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« Previous Page Table of Contents Next Page »ñeros Ja imputación que se nos hace de haber alentado al General Vázquez para hacer la guerra; lejos de eso, aquí estamos todos por la paz, nadie quiere guerra y
la mejor prueba de ello es que no opusimos resistencia después de la cuesta y ajustamos la paz cuando pudi– mos haber resistido. En seguida, agregó, hay que re– conocer que es irnposible dar inmediatamente lo que á
cada uno se le exige; ni yo no puedo disponer en el acto
da la cantidad que se me asigna, mucho menos la gene..
ralidad de los que aqui estamos, tenemos necesidad de salir y dar vueltas para conseguir ese dinero".
ACUSADOS PROTESTAN
A estas palabras, siguió un murmullo general secun– dando lo alegado por Morales. Todos rechazaban el car–
go de haber alentado á Vázquez. _UYo no me meto en política decia uno- Ni siquiera conozco á Vázquez, decía otro. Pero, ¿quién quiere guerra aquí?, preguntaban mu– chos.-¡ Que ocurrencia, exclamaban algunos, le;os de fo–
mentar guerras, pagaríamos porque no hubieral Segura.. mente el Gral. Zelaya está mal informado, observó uno, muy serio: conviene desengañarle y hacerle ver que aquí somos amigos de la paz y que sólo pensamos en el tra.. bajo". Claro está que aquellas buenas gentes tomaban
á lo serio la imputación de Zelaya y ni siquiera pensa– ban que pudiera ser un embuste, Sólo el redactor de "El Diorito", que se hallaba en el número de las oveias destinadas al esquileo y que comprendia muy bien la le– perada de Zelaya y Gámez, dijo al Jefe Politico: "Quién ha alentado á Vázquez, ó más propiamente, quleh le ha provocado, quien ha buscado la ~uerra y quien es res– ponsable de ella, es el Gobierno de Nicaragua, son Ze– laya, Gámez y compañía; lo que dicen en esa carta en un embuste, un pretexto para sacar dinero y largarse del país". El Jefe Político, zorro viejo y antiguo amigo del redactor de HEI Diorita", comprendía que esa e~a la v~r ..
dad, fijó la mirada en su antiguo amigo y le dijo: "C6– lIate, esa boquila te pierde. "Esto es atroz, agregó aquél; esta pieza en que estamos me recuerda la Cue,(a de Ro– lando; vean eh que ha venido á parar el liberalismo por· que tanto combatimos: en salteador, peor que 105 de camino, porque estos se exponen á caer en poder de la justicia y á recibir algún daño de sus víctimas; mientras que el liberalismo roba á sus anchas, sin riesgo en el presente ni temor en el futuro".
EX-PRESIDENTE DON VICENTE CUADRA LLEVADO A LA CARtEL POR MULTA
Terminada la primera parte del saqueo, es decir,
"hecha la notificación de cuanto tenia que pagar cada u.no por su rescate, se procedía a la parte segunda; esto eS, hacer efectivas las cantidades señaladas. Se permi–
tió' (JI señor Morales hablar con el Presidente por medio' del teléfono, y digo se "permitió" porque estaba prohi– bida toda comunicación, de manera que no había re– curso alguno, había que pagar ó morir en la cárcel. El señor MOfales consiguió la "merced" de que sólo se exigiése fa quinta parte de presente y que el resto se
arre9rar~a á plazos, ti cuyo efecto ¡ría una comisión 6
Managua á entenderse direcfamen1e con el Gobierno As. terminó lo operación ufinandera" del primer dia. El
que entregaba su quinta parte ó daba una fianza, á sa– tisfacción de la autoridad, iba saliendo de la Cueva de
~?Ia"do. Hubo quien regresara conten'o á su casa, es decir, agrpdecido, aunque tenia que entregar lo que le exigían. Este fué el venerable anciano don Vicente Cua– dra, ex-Presidente de la República. De orden de la auto– ridad políti(Cl lo habian llevado escoltado al 'cuartel; al llegar, le recibió el jefe mililar, le ayudó á subir las gra– das, se conmovió al ver tratado de aquella manera ét
un respetable anciano, le diio que podía irse y que sólo
mandara á enterar mil pesos de la cantidad que le ha– bian señalado. El señor Cuadra agradeció aquella aten–
d6n y públicamente expresó su reconocimiento por las deferencias del Jefe Militar. Justo es consígnar aquí, que este Jefe era leonés, es decir, occidental, y que el otro, el político, era rivense, es decir, oriental. (I) Las autoridades de Granada eran de otras partes. Allí no había personas de confianza para el Gobierno y capa– ces de servirle como deseaba, esto es, cama esbirros. Te– nía que buscculos el1 otros lugares. Sin embargo, no dejaban algunas veces de recordar que eran hombres y
aflojaban el torniquete. La humanidad se impone á veces, el verdugo se conmueve y llega á tener conmise... racl6n de las víctimas. Eso sucedía allí en esos mamen.. tos, aunque es verdad que contribuía en gran parte él esa cQnmisf)ración, ciertQ: rivalidad que surgi6 entre (as autoridades mílitar y política. La una censuraba á la
otra~ cada unq se lavaba las manos y procuraba echar la c.vlpa á la ofra. Tenían cierto estímulo para refrenar
,'05 impulsos naturales que fueron causa de que les es–
cogieran para el puesto; ninguno quería ser menos que ,el otro, en el buen concepto público, hasta donde era posible en la órbita de sus funciones; y de esa compe-tencia resultó, por el mom~nto; algún alivio para ~as
inocentes víctimas.
SISTEMA PARA HACER EFECTIVA LA MULTA
los
pequeños detalles referidos anteriormente, res– pecto de' saqueo en Granada, .ólo han comprendido lo verificado con los hombros que fueron conducidos al cuartet Nada he dicho de las señoras, ni de los varones que huyeron, ni de los que estaban presos en Managua y en Leól1.
A doña Dolores Avilés v. de Argüelfo, le detallaron diez mil pe.sos, ascendiendo su haber, según la hijuela,
á vehiticinco mil pesos; de manera que le pedían las dos quintas partes de su fortuna; sin embargo, tuvieron la defe,rencla de no ponerla presa en el cuarlel, sino en su propia casa, para pedirle el valor de su rescate. Lo
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mismo sucedió á doña Josefa y á doña Mercedes de Mont¡el; no '05 llevaron al cuartel, sino que sus casas las convirtieron en cuarteles, alo;ando allí soldados. Pri– mero, se limitaron á custodiarlas, no permitiendo á na.. die salir de las casas. Como no aflojaban la bolsa, les apretaron la tuerca, no consitiéndoles cocinar, ni ba.. ñarse, ni ir al excusado, ni entrar en los aposentos, has.. ta que, estrechadas por la necesidad, los amigos de ellas arreglaron el pago de su rescate. Este modo de arran-
1) General Fernando :Marín _Rivas, el. jéfe militar era leonés. El Jefe Político, señor Cantón, de Rivas.
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