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de elementos de reconocida inmpralidad para que fo– mentaran el móximun en las poblaciones' rurales to– dos los vicios¡ especialmente e,l ,~lcoholismo :' ya era cosa sabida que la llegada de Ciertas delegaciones del partido o partidos comun!stoide,~ tenía como proto~o­

laria ceremonia una o ,muchas parrandas del partIdo

pata sus afiliados" Se concedíó a los afiliados a los partidos pro-co~uni~!as que pu~i~ran ~ener negocios de ventas y fabncaclon clandestina de licores; Yero frecuente que en los pueblos donde el Alcalde y

autoridades erqn 'afiliadas a lOs partidos gobiernistas

~Iéase pro-comunistas- éste y su Consejo eran los abastecedores dEllps 'tan codiciados licores Por me– dio del alcohol abrió' el partido comunista grandes bre– chas en los campesinos'y laborantes

CORRUPCION DE LA MUJER

Añadlase a lo dicro' una campaña corruptora en todas las manifestaciones posibles Se fomentaba la prostitución bien retribuida Se corrompía a las afi– liadas a los partidos oficiales comunistas o filocomu" nistas, y ademós, cuando en una mujer de algún pueblo hallaban dotes de proselitismo o Iiderismo se le concedían buenos puestos, y bien remunerados en la burocracia oficial Estas mujeres eran no tan solo las lideresas y propagandistqs de los movimientos pa– cifistas, sino corruptoras de oficio del alma femenina entre obreras y campesinas, yola postre espías, y ver– dugos torturadoras en las córceles, jefes de milicias populares, etc.

Una vez obtenida la relajación moral mediante

el fomento de las bajas pasiones y valiéndose de la re– tribución monetaria de ,empleos y especiales granjerías, ero asunto fácil, iniciar la campaña de combatir la doc– trina ctistiana Pero, esto se hizo, a "sotto voce" en la penumbra, a hurtadillas y con sigilo;

CONTRA los PARROCOS

El primer paso era ir desacreditando al Párroc<;l del lugqr Con hobilidad se trataba de hacer creer Ó

los campesinos qué las calamidádes del pueblo se de– bían a la influencia del Párroco, De suerte qúe si Su– bía el azúcar el culpable era ~r Párroco, si verií\:l lo langosta, el culpable era el Párroco que no pedía a Dios por sus feligre$es, si escaseapa el maí;z el culpa– ble era el Párroco cUyos amigos lo escondían, decían, pOro que subiera el precio Sí había. una inundación o calamidad público en un pueblo y la 19le$ia llevaba, Como es su costumbre multi-secular en Guatemala, víveres, ropas, donativos, etc, p'ara ayudar a los más necesitados, hadan correr ro especie de ql,le el Párroco se había quedado con gran parte de los auxilios o que los donativos no venían de la Iglesia, sino de los parti– dos oficiales Se trataba de culpar a la Iglesia, que en Guatemola, desde 1875 no tiene siquiera Id propie– dad de sus templos, de ser ella la causante del latifun– dismo y enemiga qe dar ti~rra o los campesinos, Er mal, a Dios gracias, ,no pudo cundir en el alma catóri– ca de los campesinos, pero una minoría creyó en el lazo comunista Y, se comprobó que la conquista del

c~mpesino por el campesino era E11 más poderoso me– dro de prOselitismo pro-comunista.

. ' . , Ro.t~ el vínculo con la moral cristiana y el afecte:> hOl:ia el Párroco; el comunismo se lanzó abiertamen– te, q la, /?olestra

SIEMBRA D~ ODIO

> • . ,S~ primer objetivo fue sembrar una discordia dia–

bolito, 'no sol'amente' entre campesinos y patronos, sino eritre

lOs mismos célmpesinos; ahondando divisiones; fo'mEmtándoias ;hóbilmente, provocando entre familiqs

h~'Chds sangrientos, que' aseguraran por generaciones

el 'ocHo fdmilibr ' Llevaban a un campesino X a un püesto y luego incitaban 01 ehérhig'o de est~ d elimi– narlo con la complicidad de las autoridades Ibcales casi siempre "procoll')u'1istc;Js". I..,a divisiÓn y el odio eran el fruto en cada· lugar donde penetraba la directiva del partido comunista. .

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FOMENT'oDEL ODIO RACIA~"

El c6munismo sacó a r~rucir un odio racial que

d~¡;de ,hace, siglos se había extinguido en Guatemala el odio del indio contra el ladino . Se hablaba al cam– besino de que los c0'lquistadores y ~us, descendientes (10'5 dueños de fincas)'los habían despojado de sus tie–

Irás; y ~ue' el partido iba á darles de nuevo las tierras por aquellos robcida A los cofrades indígenas de los pueblos menores y aldeas se le amenazaba, con traer

prote~tantes y hacerles su copilla evangelica, si no c6~

laboraDan con los partidosofickillstos Se llegó liaste!

'él extremo inaUdito dé ilevar oí' pUesto máxirl10 de una c(¡Úadíá religiosa indígena a un protestante. Y caso$ hubo en que para for'ri~ntar el' odie> el Párroco de!' lugar el propio gQbernOdór se apoderó de las I!aves de Jo

'Iglqsia y ,d~1 misll')o sqgrario y las entregó a la cofradía, én aquel mom€ntQ' en manos de indígenas rebeldes prqv9cados' contra su pastor' " ' , 1;al ,es en' resumen' muy, r~sumido Jos rtiodb~ d~

cnfrar' a .las poblaclbnés' campesinas y los mec,li()s, ele

pros~liti$mo en fa primera etapa' deinfilbicdón, cU6h~

do el x hombre de partido comunista tO,dav)o no se

había sacadó a relucir ' "

, 'Se :en~r:q por~l' camino de lo ;rellgiósq al alma del i=qmpesino; se le qebilitó, por el vldo, Sil ,le c:onjompió coh 'elqinero y granjerí'as, se leretLlvD' \icliéndo~e d~

odios de c1ase~, qe;~aza 'de tipo familiar, se.le p"osti~

tuyó f¡rialmenteco~ Ia sed de mondo en peqyeño

CAMPAÑA ABIERTA

, ,Llegó por fin el, momento en que el comunismo se

q~itó lo c;areta. y al descubierto se, presentó como par– tido cor,nunista, con ,escuelas de capacitdCión, con nii" t;ines públicos, et y Y entonces, a pesar de lo corrup– c;i(ln, y molos hábitos burocrátic::o~ implantados, vino la Reor de ,las desbandadas que sufrió el partido el cato'–

Iici~mo remanente de muchos que por debilidad o por conveniencia !labían: claudicado se sintió) renacer y el prepqnerlte partido comunista tuvo que quitarSe el I1OTT)bre de tal y seguir, en mayor esCqla las tácticas primeras El partido comunista se había infiltrado en, tQdqs los ó,rdene¡; de la vidq política y soCial de Guate– m,ala,' desde la. Corte Suprema ,de- Jústicia hasta los

pyes~()s m,íni~o~ ,de los ,aJc;:aldíasmlJnlci'pales y eón

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