Page 24 - RC_1967_02_N77

This is a SEO version of RC_1967_02_N77. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

lerado y la interacción de puebla a puebla se va tor– nando mós compleja, exigiendo por lo tanto mayor prepalOción en el personal encargado de la gestión representativo

Ante eSa realidad buen número de Eslados ton– to del Viejo cama ·del Nuevo Mundo, han fundado sus propios Escuelas de Diplomacia con miras a capacitar práctica, técnica y éticamente a quienes hon de IIevor

al extranjero lo enseña nacional en misión de acerCo· n"liento, de comercio o de buena voluntad

En lo que o América hoce relación, es digno de aplauso por su eficiencia el Instituto de Diplomacia "Río Bronco", que funciona en el Palacio de ltama– raty, como'una dependencia del Ministerio de Relacio–

nes Exterjorss, en Río de Janeiro, Brasil Esto, sin

desconocer, desde luego, las conquistas de otros paí– ses hermanos como Chile, México, Argentina, Colom– bia, Estados Unidos y Uruguay, donde el Servicio ExtelÍor ha logrado consolidar una tradición de efi– ciencia y seriedad

En buena parte de la comunidad internacional lo diplomacia constituye hoy una carrera amparada y regulada por la ley, al margén de toda consideración

sectaria Y entre más civilizado es el ambiente, ma– yor respeto se le tiene a la institución

En los tiempos que corremos, los países de lo ECLlmene, interesados en promover contactos de amis– tad efectiva, escogen lo mejor de su material humano pma el desempeño de tan delicadas funciones En consecuencia, el Agente Diplomótico o Con– sular debe reunir cierto número de condiciones,

--naturales unas, adquiridas otras, pero todas suscep–

tibles de perfeccíonarse con la experiencia-, para lle_ nar un cometido complejo que cubte desde el Simple fomento de la cordialidad fraternal hasta la defensa de los intereses, puntos de vista e ideales del pueblo y del Gobierno que representa

Cuando la selección de tales funcionarios se rea– liza par el sistema de mérito y no de compadrazgo o favoritismo, da fructuos.os resultados

Siendo, pues, lo correro diplomótico un ejercicio

profesional, de noble alcurnia por cierta, conlleva el cumplimiento de uno ética, semejante o la del médico, del abogado y de cualquier otro ministro depositario de secretos, ya que tanto el pais acreditante como el acreditaria, confiando en la discreción y tacto del di– plamótico, le abren puertas que están vedadas a la generalidad, a fin de facilitarle el exitoso desanollo de su gestión

En tal forma respetados son los secretas que ma– neja una Cancillería, que aun en las interpelaciones parlamentarías se exime de la obligación de cancur! ir

al tiiufar de Relaciones, si éste juzga necesario la re–

serva

El secreto profesional lo acompaña a uno de por vido, lo que quiel e decir que no podemos revelado ni aun estando fuera de servicio El Diplomático puede

in{('fn1ar o su Gobierno lo que estime pertinente del pnís donde ejerce sus funciones, pero en ningún caso puede hacer divulgaciones públicas sin previa autari–

zGción de su Cancillería

Como nll.~stro r~cado cotidiano es fa improvisa– ción y los en ores cometidos por la diplomacia handu-

reña son resultantes na tanto de la mqla fe sino de Iq falta de preparación, es hora de que pensemos en que hay ciertas áreas donde no se debe improvisa·" la diplomacia es una de ellas

De un modo general, las fallas de nuestro Servicio Exterior podrían superarse por los medios siguientes o) Estructuración de una conciencio general so–

sobre la importancia del Servicio ExteriOJ,

b) Establecimiento de la Carrero Diplamótica o tono can las exigencias de la vida actual,

d Selección del personal par el sistema de mé– rito, eliminando el compadrazgo y el interés político,

d) Mejoramiento del Presupuesto en el Ramo de Relaciones Exteriores, y

e) Fundación de un instituto, escuela o centlO de capacitación para el personal destinado al Servicio Exterior

De estes aspapectos trataremos en capítulos sub– siguientes

El Servicio Exterior.

Conciencia de Su Importancia

En el concepto del hombre-masa, los diplomáticas son algo así coma vagabundas bien pagados Y na– da más injusto, porque ni son vagabundos ni estón bien remunerados

La verdad es muy otra, pues siempre ha habido y habrá funcionarias responsables, y el aparecimiento en escena de uno que otro sicofanta, en modo alguno da base poro tan despiadada generalización

Corolario del anterior criterio, es la idea de que en nada le aprovecha a la nación el dotar a las Misio' .nes de emofumentos decorosos, de personar eficiente, de locales elegantes, de vehículo y demós comodida– des, porque para vivir haciendo nada basta con las

pi ecOl ia5 sumos que se les tiene asignadas

A mayor abundamiento, los enemigos del Servi– cio Exterior arguyen, con aplomo digno de mejor cau:'

s.a, que "el hábito no hace al monje", y que ese monto de divisas que mensualmente emigran del país podría tobustecer otros rubros del Presupuesto Nacional paro saiisfacer ingentes necesidades de salubridad, educa– ción o carreteras

Quienes conocen la realidad, no pueden negar que el trabajo de las misiones diplamóticas es arduo y delicada, especialmente en las Estadas rectores de la politica mundial, y en los países limít rofes, pues a diario se confrontan los mós diversos problemas emi– grados políticas, repatriación de hondureñas en des– gracia, documentación de otros, gestiones de trabajo, asilo político, en fin, sin dejar de lado, por supuesto, los fllnciones que normalmente ¡es fijan la ley del Ramo o la Superioridad

y aun admitiendo, sin concederlo, que el trabajo fuet a poco, debemos recordar que para todo funcio–

nCII io consciente y patriota siempre hay algo por hacer, pues la diplomacia no es, para quien la ejerce, sólo

el m.edio de ganarse la vida sino biga más es una causa, una alta causa ehcaminada a mantener viva lo llnma de la amistad entre los pueblos al amparo del Derecho

is

Page 24 - RC_1967_02_N77

This is a SEO version of RC_1967_02_N77. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »