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« Previous Page Table of Contents Next Page »do su nombre. Todos los de la casa huyeron al acer. carnoso Y sólo quedaron dos pobres ancianos. hombre y mujer. quizá esposos. Por la charla de la vieja. supi. mas. que se decía había sido tomado un rezagado NUES. TRO. y que conducido a las filas ENEMIGAS, fue fu. silado inmediatamente no sé en qué lugar; y que tamo bién se decía, habían ya pasado al Departllmento de Matagalpa, las fuerzas que perseguíamos. La noticia del fusilamiento. llunque simplemente susurro, produjo en los compañeros de la víctima, mucha indignación. y resolvieron vengar aquelal muerte en el pobre ancia. no, como después supe; y con el propósito de llevarlo a eteleto, se quedaron atrás dos solc1ados. cuando nuestra columna se puso en marcha. Luego se apoderaron del anciano. le pusieron una cuerda al cuello. lo anasha. ron bajo un árbol y lo izaron a una de sus ramas; pero mientras estaban entretenidos en 'esta cruel operación. salta del monte vecino un hombre. tal vez el hijo de aquel desgraciado. y puñal en mano. hiere a uno, que huye, y mata al otro. salvando a su padre. quizá ". Tal es el incidente que he querido referir para pro. curar salvar del olvido ese hermosisimo rasgo de amor filial. o ese heroico hecho humanitario. como se quiera
29 'de Junio de lB5&
¡Día de gloria para Rivas. día de regocijo pata la patria!
Tocóle a Rivas en suerte disparar el primer firo por la independencia nacional en esa sangrienta guerra de los biluibusferos. que pudiera muy bien llamarse el bau. tismo de sangre de nuestra libertad. Ni una sola gota de aquella se derramó en la emancipación española; pero sí. a torrentes, de 1111 esclavitud filibustera: y fue sangre rivense la primera ofrecida en holocausto a la patria. Narrar aquellos hechos. es una agradable tarea para nosotros: son recuerdos de altos hechos nacionales y sen. 1imos orgullo patrótico.
Testigos hay de aquella jornada militar y escribimos en concordancia con su testimonio.
Al llegar los filibusteros a Nicaragua. en virtud de un contrata, William Walker. su jefe. pensó muy bien que el teatro de sus operaciones no estaba en León. sino en Rivas, llave del tránsito de pasajeros entre el Occi. dente y Oriente de los Estados Unidos abierto por este isimo, y acta continuo puso su pensamiento en ejecu. ción. como siempre lo acostumbró ese audaz aventure. ro, saliendo del Realejo Con Su falanje arl1ericana '1
cien hombre más del país, en el mismo buque Vesta en que los primeros llegaron de California, Con rumbo a '8rito. puerto designac10 para desembarcar.
Mientras tanto. toda la atención del bando LEGITI. MISTA estaba reconcentrada en Managua. donde se aglomeraban fuerzas para atacar a León. y sus recelos por la parte meridional del país no eran mayores. y así estaba descuidada 1& plaza de Rivas. Sin embargo. a úl– tima hora parece qUe el comandante en jefe legilimis. ta tuvo aviso de la posible expedición de Walkekr a Ri. vas. mandó. por simple precaución. una ligera fuerza militar.
Walker hizo felizmente su desembarco y marchó sobre Rivas. Al anuncio de su proximidad. la ciudad
se PUSo en armas.-Tndo le era desfavorable: la fama aterradora de los hambres del norte. sus armas venta. jasas, la reducida fuerza milital', la escase2l de elemen. tos de guerra. etc.. etc.: pera al grito de guerra. la po. blación en masa se aprestó al combate. No había fusi. les; pero había en los almacenes del comercio escopetas de caza, y de ellas se proveeron los ciudadanos. El inmediato jefe de esa pequeña fuerza militar, era un es. pañol. era el Coronel Bosque. y al mando de la milicia ciudadana, se puso el prefecto del departamento don Eduardo Castillo. hombre enteramente civil; pero de un valor y energía a toda prueba. muy popular _en el país entero, y esa escasa fuerza militar y ese puñado de ciu. dadanos mal armados, fueron los que salieron denoda. dos al frente de las huestes filibusteras el 29 de junio de 1855, distinguiéndose, sobre toda. la juventud por su ardor patriótica,
La lucha se empeñó en las calles de Rivas, por amo bas partes con igual ardor. Caían nuestros hombres a los cerleros Uros de la falanje americana y sus puestos eran en el momento reemplazados por otros y otros, sin desfallecer un instante el valor. Tomaron alguna ven. taja los nuestros, y entonces el enemigo se parapetó; la fuerza leonesa en la hacienda de Guadalupe, al Oeste de la ciudad, y la americana en una casa de don Máximo Espinosa, al Noroeste. que claravoyaron al momento. .Al estrago de aquellas fortaiezas improvisadas, se peno só en prender fuego a las casas. la de los americanas desde luego. por el mayar daño que se recibía, y des. pués de una tentativa que causó la muerte a un heroico 601dado. una de nuesfros más apreciables jóvenes, don Manuel Mongalo. se ofreció a renovar el denodado es. fuerzo. y puso en efecto el mechón a 1111 casa. saliendo. por un milagro. ileso del inminente peligro.
Coincidía esto con la llegada del Coronel dan Ma. nuel Argüello, comandante de San Juan del Sur. quien a marcha forzada. vení'l!l con la guarnieión de su mando. al socorra de la plaza.
El paso de carga hizo huir al enemigo de Guadalu– pe, e incontinenti se c1irigió a la. casa de los americanos La noche se acercaba, la situación era apurada para Walker. y cercado por todas partes de fuerzas, y empe. zando arder la casa, la fuga se le impuso como indispen. sable y aprovechó las sombras de la noche para efec. tuarla.
Perseguido bubiera sido el complemento de la vico toria: pero ¿cómo hacerlo? Ni se supo la fuga opodu. namente. ni tampoco hubiera habida fuerzas de refresco para hacerlo. y así sin ser molestadas. Walker y su fa. lanje se salvaron.
Tuvimos de nuestra parie muchos muertas y más heridas. Entre los primeros. los más notables que se re. cuerdan. son: el coronel don Estanislao Argüello. el jo. ven Francisco Elizondo. Encarnación Aguilar. Francisco Muñoz. Bejarano, iodos rivenses, y el teniente Teadoro (a) Plltaleta, de Granada.
Esta acción de armas es la página más gloriosa que
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