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« Previous Page Table of Contents Next Page »idea por algunos escritores norteamericanos que em– pezaban a hablar del indiscutible derecho, para ellos, "de la zona de influencia en el Caribe y en Centro América" a causa de la construcción del Canal de Panamó Como Selva había viajado por los Estados Unidos y <::uba, y como, por otra parte, era él mismo,
como muchos Di ros nicaragüenses, partidario de lo
intervenci6n como una necesidad para poner término al estado revolucionario yola falta de estabilidad de los gobiernos, o como se dio en llamar en aquello di–
fícil époco, I'el destino manifiesto/l de estos perturba–
dos pueblos, imbuido, no hay duda, pOI esas ideas que flotaban en el ambiente nicaragüense, escribi6 una serie de articulas 'abogando porque se estableciera eh
Nicmagua "la Enmienda Platt", artículos que fuelon
publicados en diciembre de 1911 en "El Dio", perió– dico de Monagua Son éstas sus últimas pi aduccio– nes de prenso A principios del año de 1912 murió El viejo paladí'n de las libertades sufrió en su último año de vida, un grave error de visión político, al abo– gar por esa causa, pretendiendo curar por medio de
una intervención extraña, la enfermedad que aque–
jaba a Nicaragua y a sus dirigentes políticos Si hu– biera vivido más tiempo, se habría dado cuenta de
que la intervención¡ que sí la hubo, ni garantizó la
paz, ni logr6 dar estabilidad a los gobiernos interveni– dos Quizás, el periodista Selva, al regresar, en esa
época a su potria, viejo y cansado por las incesantes
luchas en que había batallado, buscaba el alero del viejo hogar para terminar en sosiego sus días y pen–
saba en que (a intervención norteamericano fe traería
a su patria esa tranquilidad deseada ya que, induda– blemente, él presumirío que se le acercaba su fin, co–
!TIO en efecto ocurrió Pocos meses después de publi– cados estos últimos escritos políticos, murió
SUS FOLLETOS
Ademós de los folletos antes mencionados, edit6
011 os El primero en Managua el año de 1896, titu– lado España contlO Cuba Contiene los artículos que escribielo en favor de la libertad de la Isla En el proemio de ese opúsculo, da las razones qlle le indu– cel, a reproducir dichos artículos y dice "No me
mueve a ello dar mayor circulación a mis escritos POl–
que los crea muy buenos y merecedores de valar por el mundo, ni tampoco la idea del lucro porque no vaya vender ningún ejemplar", y si lo hace, agrega al final
"es para que se conozca en otras partes cómo se
piensa y se siente en América respecto de esa guerra"
Hay también otro folleto suyo editado en la Ti– pografía Nacional de Guatemala en 1904, jitulado
Panamá Contiene Ja serie de artículos escritos en
1903 poro El Comercio de Quezaltenango Aboga
en ellos, por la asimilación de los latinoamericanos a los norteamericanos, asimilación que él llama Ifame~
ricanización" Defiende asimismo, al Presidente Téo–
doro Roosevelt por haber tomado Panamá Comenta lo que en diferentes peri6dicos americanos s_e había
tratado entonces sobre. la misma cuestión de Panamá,
y hace historio sobre los varios proyectos intentados paro construil, tonto el uno como el otro canal el de Nicaragua y el de Pcnamá, mostrando amplio co– rocimiento de esas materias
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Hay que recordar Q este propósito, que SelvCl fue siempre desde su juventud, como la mayoría de sus compatriotas, un fanático partidario de la construc– ción del Canal de Nicaragua por los norteamericanos,
y que su primer periódico se llamó "El Canal de Nica–
regljo"
SU OBRA
l'-lo es en estas paginas donde se podría emitir
un juicio de conjunto sobre su obra de prensa, que
fLi~ múltiple y abarcó innumerables problemas de ac– tualidad politica y de crítica hist6rica. El mismo re– fiere en la introducci6n de su folleto de 1894 que fue fundador de los siguientes peri6dicos' "El Canal de
Nicaragua", fila Tribuna"', "El tndependíente ll
,.,
liLa
Noción/l"
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El Diorita", "Los Tiemposll y "Lo Discu..
si6n" y redactor o colaborador de "La G:tceta d.e
Nicaragua", diario oficia 1, de .vEI Porvenir ll
,
de Ma–
nagua, de "El Diario Nicaragü~nsell, de Granada; de
"El Comercio", de San Salvador, y de "El Nacional",
OLa Patria ll
,
"El Pabellón Nacional ll
,
"El Monitor
Republicano" y "El Boletín de la 7" 4'ona Militar de México" Esto hasta 1894, que después de esa fecha colabor6 en otras publicociones centroamericanas y cubanas
En la misma introducci6n agrega un resumen de su oblo de prensa "Casi todos mis peri6dicos han sido de combate, de polémicas, de disquisiciones más o menos acaloradas, pero de vez en cuando ha habido una tregua en las luchas, que ha dado lugar o la pu– blicación de artkulos de otra índole en que he tratado con calma y detenimiento varios asuntos políticos, eCO–
n'ámicas, administrativos, históricos y sociales"
Abogó y batall6 durante su vida por la prensa independiente a la que consideraba como "Jo verda– dera prensa, la que con propiedad se ha llamado cuar– to poder del estado" según su propia expresión Agregaba además que '''10 prensa y los tiranos se ex–
cluyen como la luz, y las tinieblas" Fue, asimismo, partidO! io del derecho de insurrecci6n de los pueblos qmtra los malos gobiernos y contra los tiranos, y opi– naba como necesaria la revoluci6n para mejorar las condiciones sociales de la humanidad Y dural'lte su vida fue un convencido partidario de la doctrina demo– crática y del gobierno republicano representativo. En una serie de artículos publicados en "La Ga–
ceta de Nicaragua" en 1874, reproducidos veinte años después, hizo un estudio de las revoluciones ocu– rridas en la América Española, desde la independen– cia, y al tratar de las de Nicaragua, investiga' las causas que originaron las rivalidades y el espíritu 10– colista sUlgido entre León y Granada, las dos princi– pales ciudades de este último pals Su opini6n sobre esa materia, tan largamente discutida dentro y, fuera del país, es que, la "hostilidad", primero y lo "rivali– dad", después, no han tenido razón de ser, y que ,la causa fundamental de ese estado emocional se basa en las erradas e interesadas apreciaciones que los ca– becillas y políticos de las dos ciudades han hecho para llevar cada uno de ellos, como vulgarmente se dice, agua a su molino Esas apreciaciones comehtadas en los carril/os como leyendas, y después publicadas en la prensa, han servido para envenenar las mentes
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