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PETER JB. COLLINS

COllespollsal científico rIel "Smiday Times lt

En

muchas legiones del litoral mediterráneo, donde todo pOi ece contribuir al encanto de las vaca– ciones a orillas del mar, no existe ningún balneario El intel ior de la región es placentero, las playas de blanca arena se extienden o lo ¡orgo de muchos kiló– metros, el clima parece tan agrodable como en cual– quier lugor de veraneo El sol bl illa y calienta, mien– tros lo btiso que sopla de lo tierro hocia el mar impide que la temperotura ascienda demasiado ¿POI qué,

entonces, no hay casi bañistas, no se alzan grandes

hoteles en la costa, y falta la animación propia de los balnearios? Simplemente pOlque uno de los faclores importantes es negativo el agua del mar está frio

y la culpa de que esté fría la tiene el viento Si, es muy sencillo La brisa que sopla de tierro empuja más afuera las capas superficiales del agua, agrodablemente entibiadas por el sol, y que son reem– plazad<lS por aguas más profundas y frías Esto cir–

culación se produce hasta en vetano¡ cuando podría

esperarse que el aire cáliente de tierra hiciera subir la temperatura del mOl

Este fenómeno se produce en otros litorales ade– mós del meditel ráneo, y como consecuencia del mis–

mo, numerosas costas que cuentan con un excelente

clima no pueden convertirse en balneario populares Preciso es tenet en cuenta que las relaciones del hombre con el mar se han visto y quizá se verán siem– pre limitadas por lo condiciones atmosféricos, por eso

que llamamos "el tiempo" En efecto, del tiempo depende lo seguridad o el peligro de los hombres de mar, el pi ovecho del pescador, y los vacaciones del

I/tenestrel Los temporales en alta mar, las olas que bajen y el mor de fondo que los sigue, recuerdan 01 hombre su pi opia insignificancia cuando esos dos ele– mentos, la atmósfera y las aguas del mm, se coallgan contra él

A veces esa relación entre atmósfera y océano es tan evidente que no requiere consideracions cintíficas Oltos veces la relación es más compleja, y se traduce en litorales de excelente clima pero de aguas que no Sil ven para bañarse¡ o bien en grandes temporales en alta mar Para los expertos, la interrelación de los dos elementos es siempl e perceptible, pero si bien el hombre tiene siglos y siglos de exoeriencia en materia de navegación y de clima, poco sabe sobre lo que ocu–

1 re en la zona crítica de contacto, es decir, en la su– pelficie del mar donde el agua y la atmósfera se encuentran

Algunos factores nos son famíliares Sabenlos, por ejemplo, que la atmósfera no se recalienta por la acción directa del sol, sino que extrae su energía ca– lórica de la supel ficie sobre Ja que descanso¡ y sobre todo de las masas oceánicas El grado de calor que pasCl de ICls aguas a la atmósfero, y la forma en que se produce el fenómeno, son factores del l/presupuesto de energíu", como se le ha llamado, es decir, de las

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