Page 53 - RC_1968_01_N88

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"No soy yo. señores. Abogado de circunstancias"; palabras que en honor del foro nicaragüense mer~c.lan

estar grabadas en el más augusto templo de la ley. en la sala de la Corte Suprema de Justicia.

De tan elevado pedestal arranca la gra-n ligura

que bosquejo. Carácter. probidad. energía. todo se des. taca de ella en grandísimo relieve. y queda desde ese momento modelado el hombre público.

La sangrienta contienda de Cerda y Argüello al. canzó hasta 1930. época en que nuevas elecciones para el Jefe del Esl:ado. dieron el poder a don Dionisia He. rrera; y apareció esta Administración como el iris tras largBl noche de violenta tempestad.

Desde la independencia habíamos atravesado un período de nueve años de no interrumpidas luchas. Del de 23 al de 25, guena entre León y Cranada. por a nexión- primero, al imperio de Míjico. León que se lla. ma la CIUDAD SANTA DEL LIBERALISMO. llevaba entonces la mala causa. la del imperio. y en Granada flo. taba el pendón de la libertad. el de la. independencia absoluta. y fue esa la primera de las muchas grandes luchas fratricidas que entre ambas importantes pobla. ciones han ensangrentado el país. Desapareció el im' perio y la lucha siguió después con igual furia, por el predominio político. funesta causa que aún en nues· tras tiempos mantiene latente la rivalidad e:utre ellas. A las grandes dotes que ¡'eunía He;rrera como hom bre de estado. agregaba la circunshmcia de no ser ni. caragüense, sino hondureño, ventaja. que lo eximía11 de esas pasiones lugareñas que más encienden los áni mos en las contiendas civiles.

Antes de recibir el poder, ejercióle temporalmente el Consejero Don Juan Espinosa. de quien fue Minis· tro General el Lcdo. Pineda. y en este puesto tuvo ocasión de apreciar sus cualidades Herrera. lo que más adelante vino a refluir en provecho del país.

No queda la mar serena después de violenta tem pestad. sino un movimiento perturbador de fondo, como

dicen los marineros: pero hábil el piloto que empuña. ba el timón de la nave, llevóla por los innumerables es. collos con admirable tino. Era Herrera de carácter suave y conciliador; pero firme y enérgico también. y

siempre prefirió mandar por la persuación. antes que por la fuerza. de la que sólo en último caso hizo uso. en lo estrictamente necesario.

Con todo y ser dechado de mandatarios. levantó. se al cabo la barrasca contra él. Alcanzada nuestra in– dependencia nos habíamos constituido. por asentimien· to general. sin contradicciones de partidos. en federa. ción. la más complicada de las formas políticas y la que exije más fondo de ilustración y de virtudes cívicas: con asiento el Gobierno general en Guatemala. Nuevos nosotros en la ciencia del gobierno. salidos de una épo.

ca de muy lamentable oscurantismo, no acertamos a dar a la constitución federal el engranaje preciso de todas sus partes, de manera que el movimiento propio de ca. da una. no perturbarse el movimiento del todo; y así sucedió que al funcionar el rodaje político. se viere el roce de todas sus piezas y por consecuencia precisa la perturbación general.

Lamentable por doquiera era entre nosotros la si· tuaciÓlt política; la guerra fede~al e inl estina a la vez.

había pasado a ser enfermedad crónica en Centro Amé rica: y en medio de tanta sangre vertido, de tantas rui. nas y miseria. se alzó un grito general. no contra la fede;ración. sino por la reforma de la Constitución. Fe. deral: y en Nicaragua ;repercutió con entusiasmo este grito.

Herrera no era enemigo de esta reforma; pero qui zá no tampoco amigo muy apasionado, y esta tibieza. que en pleno furor de las pasiones es un crimen. y las circunstancias de ser Herrera amigo íntimo de Mora zán. de quien se suponía ser el verdadero obstáculo de la reforma. hicieron estallar confra él la revolución. A sus primeros rumores. no queriendo Herrera que por su causa se derramara una sola gota de sangre. dí. rigió su renuncia al Congreso. la que lue aceptada pri. mero. y desechada en seguida. a causa de la exaltación del pueblo leonés.

Obligado Herrera a seguir en el mando. todavíCl empleó los medios persuasivos para traer a los pueblos a un avenimiento pacífi'l:o: pero cuando se penetró de la inutilidad de sus nobles esfuerzos. se puso en pie de guerra. desplegó toda la energía de su carácter. y ven· ció en Managua por las armas a los que le desconocían. Entonces los vencidos corrieron a rehacerse a Bí· vas. que era uno de los pueblos pronunciados; y de nue. va volvió Herrera a su sistema de persuación. para evi. tar la efusión de sangre y devolver al país su tranqui.

lidad.

Era Pineda su adversario: pero el conocimiento an terior de su ca;rácter y prendas personales, le impulsa. ron a dirigirse a él por escrita, y después de una larga corespondencia franca y noble por ambas partes. logró la pacificación de Rivas. mediante los importantes ser. vicios de Pineda; y la paz renació en Nicaragua. borran· do del todo las huellas de las disenciones. una amnistía amplia y generosa. con cuya proceder vióse de nuevo Herrera rodeado de su primera aureola popular. Creció en Herrera el aprecio por Pineda COn moHo va de esa correspondencia. donde pudo apredar. al través del opositor, su elevado carácter. su inteligen. cia y nobleza de aima. y reliere el Lcdo. don José Ma ría Estrada. en su oración fúnebre a Pineda. que poco después. insinuándole Herrera el deseo de confiarle la redacción del Mensaje del Ejecutivo a la Asamblea. en el cual debía detallar los acontecimientos ocurridos. neo góse Pineda con modestia; y en tono de chanza. para no herir de frente la delicada llortesía que encerraba la insimtación. hizo referencia al opositor; contestación qUe Herrera gustaba de mostrar.

, En 1831 fue Regente de la Corte de Justicia. cuya sala la componían. además. los Maglstrad.os Mendoza y

Vijil. sacerdote después este último y el orador sagrado de .playor fama en aquellos tiempos. que la generación presente le consagra aún.

En 1935 le fUe confiada por el Poder Legislativo la redacción del Código Penal. cuyo trabajo mereció uná nime aceptación. y las apreciaciones más honrosas que la Asamblea le dirigió por Secretaría.

En 1838 fue nombrado Diputado a la Constituyen.

te. honor que declinó. por que habiendo combatido por la prensa la facultad de rever en su totalidad la Cons. titución del Estado, sujeta a restricciones por el pacto

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