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Honor, Paz en

Todavía en los postreros años del siglo XIX, se ve– rificó un caso anólogo, que lo relató, bien, salpimenta~?,

el Dr Don Jerónimo Agulla r h. en un artlc;ulo de peno– dico con el epígrafe: "Me pegó el Padr~ Toño",. contan– do que siendo él mi alumno en el Colegio de San Ra,m6n de león, lo flagelé benéficamente; .y cuando ~s~eraba.

con plena seguridad, que su progenitor su homonlmo en todo menos en la h;, reprobaría mi proceder, éste me escribió una COIto, por lo sucedido, de agradecimiento. aprecio y cariño, que puso en mis propias manos el es– peclante de la vindicación

LOS RATEROS RAPADOS

Pero eso fué un caso rarísimo en los tiempos mo– dernos, en los que casi nadie aprueba, ni mucho menos agradece, que alguien coopere en la corrección de los niños, que, desde que nacen, comienzan a disfrutar de

"los derechos del hombre". Y para comprobarlo bas– taró el siguiente botón de muestra.

Un Gobernador de Policía de Managua dispuso ra– parle la cabew a cinco niños roteros rematados: para castigarlos a ellos y para precaver un tanto a las vícti– mas de sus raterías; pero los padres de estos niños pu– sieron el grito en el cielo y la queja a la autoridod Su– perior, la que reprobó la dispQsición como castigo infa– mante, ¡cómo si no fuera mós ínfamcmte el ser ratero!

MOTO y ALCARAVAN...

Entre una parte de la gente de nuestro pueblo, a quien se atrevielO a corregir a un niño, lo mínimo que le sobrevendría, de lo madre del niño corregido, sería una ristra de palabrotas con denuestos y maldiciones Y

esto, no por compasión de esa mujer a su hijo, que ella misma le pega palizas que lo hacen ver las estrellas, sino por capricho y maiacrianza, y por el orgullo de que nadie se meta en sus asuntos Esa misma mujer en cuanto a los hijos ajenos, si cae en su poder un niño huérfano, o sea, un moto, le hace ver la m6s negra suer– te, de la que el infeliz muchacho huye tan pronto com6 puede, confil mando el refr6n popular: "Moto y alcaraván cuando crían alas, se van".

Entre esa parte de gente, la meritísima obra de miserieordia espiritual, "Corregir al que yerra", no tienen ninguna razón de ser; porque no hay quien se arriesgue a' practicarla por los daños que le acarrea, ni quien s6– porte su próctica, sin echar ala peor parte al desventu·' rada misericordioso

iQuiera Dios N. S disponer un cambio benMico de tales sentimientos y costumbres, por el renacer y acrecen– tarse del espírilu cristiano en los hogares, en la sociedad y en la Naci6n!

al:NDlCION A LOS NIÑOS

, Aquí telmino mis Memorias y Anécdotas, escritas en obsequio de los niños, y niñas de Nicaragua, a quienes bendigo, cordialmente, p<:Ha que sean felices, como yo

I? he sido; porque recibí uno muy buena educaci6n criso' t¡ana, y porque cuando entendí que Dios N. S. qu~ría

darme a conocer su voluntad, le dii~ como el santo pro– !;ta. Samuel, siendo niño en el terT!pll;> de Jerusalern' . Habla, ,Señor, que tu siervo escucha"; y lo que escuché Ida atendl con la sumisi6n que 1<1 criatl)ra debe a su Crio– .or • ,

,

APENDICE

Datos biográficos del Muy Ilustre Arcedi.ano P.bro. D. José Antonio Lezcano y Morales N<lci6 en Granada, el 2 de Abrif de 1818, hijo de D' Juan Carlos leztono y Da. Justina Morales Tío pa– terno de Monseñor lezcano y Oltega al que amparó, niño de dos años y huérfano de padre y madre Se ordenó de Sacerdote en 1844, y sirvió los Parro· C\l)ios: de Tipitapa, AcoY<lpa, Nandoime, Ma,nog\Ja, y Ji– notep'e. la de Managua, por ocho años, desde 1855, a 18ó3: y en 1851; que ocurrió la invasión del cólera asiático, en la capital, de modo muy espantoso y terri– ble, el Pórroco lezcano y Morales se comportó heroica– mente, cual el buen ,pastor que expone la vido por sus ove jos.

Durante nueve días, con sus noches, en les que la epiderrio tuvo su mayor violencia, el P6rr?co ~ezcano y Morales, sin qvitarse la sotana, ni dormir, ni corrier, asis– tió a las innumerables víctimas del flagelo, ~dministran­

do los Santos Sacramentos a todos los moribundos: y por tres veces q:mgreg6 o sus feligreSeS en .el templo pa– rroquia I para darles la absolución de sus pec;adQs a to– dos en general, en medio de un pavor i,ndescriptible.. Durante los nueve días indicados, se alimentó úni– camente con aguas ¿ocidas azucarCldas Y su' descanso lo recluio o recostarse en

una hamaca. míentrCls su caballo, del que se servía, día y noche, para ir ele una parte a otra de la ciudad, era abrevado y tomaba un pienso El socerdote que le ayudaba. de coadj\,itor falleci6 víctima de la peste, ·desde los primeros días.

Si el Párroco lezcano y Morales, en medio de tantos horrores de muerte. sin descansar, ni Qlimentarse sufi– cientemente, por m6s dé una semana, no desfalleció y murió, fué sin duda, por un milagro potente de la divi-na protección . . , .

El Pbro lezcanó y M6rales fué Can~nigo Penitencia– rio de la Catedro r

de león, en 1881; después ascendió

(] la cllgnidad de Arcecliano, que la tuvo hasta su muerte, ocurrida eh Managua; el 12 de Septiembre de 1897

'En tal ocasión, lo Asamblea Nacional, Legislativa, presidida por el Dr Gabriel Rivqs decretó, que el Merití. sima Pórroco de Managua, en recompensó de sus méri– tos fuera sepultado en el templo porroquial de la Capital de 10'Repúblicc1 . lo que ~e v~rifiró en 1c,1 copilJo del Se– flor de los Milagros; y allí perm.anecieron sus veneran– dos restos hasta en 1926, que se desenterraron por el derribo del templo para edificar la nueva Catedral, en cuyo Cripta funeraria reposan definitivamente

También en recompensa de sus mérito·s se ha colo–

todo su estatua en uno de los hornacinas' exteriores de la misma Catedral managüense: de' Id que fué Primer Arzobispo el desvalido' huérfano que él' amparó con sU caridad sacerdotaL .. ' , '·¡Bendito sea, por siempre, la divina Providencio de Dios, Nuestro Señor!

Con motivo de la dedicación de la referida' estatuo al abnegado Pórroco de Managua, lezcano y Morales, Su Excio Rma Monseñor lezcano y Róbleto le aplicó aquellos blasones del' Ap6stol Sn Pablo (Rom 11·10), a los que posan por su vida haciendo el bien:

,.' GLORIA, . HONOR ET PAX!' •

"Gloria, • para IlU .noqle almo ,en el CieIQ,

para la Patria, para el Clero y para su linaje sI,! .~ymba esperando 1.<;1 ,inmortalidad"

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