

ja.

Paredones inmensos de corte perpendicular. estria. dos ancha y profundamente. cubiertos de exhuberante vegetación. revestidos de todos los tonos del verde, des de el más intenso hasta el más delicado. haciendo jue gas magníficos de luz. y allá. muy allá. en el fondo del

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abismo profundo. en que se siente, al mirarlo. el vérti. go. está la linda laguna de Apoyo. cu'yo nombre ver. dadero se me antoja ser el de Apolo. lo que daría sigo nüicación precisa a la laguna. que se extiende. se re. coría, con coqueteria. por las talladuras de los inmen sos bastiones, siempre tranquila su superficie, lisa ca mo un espejo. donde acaso se miraría antaño el dios mitológico; y más allá una planicie y en ella Granada. casi al alcance del brazo; pudiéndose contar sus casas todas, y luego el lago, hasta perderse en el horizonte. con algunas velas que lo cruitan,

El ferrocarril a los pueblos, se ve venir, hacia otro lado. rodeando el abismo, or9u11oso con su soberbio pe. nacho de humo. y su pito como la trompeta del pro. greso. causando una profunda impresión. mezcla de ad· miración y de terror.

Aunque no fuera más que por gozar del deleite de este espléndido panorama. merece Catarina una visita.

y aparte de estas impresiones. la cercanía de Gra. nada. que en línea recta no tendrá más que cinco millas.

y que por lo mismo está al alcance de nuestra artillería. que impunemente puede barrer desde a11í a la orgullo– sa ciudad. se llega a otro orden de consideraciones que iienden a demostrar con evidencia que Granada debe extenderse a Catarina, para. hacerla su baluarte. Granada. 18 de Noviembre de 1091.

LEON

Hacía muchos años que no visitaba a León. a pesar de mis simpatías por la ciudad. y de mis numerosas re· laciones de antaño. todas ellas Intactas en mi cariño.

La última ve:ll que la ví. allá por aquellos tiempos en que el Dr, Don Roberto Sacasa. el caballero sin tao cha y el médico de más aura popular en el pais, por en. tonces. dejaba el hogar, dulcísimo san1uario para él y

los suyos, de aficiones para subir, por el ejercicio de la ley y la muerte del Presidente don E. Carazo. a la si· lIa curul del supremo poder de la República. verda– dero potro de tormento para aquel apreciabílísimo caba– nero y su amante familia. acos1umbrados al cariño y

respeto de todos, Y desde el principio empezó para el mál'tir la calumnia, soplando al oído de todos. que el honorable ciudadano no ascendía al Poder Supremo por la espaciosa puerta del derecho. sino que saltaba al pues– to P01' la, ventana. ayudado por el Ministerio de Carazo. compuesto de los señores Dr. don David Osorno. don Octaviano César y Gral. Isidro Urtecho, que manipu. laron entre los pliegos cerrados y lacreados del Con– greso para trastrocar el orden de sucesión 8 la Presi· dencia. como si nada. valiera la reputación sin mancha de esos Ministros y la del mismo que ascendía al poder.

¡Otra variante ésta de los mil cuentos DE: VENTA.

y el yo lo ví. en las batallas perdidas. de qUe hablaba hace poco. patrocinada por gente sensata, desvanecida Juego por sí misma!

Por entonces. León presentaba el aspecto de una ciudad pobre. sin movimiento, fea. de aspecto monacal.