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« Previous Page Table of Contents Next Page »-Salió anoche --<:ontesta el tío
_¿Para dónde? -preguntan todos asustados -Al Superior le oí decir que para Matagolpa -¿Pala Motagalpa? ¡Jesús! --Sí, para Matagalpa
_j Virgen de los Dolores!
_j San Antonio mi lindo! _Pero ¿volverá pronto? -Se fué del todo
_¿Del todo, tio Julián? ¡Jesús nos socorra'
y los Hijas de Marí'a dirigen al confesonario sus llorosos ojos Allí está la almohada, la suave, fina
y rica almohada en In que tontas veces se sentara el jesuita preferido, allí está, como esperando la bendita carga de siempre Y las Hijas de María, locas, se arrojan al confesonario y se disputan lo almohada -jEs mía! -jNo, mía! -j Déjamefa! -¡Vea, tío Julián! -jAyúdeme, tío Julián! -j No, tío Julián! A mí!
La almohada es abrazada, es besada, es regada de lágrimas En vano grita el sacristán
-¿Qué es eso? jSosiéguense! No me bo– ten, demonios!
En vano el sacristán se queja a los santos y san– tas del desorden de las Hijas de María Estas, en la lucha por la almohada, don en tierro con el confeso– nario y con el tío Julián que cree llegado el último día de su vida, y antes San Juan bajara el dedo, que las Hijas de María dejar de hacer mil pedazos la almoha– da, pedazos que se reparten cual venerandas reliquias
* * *
Una semana después me contaron que el tío Ju– lión ya no era sacristán de la iglesia de M * * *, porque se había vuelto loco El tema de la locura consistía en un odio tremendo a las aJrnohadas, a . los confeso– narios, a los jesuitas, a las iglesias y, especialmente, o las Hijos de Moría Odio justo en uno iglesia y
cerca de un confesonario, el tío Julián había sido víc– tima de las Hijos de María por La almohada del padre Cupín
BIBLIOGRAFIA
I "RECUERDOS Y ESPERANZAS"
PROSA Y VERSO
(POR ROSA UMARA ESPINOSA)
Creo, con don Francisco Zamora, que "son sus– ceptibles nuestros mujeres de alcanzar algo más fruc– mero que el hacer calcetas" Esto, que dicho por otros y en otro lugar sería una perogrullada, es aquí una agradable verdad digna de atención. Rosa Uma– ña Espinosa, humilde hija del pueblo de Occidente, lo demuestra con su librito "Recuerdos y Esperanzas" Como dice muy bien el señor Zamora, en su in– forme al Ministerio de Instrucción Pública sobre "Re–
cue~dos y Esperanzas", el trabajo de la joven Umaña ESPinosa revela esfuerzos inesperados, gusto estético
r~come~dable y una evolución intelectual en la mujer nlCoraguense Sólo porque, según el refrán, de donde
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menos se piensa salta la liebre, no extraño que la prue– ba de esa evolución venga de una persona que, por el medio social e intelectual en que vive, dispone de es– c.asos elementos en su favor ¿Será porque abajo hay mós arte y más corazón que arriba?
"Recuerdos y Esperanzas" -prosa y verso-- la obra en que me ocupo, aunque de carácter personalí– sima, excepto una que otra composición, es un trabajo que no vacilo en calificar de inspirado, sincero, por tanto, que debe juzgarse, como el señor Zamora lo juzga en sano crítica, valuando las circunstancias y las condiciones de la autora
La joven Umaña, en la prosa, piensa más que siente, y al contrario, en el verso, más siente que pien– sa, lo cual, en mi concepto, es honroso para ella el calificársela de poetisa Es mejor el v¡;rso de la prosa de "Recuerdos y Esperanzas", y encuentro menos in– correcto aquél que ésta
Defecto de la poesía personalísima es el de em– palagar a la generalidad de los lectores, y esto, opino, no sucederá con la de la joven Umaña Espinosa, cuyas estrofas, en las que no se notan rebuscamientos para lu rima, son sentimentales sin ser lloronas Bien se comprenden los delicados sentimientos que las han dic– tado, los del amor, de la desgracia y de la amistad En Educación perdida y Amor criminal se muestra pensadora la joven Umaña esas dos composicioncitas son lo recomendable de su prosa En cuanto al verso, es bonita la imitación de Las sombras, de Julio Flores, imitación que no recuerdo dónde la he oído cantar
Lucifer juni.o a la cuna tiene bastante originalidad poesías tiernas, al par que sencillas, A Delfina Urroz Montano, la primera, y Decepciones, y Nostalgia es superior a muchas que con el mismo nombre he leído de intelectuales centroamericanos, de esos bardos per– tenecientes o lo sociedad de "Elogios mutuos", intré– pidos votes que baten el sentido común Pero lo mejor de "Recuerdos y Esperanzas" es Mi desprecio,
poesía indignada, enérgica, viril Esta me trae a la memoria -¿por qué?- la Gloria, de Diaz Mirón "Recuerdos y Esperanzas" intitula su obra la jo– ven Umaña Espinosa Recuerdos, bien, pero ¿dónde están las esperanzas? No he encontrado ninguna, como no sea la de que la poetisa Umaña Espinosa lo es poro nuestras letras Esto, por supuesto, si no se
I.e antoja meterse en el laberinto de la alta literatura,
buscando -¡quién sabe!- la sombra de alguna colo– nia demental Lo que obligará a cualquiera a decir– le haga calcetas en lugar de versos, señora
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"RUMORES"
(VERSOS DE JUAN R GUERRA)
Como Juan Rafael Guerra es persona de título académico, mereciera, tal vez, una crítica a lo Castrillo, hijo, esto es, una crítica de pormenores, pero no me siento con voluntad para inten\arla en ese sentido Me limitaré, pues, a un examen al bulto, al golpe y alojo, que vulgarmente se dice Enemigo del dogmatismo, me acogeré más bien a mi sabor, esto es fácil y con ello no me expongo a que se me planten por delante o por detrás Jos entremetidos, porque ¿quién está au-
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