Page 62 - RC_1967_06_N81

This is a SEO version of RC_1967_06_N81. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

LAESTIRPE

yLA CULTURA

HISPANOAMERICANA

Desde el siglo XVIII, por lo menos, la preocupación dominante en la mente de 105 hispanoamericanos ha sido la de la propia identidad. Todos los que han diri– gido su mirada, con alguna detenci6n, al panorama de

esoS pueblos han coincidido, en alguna forma, en seña..

lar ese rasgo., Se ha llegado a hablar de una angustia ontológica del criollo, buscándose a sí mismo sin tregua, entre contradictorias herencias y disímiles parentescos,

a ratos sintiéndose desterrado cm su propia tierra, ara.. fos actuando como conquistador de ella, con una fluida noción de que todo es posible y nada está dado de manera definitiva y probada.

AméricCi fue un hecho de extraordinaria novedad Para advertirlo, basta leer el incrédulo asombro de los antiguos cronistas ante la desproporcionada magnitud del es'cenario geográfico Frente a

aquel inmenso re–

baño de cordilleras nevadas, ante los enormes ríos que les parecieron mares 'de agua dulce,' ante las ilimitadas llanuras que hadan horizonte como el océano, en las impenetrables densidades selváticas en las que cabían todos los reinos de la cristiandad, se sintieron en pre~

sencia de otro mundo para el que no tenían parangón. La sola 'presencia avasalladora de ese medio na– tural fue bastante para cambiar ·Ias vidas y las actitu– des de los hombres, pero hubo algo mucho más impor– tante como fue la presencia y el contado con los indí.. genas americanos., Se toparon con millones de hombres desconocidos. diseminados a fado fo largo de' confinen– te, que habían alcanzado los más diversos grados de civilización, desde Id tnuy alta de mayas, mexicanos e incas, hasta las elementales de agricultores, cazadores y recolectores de las Antillas y de la costa "ilántica. En cierto modo, la historia de las civilizaciones es

la historia de los encuentros. Si algún pueblo hubiera podido permanecer indefinidamente aisladó y encerrado en su tierra original, hubiera quedado en una suerte de prehistoria congelada Fueron los gran'des encuentros

de pueblos diferentes por los más variados motivos los que han ocasionado los cambios,lós avances creadores, los difíciles acomodamientos, las nuevas combinaciolles, de los cuales ha surgido el proceso hist6rico de todas las civilizaciones.

las zonas críticas de los encuentros han sido preci– samente los grandes centros c'reedores e irro.diadores de civilización Grandes zonas de encrucijada y de encuen– tro confliCtivo fueron lti Mesopotamia, todo el Mediterrá– neo Oriental, Creta y Grecia El inmediato resultado

creador de' esos encuentros fue eJ mesfizaie cultural. Con– vivieron en pugna, resistei"ltía y sumisión y ;mezclaron las creencias, las lenguas, las visiones y las técnicas. El

mestizaj~ penetró hasta el Olimpo.

La historia dél Occidente cristiano es la del más ex– traordinarIo y aluvional experimento de -mestizaie cul– turaL .Las. lenguas modernas; son el. archivo viviente y

el mejor testimonio de· esa caótica meicla. Occidente

afirmó y creó 'su originalidad histórica sobre la em– presa: c-ontradictoria dé sus grandes mestizadores de cul.:.

ARTURO USLAR·PIETRI

Escritor venezolano.

turas y creendas., Habría que mirar a esa luz la obra

de los grandes mestb:os creadores de la civilización occi-dental. '

Cómo podemos entender a Carla Magno de otra manera que como a uno de los más grandes mestizos culturales de la historia. Eso que algunos han querido llamar el "renacimiento carolingio" y que tiene su per– sonificaci6n en el gran caudillo que personificó el des· esperado ensayo de inierto en la vida germánica de la ramenidad cristiana no es otra cosa que la combina– ción, muchas veces violenta y a ratos sometida, de dos mundos culturales que muy poco tenían en común. Na.. da es más simbólico que mirar al caudillo bárbaro, con su lengua no reducida a letra, con su cohorte de jefes primitivos, c;:oronarse emperador romano entre 105 lati– nes del Papa y las fórmulas palatinas del difunto impe. rio.

Grandes creadores de mestízaie cultura' fueron fe– derico 11 Honhenstaufen, Alfonso X de Castilla, los aro quitectos del románico, los escultores del gótico, Dante, Cervantes, Shakespeare.

La historia de España ofrece acaso la más comple– ta y convincente muestra del poder creador del mestiza–

je Indígenas ibéricos, cartagineses, romanos, godos, cristianos, francos, moros, ¡udíos constribuyeron a crear la extraordinaria personalidad de su alma compleja y

poderosa Toledo es una de las ciudades más mestizas de Occidente y acaso solo en ella pudo darse el fasci– nante caso de mestizaje cultural del Greco

Palabras como mudéjar, mozárabe, muladí, romtln~

ce, ladino, no son otra cosa que testimonios irrecusables de un vasto, largo y compUcado proceso de mestizaie que tuvo por escenario y personajes la península ibérica

y sus gentes

Por un absurdo y anti~hist6rico concepto de pureza

105 hispcmoamericanos han tendido a mirar como una marca de inferioridad la condición de su mesfizaie. Han llegado a creer que ,no hay otro mestizaie que el de

la sangre y se han inhibido en buena parte para mi.. ral; y comprender lo más valioso y original de su propia condición.

Se miró al mestizaje como un indeseable rasgo de

inferioridad. Se estaba bajo la influencia de las ideas de superioridad racial que empezaron a aparecer en Europa desde el siglo XVIII y se afirmaron en el XIX con Gobineau y que dieron nacimiento a toda aquella banal

literatura sobre la supremada de los anglosajones y

sobre la misión providencial y el fardo histórico del hOnJ–

bre blgnco encargado de civilizar, dirigir y encaminar a sus inferiores hermanos de color. Se cre6 una especie de cornpleio de inferioridad y de pudor biológico ante el hecho del mestizaje sanguíneo. Se quería ocultar la huella de la sangre mezclada o hacerla olvidar ante los europeos, olvidándonos de que Europa era el fruto de las más increíbles mezcól~nzCfs y de qu~ el l11estizaje de sangre "podía servn efecto, pero estaba leios de

Page 62 - RC_1967_06_N81

This is a SEO version of RC_1967_06_N81. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »