This is a SEO version of RC_1967_04_N79. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »za como cuero para J3i11eteras, zc.ip.atos, cinturol1es etc. Resulta un cuero de bonitos' dibujos, suave y muy du~
radero.
Los tiburones son por una parte de unci gran resis– tenc¡a a las heridas; se conocen casos de tiburones que habiendo sido destripados a arponazos s,iguieron ata– cando con furia los restos de una ballena. Por otra parte muy pocos acuarios del mundo pueden gloriarse üe ter:aer entre sus huéspedes tiburones vivos~ y esto por poco tiempo, hay que estar renovándolos continuamen~
te; en cautividad pa~ec;en perder el apetito y se· dejan morir de hambre.
Estos peces no tienen vejiga natatoria, esto hace que el tiburón no puec{a estar como los demás, como colgado en medio del agua, el tiburón tiene que estar continuamente moviéndose a no ser que se cipoye en el
fondo.
A los lados de la cabeza tiene 5 aberturas llama–
das abertvras branquiales; el agua entra por al boca y
sale por esas ,aberturas. Al pasar el agua por el inte– rior del animal la sangre de las venas de los arCO$ branquiales toma de ella el oxígeno necesario para la respiración.
Entre los tiburcmes pueden formarse dos grupos los que tienen músculos respiratorios que Iss permiten lle– nar de agua la cavidad bucal y expulsar esta agua con relativa fuerza por las aberturas branquiales y los que no teniendo desarrollados estos músculos se ven obliga– dos a nadar continuamente para hacer así que el agua simplemente circule, mientras nadan, por la cavidad bu– cal y las branquias
Los tiburones de este último grupo son muy difíci– les de capturar vivos y de mantener en acuario pues cualquier rato de inmovilidad les produce la muerte ..
El tibur6n del lago pertenece al primer grupo. Un
tiburón de u~os cuatro pies de largo, pescado en Los Co– cos por el Sr. Armando Vega en compañía del autor y
de Mr. KEALEY director del acuario de CLEVELAND, res–
piró perfectamente durante más de una hora estando inmovilizado en un cayuco lleno de agua.
Como díjimos más arriba Bígelow y Schroeder 1948:
378~382 hacen una descripción completa del tiburón ni– caragüense comparándolo con los tiburones marinos. Se– gún estos autores el tiburón del lago es probablemente
descendiente del CARCHARHINUS LEUCAS del Atlántico.
Esta opinión se basa en el hecho de que ambos tiburo– nes son casi iguales y el Cacharhinus feucas acostumbra a frecuentar las aguas costeras subiendo las emboca~
duras de los ríos.
En cuanto a la diferencia entre el C. LEUCAS y el C. NICARAGUENSIS se citan las siguientes: al Margen
anterior del ojo algo anterior a la parte delantera de
la boca en el C. LEUCAS y algo posterior en el C. NICA– RAGUENSIS bl La tercera abertura branquíal menos de
la mitad de la distancia entre las aberturas nasales en
el C LEUCAS y casi dos tercios de esa dístancia en el e NICARAGUENSIS cl El borde libre de la segunda ale–
ta dorsal aproximadamente de una largura igual a la
mitad de la base de la misma aleta en el C LEUCAS y aproximadamente dos tercios en el C. NICARAGUENSIS.
Habiendo aparecido recientemente algunos repor.. tes de que esas diferencias no parecen ser constantes, el autor examinó tres ejemplares en Los Cocos, uno de ellos de unos cuatro pies de largo, en compañía de Ar–
mando Vega y Mr. Kealey del Acuaríum de Cleveland.
Los tres ejemplares se ajustaban a las medidas dadas
mo género que el tiburón blanco también .llamado co~
medor de hombres que tod~vía surca 105 mares.
Un tiburón blanco grande puede alcanzar 30 6 40
pies de largo y tiene dientes de tres pulgadas; algunas de las especies del terciario tenían dientes de seis a ocho pulgadas de largo mandíbulas de 6 pies o más
de ancho y pudieron alcanzar una longitud de 45 a 50
pies
Actualmente existen de 225 a 250 especies de tibu– rones y se encuentran en todos los mares del globo. Los tiburones juntamente con los peces sierra y las
rayas formcm el gran grupo de peces CHONDRICHT–
HYES cuyo esqueleto no es de hueso sino de cartílago aunque este se encuentre ti veces impregnado de sales calizas Esta es la razón de que tanto el tiburón como
el pez sierra puedan partirse a machetazos con relativa facilidad y de que sus restos se pudran totalmente en poco tiempo quedando solamente los dientes~
Los dientes del tiburón son planos, agudos y están insertados en la piel de las mandíbulas, no t~niendo raí– ces como los nuestros.
El tiburón tiene varias filqs de dientes con Unos 25
dientes cada fila de cada mandíbula. Cuatro o 5 filas
pueden estar en uso en distintas ZOl}a5; otras varias se– ries de dientes se mantienen en reserva plegadas con– tra la cara interna de las mandíbulas. Los dientes vie– ¡os, gastados o rotos son reemplazados individualmente por los de series posteriores.
El tubo digestivo es muy corto y para poder dispo–
ner de una suficiente superficie de .digestión y absor~
ción en el intestino, tiene una válvula en espiral en el interior y a lo largo de él, semejante a la columnilla que forma el centro de las conchas de los caracoles. En general todos los tiburones parecen ser de muy poca inteligencia y muy mala vista; ,pero en cambio pa–
recen estar dotados de un agudísimo sentido del olfato Se supone que son capaces de percibir ti larga dis– tancia el olor difundido en el agua por una pequeña herida que sangre. Esto hace muy peligr'oso bañarse coil alguna herida fresca en lugares donde puedan ha– ber tiburones aunque no se vea ninguno en las cerca– nías.
Los tiburolles son en su mayoría carnívoros y en su avidez son capaces de tragarse objetos como botellas, zapatos vieios y latas arrojadas de los barcos. Ordi– nariamente su régimen se reduce a
peces sin excluir a otros tiburones más pequeños.
Otra característica de los tiburo.nes que también lle– na de admiración a la gente es que los tiburones no ponen huevos como la mayoría de los peces. El macho tiene parte de las aletas pelvianas transformadas en dos órganos copuladores; la fertilización es pues inter– na y los e'mbriones en número de 5 ó 6 se forman en el cuerpo de la madre. La madre no se lirilita a dar al– bergue a los embriones dentro de dilataciones uterinas especiales sino que les suministra líquidos nutritivos por medio de conexiones especiales que se establecen entre la madre y el feto y que recuerdan por su función la placenta de los mamíferos.
la piel d~ los tiburones no tiene escamas; en su lu– gar tiene unos dentículos dérmicos, pequeños dienteci– tos de esmalte incrustados en la piel que son los que producen la sensación de aspereza que se experimenta al tocClr la piel de un tiburón Esta piel se usaba anti–
guamente con el nombre de SHAGREEN para pulir mue–
bles y aun marfil Actualmente bien procesada se utili-
70
This is a SEO version of RC_1967_04_N79. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »