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ción partidaria de un hombre que es, antes que nada, un poeta, cuya poesla es, antes que nada, testigo de una lucha espjritual y cultural, mas también humana y polftica (po/ltica no siempre significa partido), que contituye una certidumbre de madurez continental, en una época en que ioda'lÍa hay tontos que se pierden por los estrechos caminos de lo poesia engagé?

Con la misma intención, 01 decir, varios veces, qw;, ciertas poesías de Salomón de la Sel– va, reflejan no sé --que- aires de liberalismo, o de política provinciana, cuando nadie estuvo

méIs distante de iodo esto, en todos los sentidos, que el autor de Evocación de Horacio

Infelizmente, tres décadas de somocismo se reflejan todavia en ciertos intelectuales nica– ragüenses que hablan de poetas como si se hablara de un alcalde de aldea o de un jefe de región, y no de un creador, euyo nombre y euya obra no conocen fronteras.

iDejen, pues, en paz la afiliación palftico-partidaria de los Cardenal y de los Coronel, de– jen las intrigas de comadre y de salón de barberial

La literatura nicaragüense, en el panórama continental, se encuentra actualmente en un

plano tan elevado, que cualquier persona que baje hasta una clasificación polltico-partidaria,

corre el riesgo de ser clasificada de anti-nicaragüense, en el sentida más profundo de la palabra

Quienes hacen la Patria son los poetas, los poMicos sólo hacen polftica Nadie recuerda hoy quien era Presidente cuando Rubén Dorio publicó Azul

EL POETA QUE 5UEI'\IA ESCRIBIR EN MOSCU

Estábamos sentados alrededor de una mesa de madera, bajo un árbol en un bar al aire libre, lugar donde los poetas de Managua acostumbran a I/egar casi todas las noches, para to–

mar su copa de flor nacional, su café, su cerveza o su coca-cola, según el gusto o la VOCación de cada cual

De repente, un joven, que fuera de la Generación Traicionada, grupo de los beats a

moda nicaragLiense, dijo, can una voz medio emocionada. "Siento que debo escribir Sólo sé

escribir POta ésto, preciso salir de aqul, ir a un pals donde Se puede escribir, un pals como los Estados Unidos, Checoeslovaquia O Rusia". Y después de un instante de silencio, añadió "Creo

que iré a Rusia"

"¿Por qué a Rusia?" pregunté

"Porque pleciso salir ahora, inmediatamente, y para ir a los Estados Unidos es preciso aprender inglés, tal vez; un año o dos, mientras que para ir a Rusia es preciso a penas I/enar

unos cuestionOl íos l

'

Nos mitamos todos, sin pronunciar una palabra! y como era necesario que alguien dijese algo, pata responder o no a aquellos pensamientos, dije lo siguiente, resumiendo una historia dro

w

l11ática que me fuerá contada un día antes.

Se trataba en este trágiCO episodio del hijo de uno de los más destacados hombres de acultura nicoragLiense contemporáneo, hombre de ideas que lueran fascistas, euyo hijo, por una

ele eSas paradójicas metaforfosis tan comunes en nuestlo tiempo, se hizo comunista, y hastc:l

fanático militante del Partido.

Fue lo siguiente lo que yo dije, después que la vitrola que acababa de tocar una de las

canciones de los Beat/es paró por completo

"Ustedes todos deben conocer la historia del hijo de XV? La conocen, ¿no? Para res–

ponder a las ideas del poeta que sueña vivir escribiendo, creo que esta historia contiene una res– puesta que vale la pena de ser meditada

"Vamos, pues, a los hechos El hijo de XV, como ustedes bien saben, se hizo comllnista militante, compló pasaje de avión para ir a la Europa Oriental, y de allí, empujado por SllS sue– fías, siguió para Rusia Allí estuvo dos años, durante los cuales en su pa/s, aqul en Nicaragua,

sólo se recibían pocas notieías, una u otra vez, pues, según ustedes saben, no es posible escribir libremente de Moscú.

"El hijo de XV, esto es, el compañero de generación de ustedes, con el cual muchos

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