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"ardla en cantidad bastante para caraderi:z:ar á quien por desgracia de los nicaragüenses se ha enseñoreado

del poder público por un capricho de la fortuna.

BONILLA BUSCA APOYO EN GUATEMALA El Dr Bonilla corrió peligro de ser extraído del vapor al pasar por Amapala. El Capilán se neg6 á entregar.

le, lev6 anclas y salió del puerto. Hicieron de tierra algunos disparos de cañón sobre el vapor, pero sin nin– gún résultado material por el momento, aunque más tarde lo hubo moral, porque en vista de ese percance y

del que tuvo lugar en San José de Guatemala cuando

quisieron extraer del vapor al General Barrundi'a, el Go– bierno de los Estados Unidos resolvi6 que los vapores

de la Pacific Mail no gozaran del privilegio de extraterri– torialidad. También produjo un beneficio al Capitán del vapor, pues, cuando el Dr. Bonilla logró llegar á la Pre–

sidencia de Honduras, el Congreso acordó que en aten.. ción á su heroica conducta, se le regalasen cinco mil

pesos del tesoro nadónal. Otro resultado de los malos disparos foé que el Dr. Bonilla continuase su viaie, pu..

diese terminar los preparativos para la campaña y se llevase á cabo uno guerra qua tanta sangre y tonto di– nero costó á nicaragüenses y hondureños, por colocar

en la Presidencia al Dr. Bonilla en lugar del General Vázquez.

COSTA RICA SIRVE DE MEDIADOR

Como el estado de las relaciones entre los Gobier– nos de Hondu~s y Nicaragua hacía lemer un rompi–

miento, el de Co.~ta Rica ofreció sus buenos oficios para

buscar un oveníJniento. Füé aceptada su mediaci6n, y, en consecuencia/,-fué acreditada una Legación ante aque;"

1105 Gobiernos., Al pasar esta por Corinto, conferenció con el Subse,ere:tario de Relaciones Exteriores, el General

Ortiz y el Ministro Gámez, quienes lo manifestaron, en

nombre dol Gobierno, la mejor disposición para arreglar las dificultades y evitar la guorra. Mas todavía, insta– ron á la Legación para que fuese á Managua. Daclo lo que tenían enhe mcinos y lo que sucedió muy pron.. to, es de presumir que esa invitación tenia por ob;eto entretener á la Legación; ganar tiempo para concluir los preparativos y esperar el regreso de Bonilla para saber

á qué atenerse respecto del Gobierno de Guatemala. La

Legación se ,excusó de pasar ti la capital y continuó su viaje para Tegucigalpa.

OPINION DE LA PRENSA

Mientras tanto, la prensa semi-oficial comentaba

el decreto del Congreso hondureño en términos poco

amistosos, presentaba á Honduras como provocador, re–

cordaba que el General Vázquez había invadido los pue.

bias fronterizos en tiempos de Sacasa y que había pro.. nunciado tales y cuáles frases ofellsivas para Nicaragua,

sin que el Gobierno de esta República hubiera dado mo–

tivos para ello. ilEI Diarito", con la imparcialidad y la franquqza que le han sido habituares, puso las cosas

en su lugar; calificó de imprudente el decreto y también

d~ injusto porque podian partir de otras partes el<pedi– ciones contra Honduras sin que el ~obierno de Nicaragua tuviera participación en ellas; peto lo excusaba alegan-

do que era público y notorio qué de Nicaragua habían

salido expediciones armadas confra Honduras, que des– pués de ser derrotadas se habían vuelto su punto de

parUda, que en la última revolución de Nic9ragua ha– bían militado los emigrados hondureños con la prome– sa de que se les ayudaría después para efectuar un

cambio político en su patria, que varios de esos emigra– dos tenían puestos públicos y algunos militares estaban empleados en la frontera, que el jefe de ellos era Di– putado él la Constituyente y tenía voz y voto en el Go–

bierno, que todo eso se §abía en Honduras, que eran motivos suficientes para desconfiar y que eso mismo entre otras naciones habría dado lugar él actos más se– rios como pedir explicaciones y colocar un cuerpo de observación en la frontera.

"EL OlARITO" SUSPENSO

Una bomba que hubiera caído en el Palacio de

Managua, quizás no habría hecho el efecto que produ– jo el cutícula de HEI Diorita". Todo lo ale9ad~ no tenía réplica, eran verdades de clavo pasado Contestar algo

era dar lugar ó que se profundizt1ran le;ts cuestiones y

se descubriera todo el pastel; guardpr s'i1encio era re.. conocer tácitamente la verdad de lo e~puesto; ·se resolvió suprimir el periódico y en el acto se di"ó la

orden por te–

léfono al jefe militar de Granada.

"EL DIARITO" SUPRIMIDO

Esto envió un ofici,,1 á decir al Director del periódico

que de, ordan superior suspendiera la publica~ión del dia–

rio. Pidió éste que se le diera la otd~n por escrito, y se negarol1. Pidió que se le permitiera sacar un J:1úrnero para decir á sus chanadas y agentes

'0

que ocurríg y no se lo consintieron. Pidió que se le consintiera publicar unC':l hoja suelta siquiera; se accedió á ello, pero con la condicjón de

qt,Je: se debería limitar á decir lo o(urrido sin comenta.. ríos y previa censura ejercida por la autoridac( mifitar. ACQptada aqueUa autorización como \.In fav9f¡ en el acto

se i'!1primió ICl hoia suelta refiriendo lo acqntecido sin palabras hirientes ni comentario alguno, pero terminaba

con las humildes frases de que ~Iel Director ~e resignaba

y esperaba con paciencia mejores dias par6 la libertad

y para la patria". El "avisado" censor no vió nada allí

que mereciese borrarse, la hoja circuló sin obstáculo y

llevó á todas partes la noticia de un nuevo atentado y

el más acervo comentario que podía hacer~e en pocas

palabras.

Ese procedimiento arbitrario contra la prensa, no

tenía ni excusa siquiera, puesto que la República estaba en paz, no se concitaba al desorden y antes bien se

procuraba en el artículo que tanto había disgustado, que se corr¡gie~en las irregularidades que se cometían y no se diese motivo que iustificas0 las hostilidades del veci– no La orden dictatorial; semejante á un úkase del Czar de Rusid, no tenía más razón que la soberana voluntad de quien se había endiosado al ascender á la presiden– cia de la República. Se dañaban los intereses de una empresa, se conculcaban 105 derechps del hombre, se renegaba d~ los principios proclamados; pero nada de

eso importaba él la turbamulta que había tomado por asalto el poder público y que colocaba sus caprichos y

sus intereses sobre la justicia, el derecho y la libertad.

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