Page 102 - RC_1967_05_N80

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~u.s ;dversarios, adoptando sus Instituciones, sus costum.. bres, 3U cultura", porque entonces, no sólo no hay pre.. texto para mezclarse en sus asuntos, sino que se colo.. corían al nivel de sus vecinos, desaparecerra la inferio... ridad y no tendrían nada que temer.

El peligro viene de la superioridad del anglo sajón sobre el latino americano, superioridad que lo han dado sus instituciones, sus costumbres y su cultura, no la raza, como observé al trató, de la educaci6n anglo saiona. Ahora bien, asimilándose á él, desaparece la superiori..

dad, y por consiguiente cesa el peligro.

Por haber sido los ind.ios del Norte refractarios IJ

la civilización, casi han desaparecido. Los apaches, los yaquis y los mayas son también refractarios y correrán la misma suerte. En vez de asimilarse 6 105 actuales mejicanos, sus cQstumbres; su indómita fiereza les hace ver como humillante aceptar la civilizaci6n de 105 que hace siglos invadieron su territorio; quedan por eso rezagados, son inferiores, no pueden resistir la com.. petencia y tienen que sucumbir. Los que se asimilaron,

pOI· el contrario, progresaron, se pusieron al nivel de

105 dominadores, cooperaron eficozmento á la ¡ndepen..

dando, han sobresalido en las artes y las ciencias y

han llegado á ocupar 105 primeros puestos en el Go.. bierno de la República.

Les chinos hon querido ser originalos, se han ais.. lado, se aferraron á

SU!i usos y costumbres, se enchinj4

zaron y allí están convertidos en ¡uguetes de cualquier potencia, á pesar do ser ricos y de que su población es la lercera parte de lci del globo.

Los iaponeses no creyeron humillanto: Ctsimilarse á

los europeos y adoptar sus instnuciones, sus costumbres,

su cultura; es decir~ so europizaron, no pcnsar~n en jo· ponizalse, y se co.loceron, de un salto, al nivel de las

naciones Civilizada,.

España era en el siglo XVI una do las primeras naciones de Eoropa; pel'o se empeñó en estacionar, té.

sistió al espíritu moderno por conseivar su unidad po-

lhica y religiosa, so encerró en el Escorial V decayó, per– dió su~ colonias, perdió su escuadra, perdió su prestigio,

y reconociendo ahora algunos de sus hiios sus pasados errores, piensan que para recuperar su pasada grandeza debe comenzar por europizarse.

"El contacto de unos hombres con otros hombres y

da unos pueblos con otros pueblos, dice don N. Bolet Peraza, ha sido el medio más e:ficaz para el mejora... miento de las razas; cada sociedad tiene su espj,itu, ¡ncreible de actividad prodi\liosa V de ambición sin li– mites, nos es indispensable para llegar ó aquel fin. To– memos del americano

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que nos falta, y habremos completado nuestro ser social. Sus defectos no nos re.. traigan, que todos los pueblos Jos tienen".

Esto es sensato V patriótico, V eslo es lo que Méjico viene haciendo á pesar de las declamaciones de los es.. píritus intransigentes y de estrecho criterio ·que ven un peligro para su raza y para su nacionalidad, en lo mis.. mo qu~, precisamente, está su salvación.

Gran parte de nuestro ContinMlte está realmente enfermo, como dijo don César Zumeta. Presentarle un remedio para que se cure, no es hacerle creer que está perdido, sino, ell contrario, es darle el medio de so.lvarse.

Al toro bravo, á los cuernos, dice el refrán. Lo que está lejos de significar que vaya uno á ensartarse en ellos. Así, la americanizaci6n no quiere decir ponerse á las plantas de los americanos, sino igualarse á ellos, poner.. se on aptUud de progresar; educarse é instruirse como ellos para ser activos, laboriosos y emprendedores; prác.. ticos y no soñadores é indolentes; positivistas y no plo.. tónicos; pacíficos y trabajadores V no revoltosos V ami-gos' del dulce no hacer nada, .

Haciendo eso el Continente se sana, se salva, pro.. gresa y no tiene que temer. Eso significa ..¡ á eso con.. duco la americanizaci6n Por consiguiente, no debemos racha·zarla sino correr á ella como á 105 cuerno5 del toro. Allí está la salvación de la patria V de la raza. 1S de diciembre de 1903.

LA AMERICANIZACION

11I

POR lo demás, añado el diario mejicano, el modelo IIPar lo demós, ClÍlada el diario mejicano, el modelo que él nuestra culturo se propone, tiene muchas feolda ..

deti, y su varonil corpulencia infinitas enervaciones". ¿Pero quién le ha dicho que los americanos no tie– 110n defectos y que la americanizaci6n Involucra la ne..

cesidad de císhnilarse á ellos en todo?

Cuando se dice á una niña que sea humilde como

el cordero, inocente como la t6rtola y astuta como la serpiente, no se le aconseja que bale y que ande en cuatro pies como la oveia, ni que vuele y se oche como

la paloma, ni que muerda y se arrastre como la culebra, sino que tome de esos animales las cualidades indica.. das V que sobresalen en ellos.

Reconociendo, sin duda, que al decir aquello mas.. traba falta de sindéresis, vuelve en sí el escritor mejica..

no, y agrega:

"Ciertamente que no se nos propondr6 que implan.. ternos los linchamientos en todo su salvajismo primitivo; ni tetmpoco ¡¡'s vénalldades electorales V parlamentarias que convierten allí la democrada en una plutocraCia des-

pó'ica; ni otrc-s mil d~fectos ~e raza, de costumbres, que son seguros signos de debilidad".

Es claro que nadie propone eso, como es daro que el colega trae de los cabellos esos hechos para lograr la ocasión de enrostrarlos, creyehdo osi anonadar á

sus adversarios.

No puede el diorlo conservador de Méjico ocultar

su inquina hacia sus vecinos del Norte. Los hechos á

qua alude son lunares, son manchas, que, como las del Sol, atestiguan su brillo. Nadie se fila en los lam– parones, más 6, menos, de un trapo sucio; pero todos notan el más pequeño lunar en un hermoso y límpido espejo veneciano.

El linchamiento es un resto de barbarie que las

personas ilustradas de lo Unión Americana ~ondenan y tratan de extirpar como una mancha que empaña su democracia y desdice su cultura y ~vanzoda civilización. El hecho de combatirlo está probándo que no es una virtud nacional sino un vicio que se quiere extirpar; 6 pesar de que proviene del excesivo sentimiento de ¡usti– clet, de la impaciencia porque se castigue al criminal. :

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