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Recomendaciones. Programa General

señores, debe cesar, si en verdad nos preciamos' de ser un pueblo civilizado

Alguien con ojo satiricón ha encontrado seme– janzas entre el Presupuesto Nacional y el palo del gallinero los de arriba no pierden ocasión de zurrarse en los de abajo, y éstos tampoco duermen sacudiendo el polo para que los otros caigan y subirse a hacer lo

mismo, sin ponerse a meditar que en último instancia

el depositario de semejante inmundicia y porquería es el cuerpo sagrado de la Patrio; y _ Quinta Honduras, país pobre y débil, -'sub-desarrollado, para usar un término de actualidad-, no puede hacerse sentir en la bolsa de valores ni por el brillo del oro ni la fuerza de las armas Tiene en– tonces que seguir el ejemplo de Suiza, Uruguay, Costa Rico y otros Estados pequeños, que se han ganado el respeto de la comunidad internacional por medio de lo cultura Para ello es menester un equipo humano

capaz, solvente, e iluminado de un evangelio superior

vorecido recibe no guardan relación con los servicios de que el Estado se priva, y segundo, porque la diplo– macia tiende a ser una disciplina cada vez más espe– cializada, y excluyente, por lo tanto¡ de toda otra actividad

No está de más recordar que cualquiera carrera estudiantil conlleva riesgos y pruebas que a veces no resultan compatibles con el carácter eminentemente serió del agente diplomático, en quien, una nota de aplazado, por ejemplo, podría tener repercusiones le– sivas Pero si por alguna razón es inevitable la prác– tico de camuflar becas a la sombra de los arreos di– plomáticos, ojalá que ella sólo abarque a funcionarios de menor jerarquía y en ningún cqso a los jefes de misión, pues se supone que los Embajadores, Ministros Plenipotenciarios y Encargados de Negocios ad-hoc

son gente ya formada que, por su rango y funciones, no pueden compartir la aventura de los bancos esco– lares.

Sobre eS,te particular sería más efectiva la acción de una Oficina de Becas dependiente del gobiel no y financiada mediante subvenciones y subsidios oficia– les, más el aporte de instituciones internacionales y el caudal de bolsas que año con año nos ofrecen los paí-De lo dicho anteriormente se desprende que es ses amigos Así podría establecerse uno escala de imperativo emitir, o la mayor brevedad posible, una las mismos, atribuyéndoles cantidades grandes o pe– nuevo legislación sobre el Servicio Exterior, así como queñas según el nivel de vida de cada lugar, la natu– reforzar el presupuesto en el Ramo de Relaciones, es- raleza de los estudios, y, desde luego, el grado de tablecer el sistema de méritos para seleccionar el rendimiento de cada quien. En vez de nombramien– personal de nuestras misiones en el extranjero, fundar tos diplomáticos podrían otorgarse becas privilegiadas centros de capacitación y dictar cursoS de apiestra- _",_'cóngruas. digamos, como en Derecho Civil-, con miento encaminados a, preparar funcionarios y em- las cuales eJ estudiante podría cubrir sus exigencias pleados para que llenen Su cemetido con efídéhéia y en planos de desahogo. '

résponsabilidad, "y volviendo al problema de completar las misio-Pero hay Consideraciones que es necesario expo- nes al máximo posible, bueno es recordar la utilidad ner, como programa general, verbigracia 16 evidente de ciertos-empleados auxiliares como conserjes u or– necesidad de integrar nuestras misiones ton el máxi- denanzas" choferes, jardineros y perteros, los cuales mo posible de su personal, pues actualmente exísÍlln en algunas embajadas y legaciones de otr"s países embojadas y legaciones que carecen hasta de Sedéta· liegan al'número de cinco O más. Nosotros no pedi– 'io; y si esta plaza no figura en el Presupuesto Nacio- mos tanto con unO de cada especie bastaría, porque nal, menos podríamos contar ton las de Consejos y no es lo mejor que el jefe de misión o su señora ten– Agregedos, cuyos nombramientos suelen hecersé en gan que manejar el automóvil, abrir la puerta a con– corócter ad-honores, lo que en algunos lugares sólo testar el teléfono.

acarrea contratiempo y dificultades, pues no todos los Ot, o aspecto saludable sería el promover una gobiernos los 1 eciben con agrado, mós bien, la tenden- política de empleo al máximo para hondureños en cia a suprimir al diplomótico honorario va tomando organismos internacionales, óngulo éste que no puede auge en la opinión internacional hallarse mós descuidado, ya que los compatriotas que Importante en el funcionamiento de toda misión allí ocupan cargos técnicos se cuentan con los dedos es el papel de Consejeros y Agregados, que pueden de lo mano, pese 01 hecho de que nuestro Erorio con– ser culturales, militares, comercio les, laborales, tribuye di sostenimiento de tales entidades Y el fe– aéreos, novales, etcétera, etcétera. Pero para que nómeno se explica no por falta de capacidad en los

cumplan C1 conciencia sus respectivos encargos es pre- candidatos sino por negligencia de nuestras autorida– cisc dotarlos de asignaciones suficientes, exigiéndoles, des, y, en alguna ocasión, por obra del sectarismo

en cambio, dedicación exclusiva, pues es frecuente el político Lo que ha ocurrido casi siempre es que al raso de que, bajo el disfraz de toles nombramientos, presentarse los chances, no se les da la suficiente pu– lo que en verdad se concede son becas para diversos blicidad, y mós de alguna vez ha sucedido que, al cla– estudios, con la menguo consiguiente en el buen fun- sificor un conterráneo, no haya podido obtener la cionamiento de las oficinas y la secuela de malenten- venia del Gobierno por na comulgar con la ideología didos que tal situación engendla. oficial Mientras tanto, otros pueblos más despiertos, La política de aprovechar los puestos diplomóti- prácticamente saturan el mercado de técnicos que a cos y consulares pdro efectuar estudies universitarios veces són inferiores a los nuestros, pero que, por su o de cuolquiera otro índole es, a nuestrÓ entender, influenCia y contactos, acaparan las casillas que le9í– inadecuodo, priMero porque los beneficiÓs que el fa" timamente le corresponden a Honduras.

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