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va oportunidad de comprenderse mejor y ayudarse

recíplocarnente con mayor eficacia

S

i bien el mar ha inspirado a muchos poetas, novelistas y músicos, no cabe duda de que su influen– cia más poderosa se ha ejercido en el dominio de las

actividades económicas Nadie se extrañará, pues,

de que al tomar uno orientación práctica, la oceanO–

grafía haya dedicado sus investigaciones al mejora– miento de la economía mundial Entre las actividades humanas dependientes del océano, y cuyo desarrollo ha sido posible gracias a pacientes investigaciones,

mencionemos en primer término la navegación, que

abre las rutas a la prosperidad

La historia del mundo está ligada al desarrollo del comercio internacional, que en todo tiempo ha pre– fel ido las vías marítimas, no sólo para el tráfico inter– continental sino para el cabotaje entre diferentes re– giones del mismo país El mar se ha adelantado siem–

pre o los caminos por tierra, abriendo a los países

soberanos la vía de su desarrollo económico y político Si la evolución de los transportes marítimos dependió durante mucho tiempo de nuestro conocimiento del mar, de lo topografía costel a y del régimen de vientos y corrientes, en muchos aspectos coincide con el desa– rrollo de la oceanografía, y esta última ha de seguir desempeñando un papel de primera línea en la explo– tación de las grandes rutas comerciales del globo En efecto, como el costo de un víaje resulta muy elevado, ningún buque de carga o paquebote empl en–

de un viaje intercontinental sin que al trazar su ruta,

se tengan en cuenta múltiples factores por uno parte la naturaleza, la fuerza, y dirección de los grandes

corrientes oceánicas que puede encontrar durante el

viaje y que le harán perder O ganar horas preciosas y

husta días enteros, por otra parte, las condiciones me–

teorológicas, su proboble evolución y su influencia so– bre el estado del mar La oceanografío ha permitido conocer perfectamente la Corriente del Golfo, lo de Labrador y las ecuatoriales, determinando sus causas,

itinerario y fluctuaciones, y prestando asíl un servido

inestimable al comercio internacional

Este comercio no sería tan intenso si en las cos–

tas batidas por las olas y las mareos, la Providencia no hubíera creado bahías y golfos de aguas tranquilas, que permiten la carga y la descarga de los navíos

En otras zonas, donde la naturaleza no se ha mostra–

do tan generosa, el hombre ha creado esos abrigos As' han nacído los puertos naturales y artificiales, contra los que se encarnizan las olas y las mareas, des– ti uyendo las obras de protección o rellenando los fon– dos con sedimentos aluvionales Ha sido necesario desarrollar una ciencia de protección de las costas, que se traduce en la construcción de to jamares y es– pigones destinados a frenar la violencia de los elemen– tos Todas estas obras se fundan en un profundo conocimiento de la dinámica costera, del régimen de las mareas y corrientes asociados, de la fuerza de (as ondas y la altura de las olas, que a su vez están ínti– mamente ligadas al régimen meteorolágico dominante yola acción reciproca de la atmósfera y el mar La meteorología y la dinámica, la hidráulica y la sedimen-

toe ión he ahí otros tantos factores esenciales del aprovechamiento racional de las costas.

El litoral no debe limitarse a algunos puertos fa–

vorables al comercio marítimo, es necesario que las costas permitan la navegación segura, es decir, que

exista un conocimiento minucioso de todos los peligros y escollos que pueden afectar a los navíos de diversos tonelaje Esta tarea está a cargo de los servicios hi– drográficos nacionales, que se ocupan de trazar cartas costeras, con todos los detalles sobre los occidentes

naturales, datos sable las corrientes, fondos, mareas,

etc En otros tiempos estos cartas se basaban en pe– nosos sondeos hechos a mano, pero el uso de los son– deadores ultrasónicos permiten efectuar rápidamente el ti abajo No obstante, si ciertas costas hon sido muy bien cartografiadas, por cuanto desde hace mucho son teatro de un intenso tráfico marítimo, otros lito– rales -especialmente los de los países insuficiente– mente desarrollados---- requieren un enorme trabajo que sólo los métodos más revolucionarios permitirán llevar rápidamente a cabo Estos métodos han sido pel feccionados durante la guerra, por ejemplo, cuan– do se trata de fondos arenosos, se estudia mediante fotografías la variación del brillo de la arena a través de la capa de agua, partiendo del principio que el bri· 110 varía segLul la profundidad

Cuando se trata de costas en general, se deter– minan las características de las olas mar afuera, y la profundidad de la costa se calcula partiendo de la modificación de la altura de las olas y de su velocidad de traslación, pues ambos factores dependen de la In– tensidad del frotamiento del agua contra el fondo, es decir, del espesor de la capa de agua Todos estos estudios puramente teóricos, efectuados por los ocea– nógrafos en los últimos años, han permitido a su vez

una aplicación práctica, con favorables consecuencias

desde el punto de visto de la economía

Ed descubrimiento del petróleo submarino ha da– do considerable ímpulso a los cateos en la plataforma continental, es decir, en lo parte llana del zócalo de los continentes que abdica desde la costa hasta 200 me– tros de profundidad Como lo plataforma es la pro– longación inmediata de las tierras emergidas, posee la

misma estructura e idénticos recursos minerales que

estas últimas Se estima que contiene un volumen de sedimentos de petrolíferos de 120 millones de iklóme–

tres cúbicos, lo que representaría una reserva de pe–

tróleo bruto calculable en 400 millones de barriles, o sea unos 40 mil millones de toneladas

Esto equivale a un tercio de las reservas tota– les del mundo, 45 veces el consumo energético de 1956, y casi el 5% de las reservas totales de la enero gia fósil Es fócil ver, pues, que el potencial petro– Iífelo del mar está lejos de ser desdeñable, y que su explotación se desarrollará a medida que se perfeccio– nen las técnicas de perforación del fondo submarino a profundidades cada vez mayores; por el momento, el

Lmico obstáculo reside en los efectos de la corrosión,

las olas y las corrientes sobre materiales que no han sido previstos para trabajar en condiciones tan peno– sas

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