Page 80 - RC_1967_05_N80

GOBIERNO PROVISIONAL DE BONILLA

Ocuparon el Corpus, posición vcntajosísima, se organiz6 clH el Gol;tierno provisional; el ejército ni– caragüense aparecía como auxiliar; se armaron cf?mo dos ó trescientos hondureños al mando de 105 generoles Sierra y Bonilla (Manuel); se organizaron todas las fuerzas en diversos cuerpos haio el mando del Ge..

neral Orfiz y avanzaron sobre Cholureca, en don–

de había una pequeña guarnición á las órdenes del Ge– nera' WilJioms. El· rumor de la invasión despertó á 10$

que dormían el1 Tegucigalpa; la Legación de Costa Rica

salió c;asi á estope para Amapola, y el General Váz– quez comenz6 eS preparar5e para la resistenCia cuando sus enemigos avanzaban sobre él á paso de carga.

Mientras tanto en Nicaragua se daba principio á lo me– jor del negocio, se decretaba el primer empréstito forzo ...

50 para atender á 105 gastos de la guerra á que había sido uprovocoda" por el gobernante de Honduras; gue– rra santa, porque se iba á libertar la un pueblo herma· no que gemía en las garras de un tirano; se ¡be, á lavar

Con saogre la ¡niuria inferida, se iba ó levantar el pres– tigio de nuestras armas, se iban ó conquistar laureles

inmarcesib~es, se iba á escribir una página gioriosa en nuestra historia y otras cuantas :zarandajas con que 105

farsantes procuraban embobar la los unos, para que fUj!–

ron él morir por ellos, y á los otros, para que aflojaran le bolsa y tener ellos con qué hacer la guerra y aumen– tar sus haberes.

RESISTENCIA A LA GUERRA CON HONDURAS

A

NTES de comenzar las operaciones de la campaña, creian los "libertadores" que la empresa era muy fácil, porque Vá:zquez estaba muy odiado y Bonillo tenía mu– chos prestigios y le esperabun como al Mesías que lle– garía á redimirles. Pensaban tener ocasión de repetir las tres palabrCl~ de César y cantar victoria y celebrarla en alegres fiestas, al son del "quijongo y la marimba"; pero no todo sale como se piensa y se desea. La prime– ra decepci~n que tuvieron fué qua nadie llegó á engro– sar las filQ.s de lo~ uredentori;!~17, por mús que llamaban

y halagaban á tcido \>1 mundo. La segunda decepción fué que poc;o pró~Qch~ iba dando el ma"quiavelismo, por que encontrabqn la résistencia que no esperaban y no

podían dar ,~ Hpuñatac.la de pícaro", ({etaHe importante en el plan de las 'opei'adoMes. Estas crueles etecepciones

~ambiaron el auxHiQ ~ri guerra; había que hacerlo todo y darlo todo 6 ,í/frir espantosa derrota; estaban en el potro y teníari qu~"llrieteiorlo. El chasco era pesado; pe– ro no podían retrbceder y sacaron fuerzas de flaquezCls.

La noticia do" las dec:~pciones corrió con la velocidad pe'–

euliar en esos casos 'y produjo genaral impresión; poro 105 que estaban ya en el potro no se desalentaron y

redoblaron sus esfuerz~s para mostrar,: de~ían,:ulas ener...

gías del partido libera' ' '. En efecto; las energfas esos

~o de¡aron qué desear; estaban en sú terreno; Los prin.

c;pales de O~cidente, como Ortiz, Godoy, Herradora, l'l1archaron al combate; Zelaya, Gámez y Jos suyos se ocuparon en perseguir, en veiar,:en saquear á 105 pue–

~Ios de Oriente, como empeñados en agotarlos" en pos– tforlos partl que nadie allí pudiera levantar la cabezo.

EMPRESTITOS PARA LA GUERRA'

~staban én plena cosecha. Los empréstitos forzosos se s,ucedían con rapidez, porque la cala de la Tesorerío, co... "'0

el tonel de las Danaides, no se llenaba, ni pod~a

llenarse. Más de un millón de pesos decretaron en po– cos días y desaparecieron como por encanto. La

0(0–

sión es calva y hay que aprovecharla. Los gastos de la guerra, y sobre todo siendo liberal, tenían que hacerse con liberalidad, sin control ni medida. Si alguien se 'legaba á pagar, se le embargCiba lo que tenía 6 se tpmaba de sus almacenes lo que más gustaba. A ·Ios ehamorro, de Granada, les sacaron treinta mil pesos en ",ercoderías; ~espués se arrepintieron creyendo malo el 'legado, devolv"eron l(:Js mercancías ajadas y revolcadas, reserván!lose "Igo, que les gustó, y e¡cigleron en efectivo el pago de la, ca~tldad asignada. P\>,o' eso no era su-

fidente, apenas bastaba para entertener el ejército. Ha– bía que organizar la caballería y que trasport(lr el ma– terial de guerra; se necesitaban para ello mulas y caba– llos de buena calidad y capaces de resistir las fatigas; pero no había con qué comprarlos y erQ preciso remitir... los pronto.

ARREBATAR EN VEZ DE PEDIR

'Se comenzó por pedir10si q,úienes tenían, da .. ban las bestitl5; quienes no tenía", dabon .el dinero para comprarlas. Pero este procedimiento era molesto, en90rro,so Y depresivo, porque eso de pedir es humillan– te; se c'xpeditó lo operación cambiando una p.alabra; en lugar de "pedir", diieron "arrebator", y tom~'b(m don– de quiera las que necesitaban, sin necesidad de pedir permiso á nadie Está demá¡, decían, pedir 'I~s bestias,

"orque, si quieren, las dan y si no quieren, también las dan. Realmente, la formo primera no tení~ razón de ser¡ la otra, Q lo menos, tenía el mérito de la franqueza. . Lo mismo que para obtener las bestias, hicieron lue– go para obtener el dinero. Decretar un empréstito, de–

tallar las cuotas y recaudarlas era un procedimiento gas..

tado, molesto y dilotado; era preciso ~xpeditai' la acción,

simplificar los operaciones é ir al grano. E" lugar ~e

decreto, se puso una circular á las autoridades, acom– pañ611dotes una lista nominal de las personas á quie– nes deberjon exigir Ja cuota que se les señalaba. Como se d>inprenderá, esto era más difícil que arfeb"tar las· bestias, porque éstC1s se' toman donde se encuentran; pero: um:1 cantidad de dinero no se impi'ovisq, ni se ha–

lla donde quiera; sin embargo, á pesar de la dificultad, la r~caudoción se llevó cí cabo en poco tiempo, porque "quien manda, manda: cartucheras al cañón".

Para comprender la impresión que produjo ese sa–

queo por lista, es preciso seguir el hiJo de Jos aconteci.. mientos hasta el momento histórico en que esto se veri– ficó.

RESISTENCIA EN CHOLUTECA

Como dije poco antes, las fuerzas "aliados", así llamaban á los nicaragüenses y hondureños que iban á

"libertar" á Honduras, marcharon sobre Cholu'Qca y ha.. liaron allí una resistencia que no esperaban. La lucha fué larga y sangrienta; duró varios ·~ía'; la guarnición resistió con heroísmo; pero $ucumbió aJ fin; abrumada por las fuerzas superiores. Este triunfo qued6 equilibra– do por UlJa derrota•.'ufrida p,or Id columna que ama-

2;2