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de Thimoteo Estrada y de Gertrudls Vado, nació el diez y seis de dicho mes, fué padrino Anta. Va·

do y pa. qe. conste lo firmo. Luis Benta Gutiérrez".

Ana Norberta Lugo, contrajo nupcias con el

ESCl ¡bano Real Dionisia de la Quadra y de esta

unión nacielon entre otros, Vicente, que fué Presi–

dente de la República, José Joaquín, distinguido

progenitor del reputado hom'bre público Dr. Carlos Cuadra Pasos, y Manuela. Esta última se casó con don Salvador Sacasa y figura Angela entre sus des– cendientes, la que se unió en matrimonio con el doctor Roberto SacaSa que fué Pr:esidente de Nica– ragua. Sus hijos fueron: Juan Bautista Ex-Presi– dente de la República, Federico, Manuel Antonio,

José Francisco, Rafael, Antioco, María del Tránsi–

to, l\olanue1a, Feliciana y Casimira. De la unión de ésta COD el doctor Luis H. Debayle, descendieron: Luis Manuel, León, Henry, Roberto, Margarita, Ma– ria, Blanca y Salvadorita, distinguida compañera

del extinto Presidente de la República Gral. de Di–

visión Anastasio Somoza.

Rosario la otra de las hermanas Lugo, se ca– só con Dolores l\Iorale~. Uoa de las descendientes contrajo nupcias con el Licenciado Juan José Lez~

cano, progenitores del señor Arzobispo de Nicara–

gua Monseñor José Antonio Lezcano y Ortega.

Resulta de este recorrido genealógico, que José Dolores Estrada está vinculado con las principales familias de Nicau.gua. Varios Presidentes de la

Rep~b1ica, Doña Salvadorita Debayle de Somoza que fue virtuosa Primera Dama de la Nación, el Primer Arzobispo de Nicaragua, estadistas y distin– guidos profesionales, forman la valiosa alcurnia que

agranda la figura del héroe nacional.

PERIODO DE FORMACION

n

Los años de la infancia y Juventud de José Do– lores Estrada son completamente desconocidos. Pa– ra dar una idea de su formación y desenvolvimien– to, vamos a analizar el ambiente general de Grana– da en los lllimeros años del siglo DIEZ Y NUEVE.

Las familias españolas ubicadas en Nandaime imprimieron un sello característico en el modo de ser de ese pueblo. Los hombres se curtían en las duras labores del campo. Amansar un caballo, la~

zar el toro huidizo, lucir garbosamente la enjaezada montura, preparar el arado, labrar la tierra, eran los entretenimientos de los hombres que se ejercita– ban 1 eciamente en esa época de impulso y desarro– llo .;te [as haciendas de la región. Estimulada la ptoducción, tenían que generalizarse todas las acti–

vidades. El po'blado de Nandaime y la ciudad de

Granada intensificaron su comercio y era muy co– l'l'iente que los vecinos de uno y otro lugar, pasaran largas temporadas en sus respectivas localidades.

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Los españoles' trabajaban arduamente pero tam– bién sabían de alegrías y distracciones. Era la gui– tarra el instrumento que endulzaba los convivios. Pasaba de mano en mano rangueada con la misma habilidad, por hombres y mujeres. Las selenatas ponían la nota arrobadora y en la letra de las can– ciones los jóvenes hacían amorosas declaraciones;

De tarde en tarde se reunían para presenciar las lidias de gallos a las que eran muy aficionados. Mantenían en sus casas crianzas de los mejores ejemplares y chicos y adultos se eonfundían en un franco acercamiento demostrando la popularidad de

las peleas de gallo.

Esos hombres que sudaban al sol, y se delei– taban con la guitarra, establecieron las costumbres que de manera intacta se ha trasmitido basta nues– tros di as entre Granadinos y Nandaimes. Por la

misma fuerza del lnedio, es aceptable conjeturar que el joven José Dolores Estrada, arrastrado por el ambiente, se haya inclinado hacia el campo des~

de en sus primeros años, del que no se separaba si– no por cortas temporadas. En idas y venidas entre Granada y Nandaime, así discurrieron esos años ale– gres, razón por la C}ual se quedó con muy pocas le~

tras. Jinete de brioso caballo, ofrecía la estampa de l:In noble rústico.

No hay documento en que apoyarse para haCer afirmaciones categóricas respecto a qué, JOSE DO– LORES ESTRADA se vino a vivir a Granada a la eda de 12 años allá por el año de 1,804. Se decía entre los viejos que en una casita situada ell lo que hoy propiamente llaman Calle de La Bolsa, al Orien~

te del actual Mercado de Granada, en las proximi~

dades de un gran árbol de tamarindo, vivían Las PUonas y Goya Escobar, propietaria de ese sitio, recibió a Estrada y su familia. Pasaron años y la primera instrucción se la dió el 1\Iaestro del Barrio de Guiscoma I\lanuel García, cuando las primeras letras entraban con sangre. Vivia el Maestro Gar– cía en unas casitas metidas en la que es hoy la casa de los Pérez, a media cuadra del Mercado de Granada.

También se sabe por tradición que Estxada y su hermana Magdalena luego que ésta enviudó, se pasó a la casa de Dn. Faustino ArellaDo, propia– mente enfrente donde hoyes la Shugar. Allí había un pequeño Teatro para representaciones vivas.

FUERON LIBERALES SUS PRIMERAS

CONVICCIONES POLITICAS

El Siglo DIEZ Ji NUEVE moledó desde sus

principios en Granada un cambio radical en las ideas. La ColonIa tocaba a su fin y las agitacione5 libertarias eran el atractivo principal. José Dolo~

res no se sustrajo de esa intluencia y desembocó al torrente político como firme opositor a las ideas rea~

listas. Las protestas callejeras y los temores de parte de la autoridad demostraban a las claras que

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