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« Previous Page Table of Contents Next Page »Como conocía las durezas y sacrificios del po– der, en 1862 que se proclamó su camUdatura para la presidencia (le la República, no se creyó llamado a alcanzar la felicidad de su patria y hacía votos fer– vientes pal'a que sus conciudadanos cambiaran de propósitos. Ese honor lo "Vcía el señor Cuadra co– mo un destino muy superior a sus propias fuerzas.
En esa misma situación estaba su esposa y se cuenta que una vez doña Virginia le pidió de todo corazón a la Virgen de Lourdes que si le hacía el milagro que don José Joaquín no resultara Presi– dente, se encargaría de por vida del servicio de su culto en la ciudad de Granada. Y así resultó en 1916 que la opinión pública conservadora lcvantó como bandera los nombles del Dr. Carlos Cuadra Paso (hijo de ese ilushe matrimonio) y (lel Gral Emiliano Chamorro como candidátos a la presiden– cia. Un entusiasta Cua(lrista que conocía la anéc– dota, se arrodilló ante la imagen de la Virgen de Lourdes y le dijo estas palabras: HVirgencita, Vil– gencita, todo lo puedes pero esta vez, no repitas el milagro". La petición rué hecha con el corazón en la mano pero el Dr. Cuadra Pasos fué pretérido y resultó electo el Gral Chamorro.
LA INTROMISION DE BARRIOS
El Presidente de El Salvador Gral Gerardo Ba– rrios que después de la Guerra Nacional habia que– dado en desacuerdo con Martínez, necesitaba contar en Nicaragua con un Gobierno amigo, para echar– se contra Guatemala. Con este objeto entró en en– tendimientos con Jerez a base de la pretendida Nacionalidad. Le habló del propósito a Martínez y
este le dijo que para darle consistencia a la idea, era bueno que se entendiera con los conservadores de Granada. Efectivamente se entrevistó con los Chamarros en la hacienda "Las Mercedes" que es– tos tenían en Nandaime y después de un cambio de impresiones, pasaron a Granada y conti~uaron las pláticas. Estudiando este aspecto de la Nacionali– dad desde un punto de vista práctico, podemos co– legir, que Martínez no era partidario de ella, estan– do de por medio Barrios, pero no quería desairar con franqueza a Jerez. A su vez los granadinos sim– patizadores de Carrera (Presidente de Guatemala) no podían entrar en arreglos insinuados por Barrios, ¡lero comprendiendo que necesitaban a Jerez, dis– pusieron tratarlo con amable cortesía. Jugaron una política de superficialidades, y Jerez que no pene– traba en las interioridades del corazón humano do– minado por la influencia de las nubes de su ideal, creyó que apoyaban plenamente sus pensamientos. Los cons~rvadores de Granada, estaban claros sobre lo que Martínez quería en eso de las conversacio– nes con Jerez. A su pensar no iban a ceptar arre– glos estando Barrios de por medio y desairado Je– rez, no le quedaba más camino que apoyar la re– elección y trabajar ardorosamente contra la candi– datura Cuadra.
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IDAS Y VENIDAS DE JEREZ
En este juego al florete de unos y otros, la úni– ca causa perdida fué la de la Nacionalidad. Sur– gió en un ambiente de malos entemlidos y estaba condenada al fracaso. Los conservadores de Grana– da no solo aceptaron los propósitos de Jerez sino que nombraron una comisión inte.grada por don Fer– nando Guzmán, íntimo amigo de Martínez, Don Ful– gencio Vega y al Gral Fernando Chamorro. En :Managua hubo una reunión de Notables en el Pa– lacio de Gobiet no, y Martínez para demo:;;trar su desprendimiento y amor a la causa Centro Ameri– cana, ofreció depositar la presidencia en el Sena– dor Fernando Chamorro, para que investido del Al~
to Cargo, pasara a El Salvador a firmar los afl eglos que fueran del caso. Por una. parte se mostraba am– plio y gustoso porque se cristalizara ~o más pron– to, la ansiada República Mayor, mientras por otra, establecía ciertas exigencias, como señalar León o Chinandega para Capital .le la República Federal. Jelez pidió que se le agregara el Gral FClnando Chamorro, en las nuevas conversaciones que sosten– dlían con Barrios en El Salvador y si se ofrecía el caso, también con Carrera en Guatemala. En idas y venidas fracasó como era de esperarse la proyec– tada Unión Centro Americana resultando lo siguien– te.
Los conservadores de Granada, estrecharon más sus vinculaciones con Carrera. l\lal'tínez quedó mal visto con Barrios y los partidarios de don José Joa– quín Cuadra, aumentaron sus actividades fusionán– dose con un grupo de liberales de León y de otras partes del país. A Jerez se le complicó el proble– ma. Fué uno de los mentores de la reeleeción de Martínez. En el camino simpatizó con el candidato Cuadra, pel'O temiendo que este señor una vez lle– gado a la Presidencia no iba a aceptar ciegamente los consejos que le diera, regresó a León con el objeto que el partido liberal presentara una can– didatura propia y no habiendo sido posible conse~
guirlo, porque elementos sobresalientes de este par– tido se habían comprometido ya, con los Cuadris– tasI abandonó el país y se fué para El Salvador
ESTRADA Y LA CANDIDATURA CUADRA
En Nicaragua la situación política por la suce~
sión presidencial continuó en un medio agitadísimo. José Dolores Estrada que era una de las personali– dades más caracterizadas del "Cuadrislno", junto con otros militares se enfrentahan con violencia a las medidas del círculo gobiernista y era público que Jerez se había ido a El Salvador a preparar la revolución contra Martínez, una vez que pasaran las elecciones. A unos pocos años de la desastrosa guerra Nacional y los hombres hablaban de la gue– rra como el único remedio para terminar con los
desmane~ del Poder. Es trágiCO el virus revolucio– nario. El que apela por vez primera al conflicto
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