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EL GENERAL ZA v ALA mostraba a cada paso, en Jos momentos de mayor peligro y en los instantes de vacilación su carácter alborotado yantojadizo, cu– bierto por el escudo de su valor temerario. Era ~l

arrojo que dis]lOne Jos grandes jefes de soldados en lucha, -para imprimir valor a sl,ts subordinados. En este incidente de la toma de Granada, puso en evi–

dencia el Gencl'al Zavala el vIol' personal de que

disponía, realizatulo una empresa que no vaciló en juzgar de heroísmo, como que se jugaba la vida en forma abierta.

HA eso de mediodía los libertadores ocuparon la

plaza de Granada, dejando al margen la iglesia.

Desde las alturas de Jalteva, los fUibusteros no ce~

sab nde hacer disparos. Zavala (lispuso atravesar

la plaza, solo, para lleagr hasta la casa que ocupan personalmente Walker y apropiarse de una bandera revolucionaria. Como lo pensó lo bizo. Atravesó la plaza con el paso ordinario de un hombre que va

de paseo, en tanto que uan granizada de balas le

rodeaba. Llegó a I casa y tomó la bandera. Lue· go, sin alterar los moviniientos se volvió al Ia,do de sus soldados que, parapetados en las vías vecinas, esperaban ver caer a su jefe, acribillado por los im–

pactos de! enemigo. . .

"Continuó serenamente .Zavala su eamin~, cuan– do recibió un tiro en la propia bandera, luego un segundo tiro en el abrigo que llevaba puesto. No se alteró y llegó hasta integrarse a las filas de sus compañeros, que lo recibieron 90n las hurras más justificadas". (Esa, misma bandera Y, la eSPél:da que

¡fortaba en 1856, acaba de ser- adquirid en imponen– te ceremonia por la Brigada Mariscal Zavala, para

perpetuar la memoria del ilustre l\\ilitar, gloria y

pre~ del Ejército Guatemalteco).

Después de vencer a los filibusteros de Walker y expulsarlos de las tierras ~entroamerieanas, Za~

vala, cubierto de m.ereoida gloria, vuelve a Guate– mala, para toma~ parte seis ños más tarde en la campaña contra El· Salvador. La de 1885 fue la última a la que asistió el valiente mariscal, pues un año más tarde, el 26 de Marzo de1886, dejaba de existir fijando su trayectoria luminosa para respeto de las feneraciones futUras y para enaltecer aún más al Ejérl?ito de Guatemala.

FEDERICO HERNANDEZ DE LEON

Autor de "Efemérides"

cronista guatemalteco

Gene~al José Víctor Zavala jefe del continente gautemalteco de tropas envia– das a Nicaragua quien arrancó la bande– la de la casa de \Valkcr en Granada para llevarla c~mo un trofeo a las tropas cen– troamericanas, entre el estrépito de las balas enemig~s. La bandera representa un ultraje para el patr!otismo centroame· ricano p!1es era la que enarbolaban los cubanos filibusteros de Walker. La oca– si.ón tuvo lugar el 12 de Octub"e de 1856. Esta bandera se encuentra ahora en poder del distinguido diplomático colom– biano, Ricardo Vásquez, résidente en Guatemala y fue expeusta en la exposi– ción' de reliquias y docume:p.tos de la Gue– rra Nacional el día que se bautizó con el nombre del General Zavala a la base militar que se levanta en las vecindades del Puente Belice a la salida de carretera al Atl.ántico.

BI nlarisoal Zavala, tío del General Joaquín Zavala de Nicaragua, nació en la ciudad de Guat~mala el día 2 de No– viembre de 1815, seis años antes de la proclamación de Nicaragua "Ejército",,·, órgano del Miuisterio de la Defensa Na– cional de ,Guatemala dice de él lo si– guiente:

"Siendo aún muy joven, fué envia– do a los Estados Uni~os de NOlte Amé:"

¡¡ca, dond.e adquirió vasta cultura. A su regreso a la patria se dedicó a los estu-: dios jurídico-sociales graduándose de abogado, mas no ejercitó la profesIón pues sp caracter no f:le adaptab3.; a tales menesteres. Al i~tervenir en una re–

vuel~a armada contra el gobierno del Oe– ral Rafael Carrera, inicia su larga y fru~

tuosa carrC1'a ~ilitar, en la~ cual, por su manifiesto valor y ardimiento, fue lla– mado "El D'Artagnan guatemalteco".