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Extraña impresión deja la lectura de la poesia de Pedro Pablo Espinazo, contenida en

dos pequeños libros que él mismo va distribuyendo, o vendiendo, pues, según nos confesó, aban– donó su oficio de carpintero para dedicarse exclusivamente a la literatura, de la cual vive ac– tualmente.

Las libros lIámans~ Martillo 1/962) y Poemas Raros (1964) y serán seguidos ahora por libros en prosa, anunciados al final de su manifiesto Mi mujer una prostituta y Yo asesiné a mi hijo, novelas que seguramente causO/án bastante escándalo

Una de los manuscritos, según me fue dicho, está siendo re-escrito por el poeta, pues, cuando éste dormía una siesta en el campo, con el cuaderno conteniendo la novela a su lado, el cuaderno fue devorado par una vaca

Antes de despedirse, Espinazo me pide que le mantenga informado al respecto del eéo que su poesía tendrá en EU/opa, y en la portada del libro que me ofrece, pone la siguiente difec– ción: "Pedro Pablo Espinazo, Managua, O N, de donde la Caimana 1 c. al Sur y V2 arriba,

casa de Juan Espinoza ll

,

para poder mantener nuestro contacto .

En seguida, se levanta sin prisa, aneglando cuidadosamente el sombrero de paja que ha– bía permanecido en su cab'lza, coloca en el bolsillo el pañuelo azul marina, abotona la camisa

y tomo su maletín, dirigiéndose hacia la puerta, no sin insistir nuevamente en que, en mis cartas,

le diga como está siendo recibida su poesla en el VIejo Mundo, cosa que, sin embargo, monifes, tala en su carta, de la cual tomo estas palabras "le dejo dos (21 ejemplares más de mi IibrQ palO cualquiera de sus amigos de EUROPA"

IHasta la vista, Ped,o Pablo Espinazo! ¡Estoy seguro de que EU/opa hablará de tu poesía!

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

¡CARDENAL SI, GINSBERG NO!

No vengCm a decirme, por favor, que la Beat Generation murió en 1962 en lo.s Estados Unidos, y que, por consecuencia no se puede hablar de tal cosa en los países latinoamericanos

Y, sobre toda, no me digan que Lawrence Ferlinghetti concedió la certidumbre de la muerte de

esta generación que por alguna razón-había dejada de existir en los Estados Unidos Repito: len los Estadas Unídos! .

No vengan, pues, como acostumbrán a venir ciel tos nacionalistas latinoamericanos, can argumentos extranjeros.

Primera, porque lo beatitud norte y latinoamericana, son cronológica, histórica y social–

mente, y, por consecuencio

t

también poéticamente, cosos dife/entes

Aunque en los Estados Unidos tal cosa dejó de existir, completando un ciclo histórico, en la América Latina todavía vive Porque el ciclo, O los ciclos, no han sido concluídos

Los irados, los beats, en Nicaragua, y en varios paises latinoamericanos, existen en 1965,

aun cuando esto no acontece como una corriente definida, u orientación literaria, sino como un

estado de espíritu, muy natural, cuyos resultadas selán, a la larga, de mayor importancia

Dice el grupa Frente Ventana en su proclama' "Pensando que Dios na ha bajado al ba– rrio de los pescadores ni a la choza de Juan Pedro y la obscuridad de la mina no le permite ver el pecho de los silicosos, creemos que no es nuestro interés saber si Dios ha bajada o no en el

Harlem"

Tienen razón Sergio Ramírez, Fernando Gordillo y Alfonso Robles, pues son ellos, a su

manero, con Iq idiosincrosia nko, los descontentos, los furiosos, los rebeldes

Y como na estará lleno de ira un joven en la Nicaragua de hoy, después de tres décadas

de somocis.mo, en una época de "convivencia", dq tipo somocismo sin Sarnazo, Jo <;ual, casi se–

guramente, será seguida por un samocismo con Samoza, si los designios políticos de 1965 se

cumplen

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