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mandara a cincuenta individuos a la Escuela de Aries para capturar al se– ñor General don Luis Mena que llegaría próximamente en un tren de occidenie. Ordené al seÍlor don Eliseo J. Reyes que condujera a nuestros correligionarios a los almacenes de guerra para que se armaran y a don Salvador Morales para que llevara la orden por el señor Presidente. Po– co tiempo después aparece el referido señor Morales diciéndome que el señor Víctor :M;. Moreira y orl'O oficial, al parecer jefe de la guardia de los almacenes de guerra, Se oponía a la orden dada por el señor Presidente; entonces mandé a don Rafael Morales a donde don AUlelio a que le co– municara lo que eSJaba ocurriendo y dí parie al señor Presidente. Este mando a llamar al señor Comandanle de Armas Gral. don Inocenie Mo– reira, y, cuando estuvieron frenie a frenie conversaron en voz baja; des– 1,?ués de esa conversación nolé en el señor Presidente gran vacilación y

viendo lo grave de la situación me fuí a donde don Aurelio para comuni– carle verbalmente lo que ocurría; traiando del asunto estábamos cuando llegaron iodos los liberales diciendo que el señor Presidente los había mandado a sacar. Con lo que terminó el suceso yéndome a mi casa de donde me sacaron al lercero día para ser conducido a la Penifenciaría, engrillándome corno un criminal empedernido.

Así me doy el gusto de contesiar a su muy es±imable de 26 de los cordentes. Quedo de U. arento S. S.

Ant. Corrales".

El General Corrales es polifécnico. Esfudió en la Escuela Militar fundada en esta Capital por el General J. Santos Zelaya y le son familia– res loa mé1:odos pedagógicos>; Ha sido Director de Escuela y profesor de grado. Pertenece al credo liberal moderado y cuando estalló la revolu– ción de Bluefields prestó sus servicios en el ejército del Gobierno de Zela– ya. Copado parie de éste y desheQho en "El Recreo", Corrales quedó pri~

, sionero en poder de aquella. Salido Zelaya del poder y habiendo depo– , sítado en el Doc±or Madriz, los elen1.enios liberales de la revolución soli– ciiaron su concurso para seguir la lucha contra éste, concurso que Corra– les les prestó. Pusieron a sus órdenes como segundo jefe de Un cuerpo de ejércifo con el cual peleó contra. las filas del Presidente Maclriz; pero en San Vicente, en donde fué ascendido a General: después, eri,San Agus–

fÍl'l: en esta jornada cayó mortalmente herido. De resulias, el Geheral Co– rrales perdió llna costilla al lado d.erecho, la cual le fuá extraída o ase– n"ada en los hospifales de Bluefields por cirujanos. de la revolución.

Es blan¡::o, joven, de mediana estatura, pero ensodijado, lampiño, Hombre de calIna, habla poco y Óbserva. Se asegura que esa!,! heridas lo han dejad<;> casi impedido para trabajar.

Pocos días antes del 8, y ya que eS de oportunidad, deéÍa el Presi. dente Estrada al Ministro Mena, con delÍa indiferencia:

-Me parece convenienfe qué le pongamos a Daniel (1) un Gene– ral de confianza en la fortaleza de San Francisco (2} para mayor segu– ridad de la defensa. Ese jefe puede ser el General don Antonio Corrales,

-General Estrada, le contesió Mena, con naturalidad. Si Ud. quie– re ver un General en San Francisco, no hay inconveniente. Hagamos Ge– neral a Daniel.

Al oír la contestación, Estrada g\.lardó silencio y se quedó viendo con cierio recelo a Mena.

LOS HOMBRES DEL DRAMA

XX

MONCADA

El General José María Moneada llegó al Ministerio de la Goberna– ción en vísperas de su caída. Saboreó las glorias del poder con volup-

(1)

(2)

-Daniel Mena, hijo del Genelal Mena. fortaleza.

-Fuerte militar situado en Granada.

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Tiene el grado de Coronel y es el jefe de la