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POI otro pOi te, el fomento de instalaciones coste– lOS abrirá nuevos posibilidades en materia de explota– ción de usinas mal emotrices Como su costo de fun–

cionamiento es buja, en ciertos casos será mejor lecu–

nir Cl las maleas que a la energía nuclear, siempte que la configul ación costera se preste a las instalaciones El ployecto de explotación del estuario del Severn de– berá proporcionar más de dos mil millones de kilova– tios-hora, el de la bahía de Cobscook, en la bahía de Fundy, 340 mil[ones de kilovatíos, y el del Mont Soínt– Miche[, más de 12 mil millones Se ve así cuán fOl– nlidables son las leselvas de energía que existen en el mar Pero además hay otras reselvas acumuladas en

fellna de €118lgía térmico¡ que sólo aguatdan algunos

progresos tecnológicos para hocer su aparición en el mercado Esas 1 eservas son tanto más impol tantes cuanto que pertenecen a una categoría permanente,

que ninguna explotación podl á agotar jamás

E

1 desarrollo espectacular de lo geologí'a sub– marina y de la fotoglafía de [os fondos abisales, ha pel rnitido descubrír en el fondo del mar grandes exten– siones cubiertas de concreciones metalíferas, denomi– noclas nódulos y compuestas esencialmente de óxídos de hierro y cIe manganeso mezclados can cantidades aprecíables de metales más raros níquel, cobalto y coble La inmensa supelficie que abOtcan esos nó– dulos pelmile deducil el enorme valor de esos depósi– tos minerales, y es de supone! que se los explotmá cllcmdo se agoten los yacimientos terrestres Las re– sel vas están disponibles, y sólo hay que perfeccionar los medios técnicos para aprovecharlas

Otros ¡eCUrSDS minerales del mar tomarán asimis– mo gran impOItoncia el día en que se descubro un sistema económico para concentrar el agua marina

Lu salmuel a de los pantanos y salinas propol ciona sul– íolu de sodio, cloruro de potasio, cloruro de magnesio

y oxiclol uro de magnesio De los mares fósiles, como el (ago Searles en CalifOlnio, se exttoe bórax, bromo, litio, sales de potasio y de sodio Lo mismo puede de– cirse del Mar Muerto, cuya concentración salina es

diez veces superior a la del océano

Lo que la naturaleza ha hecho a la 100go de toda la histOlia geológica de la tíena, el hombre puede re– plOducirlo mediante las fuente de energia a su dispo– sición Así, para fertilizar zonas actualmente desél–

ticas par falta de agua, se podría utilízar la energÍ'a nuclear a fín de obtener aguo dulce partiendo del agua salada El casto de esta operación quedOl ia cubierto por la obtención de materias pi imas de los residuos sa– linos, también se podría extlaer el wanio que existe en el agua morilla, y cuya fisión pi oporcionm ía cien veces la energía necesaria para la evaporación de! agua saluda y su transfOlmción en dulce De todas mane– ras, cuando se hacen los cálculos de semejante ope– ración y se la comparo con la acción del sol sobre la superficie marina y la enelgía gnstada pOlo la evapo– ración de las capas superficiales (diez mil veces supe– ríor a la energía total utilizada por el nombre en forma de carbón, petl óleo e hidroelectricidad), se comprueba

que nuestros medios actuales son muy reducidos( y que

nuestt o campo de acción es sumamente limitado

N

o obstante, cada vez se tiene más en cuenta que el equilibra energético que Iegula las relaciones entre el mar y la atmósfera, y que determina los cli– mas, puede ser alterado en la misma medida en que algunos procesos atmosféricos suflen alteraciones En efecto, la menor presión sobre un fenómeno local po–

dría plovocar modificacíones en gran escalo No hay duda que cuando se conozca perfectamente el meca– nismo que controla el tiempo y fos dimos, setó posible establecer los puntos neurálgicos sobre los cuales el hombre podría intervenir a fin de modificar un régimen

atmosférico de la manera más conveniente¡ pelo habtá que ploceder con sunlQ precaución Por ejemplo¡ el empleo de la energía nuclear para fundir porte de la capa g[acial ártica que abstl uye las vías de comunica– ción Inarítimas de Siberio¡ tendría que ser objeto de

un estudio muy cuidadoso pues podría provocO! un agrandamiento exagerado de los glaciOles europeas y norteamericanos Además/ los vientos secos del nOl– te podricm [Ienarse de humedad al soplOl sobre el Océano G[acial Artica deshelada, y al hacer llover so– bre las montañas ya nevadas del hemisferio norte plO–

VOCal ían poco un decenso de temperatura

POI el contlario/ es posible que la temperatUla vaya aumentando gradualmente en nuestro época a

causa del excesivo consumo de carbón¡ petróleo y

otros combustibles/ que incorporan a la atmósferD

enorme cantidad de gas carbónico, parte del cual es absorvido por el océano mientras el resto permanece en la atmósfera y almocena al nivel del suelo las ra– diaciones calóricas, lo que a la larga puede provocOl un descenso de temperatura de uno o dos grados Quizá estos pi ocesos podrí'an desatar una reacción en wdena, cLlya etapa final seda la fusión de las hielos

y le! inmersión de bueno parte de las tierras que emer– gen actualmente sobre el nivel del mar El destino de la humanidad depende de la capacidad de absOl ción del gas carbónico par parte del mar, y del cíclo díná–

rnico que hoce remontar sucesivamente a la superficie [os capas de agua profundas También en ese caso el hombre podría intentar restablecer el equilibrio que sus pi opios actividades han puesta en pelígra

Por Cdtimo, y dada que el porvenir energético de la humanidad está ligado a la aplicación industrial de la energía tel monuclear, na debe olvidarse que el océano constituye la mayor reserva de hidrógeno del

mundo

Lu oceanografía no ha cumplido aún cien años T, ibutaria durante mucho tiempo de la curíosidad de algunas ricas naciones marítimas, y paradójicamente favOl ecído como tantas otras ramos de la tecnología por la segunda guerra mundial, puede jactarse de mogníificas conquistas técnicas y de un mejoramiento evidente del nivel de vida en todo el mundo Pero su contríbución al bienestot de la humanidad no se de– tiene ahí las perspectivas fututas son todavía más bríllantes, en la medida en que cabe prever que

el hombre se volverá más y más hacia el mar como fuente de alimentación, de materias primeros indus– triares, y de energía

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