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« Previous Page Table of Contents Next Page »A 19s contemporáneos de Adán se les escapó a quien iba enderezada aquella puya que por cierto le acarre6 al poeta no pocas contrariedddéS con los deudos del difunto que se sintieron agraviados con la alusión
EPITAFIO
Entre las muchas condolencias que con motivo de este duelo recibió la familia Guzmán, hay una que por su fondo y por su forma y por ser su remitente una de nuestras más puras glorias de espíritu selecto y de recia envergadura-Rigoberto Cabezas-no podemos resistir al deseo de darla a conocer en estos datos biográficos del Presidente don Fernando Guzmán como el mejor Epitafio que podemos grabar sobre su tumba
Mosaya, 23 de Octubre de 1891.
Señora doña Dolores Guzmán,
Mi estimqda y buena amiga:
Como no pude ver a Ud el día que estuv,e en Gro· nada recomend~ a don Gustavo para que le hiciera pre· sente mi ~ondofencia. Ud sabe cuan respetado y que· rido me era su venerable papá y aunque su fallecimien– to era tan natural cJespués de su larga vida, la noticia de su muerte me parecía imposible por el mismo dolor que llevó a mi corazón. Debe de servir de lenitivo el la pena de Ud el verse acompañada en su atribulación por todos aquellos que saben apreciar las virtudes y méritos que adornaban a don Fernando Tall desolado se en– cuentra el hogar de ustedes como la República que pier– de a su primogénito. Nuestra vida contemporánea no tiene en mi humilde concepto más que un hombre ver– daderamente glorioso y ese es el fundador de una liber. tad sin la cual Nicaragua sería hoy ignorada aún de sus propios hermanos de Centro América IRigoberto se refiere a la ¡rrestricta libertad de imprenta fundada por Guzmán. Nota del copista). La reputación moral de que goza este país se le debe sólo al Gral Guzmán. IEI prestigio y renombre alcanzado por Nicaragua debido a la libre expresión del pensamiento que era aquí efec– tiva. Nota del copista). Con ese tiembre la muerte no
ha hecho su obra en la casa de Ud Perdemos un ancia– no venerable es verdad, pero ganamos una gloria para el calendario de la República. Los odios políticos no le alcanzarán, ni los alientos terrenales empañaran el bri– llo de su figura.
En los momentos en que estuve en esa ciudad no me atreví a presentarme a Da Fernanda La calculaba rodeada de sus meiores amigos y de personas que por su posición merecían mejor que yo consolarla y alentar–
la Sin embargo, dígnese hacer común con ella las ex– presioneS que por la amistad que me une con Ud me he atrevido a escribir.
UNA NOTA
DH DR. PEDRO JOAQUIN CHAMORRO Z.
AL TRABAJO ANTERIOR
, Es bueno corregir lo de la misión de Ayón.y expli– cal bien los dos conflictos que hubo con la Iglesia. El primero np puede en realidad llamarse conflicto COn el Gobiel no de Dpn Fernando Fué cuestión interna del clero. El 'Cabildo Eclesiástico no aceptó la toma de posesión del Obispo UlIoa y Calvo, Coadjutor de Piñol y Aycinena cuando éste fué trasladado a Guatemala. Como entonces el Presidente de la República era el Patrono de la Ill'lesia, según el Concordato, a él fué some– tida la diferencia para que evitara el cisma. El Presi· dente Guzmán consultó al Congreso y este cuerpo, por medio de una comisión de los Senadores Lcdos. Herme· negildo Zepeda, don Pedro Joaquín Chamorro y Don Ma– riano Montealegre, decidió qUe aplazar la cuestión era re– solverla, y pOl eso la llevaron ante S. S. el Papa. El Pontífice falló confirmando el hecho. . Tal fUe este episodio que el señor Arturo Aguilar tergiversa, quizás por haber estudiarlo poco el asunto, diciendo que Don Fernando quiso arrebatar la mitra al señor Ulloa y Calvo.
La misión a Roma encomendada al Dr. Tomás Ayón llevando a Don Enrique Guzmán como Secretario nada tUYO que ver con el conflicto anterior, ni con el que se suscitó después de la revolución del 69, encabezada por Martínez y Jelez para derrocar el Gobierno de don Fer– nando Guzmán
Esa misión llevaba por objeto gestionar ante la San– ta Sede elevar a arquidiócesis la diócesis de León. Que se crease un Obispado en Granada, y que éste y el de San José de Costa Rica serian los sufragáneos de la nue– va arquidiócesis.
El Obispo de Costa Rica Llorente y Lafuente, era el candidato para primer arzobispo de León y UlIoa y Cal· vo sería trasladado a San José Y para Granada se insi. nuaba al Padre Salvador Delgado, Cura de Masaya por aQuel tiempo, sacerdote de grandes virtudes. Esto suce– día el año de 1868.
El otro conflicto tué, el año de 1870, después de la revolución del año anterior 1869. El 13 de Noviembre de 69, el Presidente Guzmáil dirigió una Nota al Vicario General Pbro. Mateo Espinosa, en que se quejaba' del
I unlor esparcido por los mismos clérigos que habían to– mado parte en la revolución entrando con espada en mano a los combates, que el ejército saqnearía loa templos de la ciudad de León. El Presidente declaraba hallarse ani– mado de las más sanas intenciones para con l!f clero y la Religión. . Contestó el Vicarío de modo muy satis(actorio pro· ll'etiendo seguir averiguaciones y reconociendo Sil. con– ducta reconciliadora, así como sus sentimientlls religio– sos.
lile parece que a esto se redujo el conflicto, ague. rra de papeles. Creo que no hubo otra embajada a Roma después de la encomendada al Dr. Ayón. Y dejar sen– tado que fUel on dos los conflictos CQn la Iglesia, y en años diferentes.
So esperado omigo, (fl R. CABEZAS
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