Page 20 - RC_1967_04_N79

This is a SEO version of RC_1967_04_N79. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

A principios de este siglo, el Príncipe Alberto de Mónaco pescó a 6 000 metros, pero sólo en 1948 una expedición sueco capturó animales en profundidades de 7 625 a 7 800 metros, en la fosa de Puerto Rico. Posteriormente, en 1949, lo expedición soviética del "Vityas" capturó seres vivos en la foso de Kuriles– Kamchatka, a 8 100 metros Sin embargo, las expe– riencias realizadas con animales de aguas superficia– les habían demostrado que éstos no pueden vivir a uno presión de 1 000 atmósferas Eso significaba que en lo más profundo del océano no había vido, o bien que los organismos que en ellos vivían eran diferentes de los ya conocidos por la ciencia, especialmente en sus aspectos biOquímicos y fisiológicos Conocíamos or– ganismos adaptados a la escasa presión de picos ele– vados, pero ¿existiría vida en un mundo de presiones sumamente elevadas?

Esa tarde, comenzamos a largar nuestro cable de acero En su extremidad sé acopló un arrastre de

3 metros, por si ro red der arrastre se rompío, añadi– mos una pequeña droga que aun en ese caso podría recoger algo del fondo Nos llevó varias horas largar

12 163 metros de cable, pero por último sólo quedaron unos pocos vueltas en el enorme molinete del cabres– tante Lo contemplábamos ansiosamente, pregun– tándonos si habríamos dado a nuestros ingenieros los datos justos para calcular lo longitud del cable. ¿Ha– bría habido un error? ¿Los operarios encargados de tejer los delgados hilos de acero convirtiéndolos en un cable, habrían hecho cuidadosamente su trabajo? También nos preocupaban los vientos, las olos y las corrientes, mientras procurábamos dirigir nuestro bar– co sobre la parte más profunda de la fosa.

Ahora todo dependía del cable de acero Ade– más de soportar su propio peso, tenía que resistir lo fricción del agua en uno longitud de 12 killómetros, el peso del arrastre y la fricción de éste contra el fondo

y lo que también era importante, nos preguntábamos si habríamos calculado exactamente la longitud del cable en relación con lo profundidad de la fosa y la velocidad del barco Si habíamos soltado poco cable, lo red no tocaría fondo, si por el contrario habíamos largado demasiado, entonces el mismo cable ejercería una fricción contra el fondo.

A pesar de todo, la operación de remontar el arrastre fue tan fácil corno si estuviéramos pescando a la profundidad usual de 5 000 metros. El sol se puso y era c.asi de noche cuando la red asomó de nuevo en la superficie...

AIIf, en el fondo del aguo dora, se esboza el gran capo triangular del arrostre La noche era os– cura como boca de lobo, pero el resplandor de los focos bañaba la popa del puente superior Y entonces fue– ron viéndose rápidamente los resultados "¡ Hoy ar– cilla en el bastidor!", gritó alguien "Ha tocado fondo", y luego "Hay piedras en el copo"

Todos cuantos a bordo podían abandonar sus to– reas, se reunieron en torno 01 gran arrostre mientras los dedos nerviosos soltaban las cuerdos para extraer cuidadosamente su contenido. Prestábamos poca atención a los camarones rojos, los eufásidos luminis– centes o los peces negros, pues sabíamos que esos

animales pelágicos habían sido capturado!! <;Jurante el ascenso de la red '

Pero allí, en una piedra de ciertas dimensiones, había unas pequeños excrecencias blancuzca~ ¡ané– monas de mar! Aunque no se hubiesen encontrado otros animales, éste hubiera sido el mayor hallazgo de nuestra expedición Era lo prueba de que ciertos ani– males superiores podían vivir a profundidades de más de 10 000 metros ¿No era lógico que estuviéramos ton alborozados? Y nuestra alegría se convirtió en verdadero entusiasmo cuando, de la arcilla grisácea que contenía arenilla y guijarros, extrajimos 2;; ané– monas de mar, unos 75 pepinos de mor, 5 bivalvos, un crustáceo anfípodo y un anélido Nadie esperaba tal variedad de habitantes eh los profundidades

Era evidente que habíamos tocado fondo y, por fortuna, teníamos lo prueba de que éste se hallaba entre 1 O 150 y 10 190 metros Habíamos navegado ajustándonos al perfil del fondo que habíamos trazado laboriosamente días antes mediante sondeos acústicos El mar estaba en calma, el viento había soplado sua– vemente del norte, es decir, que las circunstancias ha– bían sido sumamente favorables La larga noche de espera quedaba olvidada A ese primer éxito segui– rion otros

y así fue, en efecto, pues repetimos la operación en Jos fosas de la Sonda, Banda, Nueva Bretaña y Kermadec, todos ellas de más de 7 00 metros de pro– fundidad

En la Fosa de Filipinas habíamos encontrado una comunidad de pequeños animales de ocho especies di– ferentes, que representaban todos los grdndes grupos de invertebrados pólipos, gusanos, moluscos y crus– táceos Además, nuestro bacteriólogo consiguió cul– tivar bacterias aisladas de los sedimentos Las estu– dió duronte años, manteniéndolas en vida o la misma temperatura (aproximadamente de 2,5°C) y lo misma presión (unas 1 000 atmósferas) que en el fondo. Y, lo que es más importante, descubrió que sólo se desa– rrollan a esa elevada presión Acabábamos de des– cubrir un conjunto de organismos adoptados a un mundo muy especial el de la vida bajo elevadas pre· sianes

Esas profundidades, que se han designado con el nombre técnico de zona "hadar", corresponden a las hendiduras de los taludes continentales oceánicos (zona batia>, y a las profundidades oceánicos entre 2000 y 6 000 metros (zona abisal). Como es lógico, la presión también actúa en profundidades de mEm'os de 6000 metros, y diversos ejemplos de distribución de la fauna indican que la zona abisal puede subdivi– dirse en una zona superior y otro inferior

El conocimiento de la fauna de la zona "hada!"

es muy importonte para el problema de lo evolución de las especies Toda ella procede de especies abi– sales que se han ido adoptando a una presión enorme Pero cuando una especie, durante un período de cen– tenares de millares o millones de años, ha descendido al fondo de ia foso, no puede desplazarse fácilmente a otra Es de.cir, que su destina está estrechamente ligado al de la foso mismo Por ese motivo, un estu– dio comparado de la zona "hadal" y de sus orgonis-

14

Page 20 - RC_1967_04_N79

This is a SEO version of RC_1967_04_N79. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »