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ellos" (who belongsl conoce por relaciones de familia CI

todos aquellos que podrán ayudarlo; el modo de vivir

y los gustos de éstos son los suyos propios Uno en– cvesto ¡ealizada en 1950 mostró que sobre ocho mil di–

rigentes de los grandes negodos, un 23 % deblon su

posición a amistades de familia y un 48 % no procedían

del mundo de los negocios, pero sus padres habían ejelcido plofesiones libelales (1); el 10% eran hijos de

obrelos o de agricultores De modo que si el nacimien– to ploporciona ventCljos y I elaciones, lo cual vale paro

cualquier sociedad, queda siempre un mal gen de espe– ranza Como decía en 1935 Franklin Roosevelt, uThe

freedom and opportunity that have characterized Ame~

rieo's development in the post can be maintained, if

freedom and opportunity do not mean a licence to c1umb upwurds by pushing other people down." (Podrán mantenelse la libertad y las oportunidades que en el pasado calacteriZOIon el desarrollo de los Estados Uni·

dos si libel tod y 0pOItunidad no significan licencia pa–

ra enCOlOmorse empujando a los ohos hacia abojo) ¿Y cuál es el margen de esperanza para los neo glos? Durante largo tiempo fue nulo, y aún es muy est, echo; pero va ampliándose En algunos estados del SUI¡ los prejuicios IClciales siguen determinado increíbles actos de violencia Los disturbios recientes producidos en Alobama y Mississipi chocOlon vivamente a la con– ciencía univelsal En el lesto del país la situación es mejor y el presidente Kennedy pudo designar a negros en altos cargos La Asociación para la Protección de las Gentes de Color, organismo poderoso y administra– do con sabia moderación, declara su confianza en el futuro Constituye, y cada vez en maYOl medido, uno de los grupos de presión más influyentes Yo se con· quistó mucho tel reno En el Norte, la influencia de los neglos es glande y los partidos plocuran su apoyo Constituye un hecho impoltante el que la Corte Supre· ma haya reconocido que la segregación es contlaria a la Constitución, aun cuando las decisiones del gobierno fedelal no tengan efecto en Alabama El prestigio que cobran en las Naciones Unidas las nuevas repúblicas negras ejelcerá una influencia favorable a los norte– americanos negros Los senadores que visitOlon Africa

y Asia tuvieron ocasión de comprobar que el racismo del Sur perjudicaba peligrosamente la política exterior de los Estados Unidos Todas estas influencias produ– cirón lentamente efectos irreversibles Dentro de treinta o cincuenta años la igualdad racial será total Se obje– tará que tleinta o cincuenta años es mucho tiempo, pe– ro ello es que se trata de superar prejuicios muy viejos Es menester que desaparezca una generación y que Otl a ocupe la escena Sin embOlgo¡ el progreso será conti– nuo porque él está en la naturaleza de las cosas.

Educación. Dificultad de toda Reforma de la Enseñanza. Falta de Unidad. Investigación

Científica

Como la plosperidad de todos no es yo en los Es– tados Unidos un problema insoluble (lo que no quiere decir que esté resueltoj, las dos graves cuestiones que se le plantean al país son la seguridad Ipolítico exte. rior, defensa) y la enseñanza Por lo demás¡ están enla– zadas En el mundo moderno la seguridad depende

1) Max Lel'ner.

de cieltas técnicas científicas ImpoJta saber si los Esta– dos Unidos pueden producil un número suficien1e de fí·

sicos, químicos y biólogos y si se enseña allí de mane– ra eficaz la investigación científica

Yo hemos señalado hasto qué punto, por folta de centralización de la enseñanza, es difícil toda refolmo edvcacional en la Unión Asombra al viajelo europeo la multiplicación rápida de universidades y colegios, su comodidad, la intensidad de su vida social El 38 % de los jóvenes de ambos sexos inglesan en estab)ecimien~

tos de enseñanza superiol y permanecen allí hasta los veinte o veintidós oños, plOporci6n mucho mayor que en Europa Ello se debe al amor por la igualdad Itodo ciudadano tiene derecho el recibil toda la educación po– siblel yola abundancia de la mano de obra que lleva a los sindicatos a desear que Jos jóvenes no compitan en el melcado del trabajo

Los norteamericanos se interrogan con inquietud acerca de la calidad de esta enseñanza Los críticos pe– simistas afirman que el joven norteamericano tiene dos años de letiaso respecto del europeo¡ que en un mundo en el que el conocimiento de las otlas naciones se tOlna indispensable, no sabe bien historia ni idiomas extian– jeros¡ y, en fin, que las universidades no fOlman bastan– tes ingenielos ni bastantes médicos Los obselvadoJes optimistas lesponden que las mejores universidades nOI– teamel icanas valen tanto como las más ilustres univel– sidades eUlopeas y que es absurdo comparar las univer~

sidodes destinadas a las masas con Jas destinadas a glUpos escogidos y poco numerosos de estudicmtes eUlo– peos

"Lo que en1\e nosotlos cOlrespcnde a la Sorbona", dice el norteomericano optimista, "son nuestras Grclduate 5e11001s, donde el estudiante, después de egresar de la universidad, cUlsa estudios supel iores; o bien nuestras instituciones especializadas: M I T, Cal. 1ech En la univelsidad de masas no procuramos fOlmar sabios ni elUditos sino ciudadanos Nuestros jóvenes aplenden allí d vjvil en común" A esto replica el nOI teClmel icono pesimista: "Lo aprendelÍan igualmente siguiendo progla– mas mejol concebidos Nuestro el ror consiste en CI eOl cafeterías intelectuales donde el estudiante elige su menú y tiene el derecho, si así se le ocurre, de preparar una li_ cenciatura en televisión, un bachillerato en administra– ción industlial (Business management) o un doctolodo en real esta te (compra y venta de telfenos)"

El viajero eUlopeo pregunta entonces: "Pela ¿por qué el gobierno de Washington no impone la unidad ele los programas?" Se le I esponde que lo único que Washington tiene que hacer en materia de educación son las estadísticas; que las escuelas dependen de los Estados; que algunas univelsidades son privadas, otras religiosas y otlas universidades de Missouri, de Texas, de California, pero que ninguna de ellas es nacional "SelÍa imposible", se le dice, "desonaigar una hadi– ción tan antigua Y pOI lo demás, ¿sería esto deseable? Las necesidades de Mississipi no son las de Minnesota Nuestlas universidades privadas plestan glandes servi– dos debido a su independencia de espÍl ¡tu Son la con– ciencia de la nación porquo no dependen del gobierno El presidente de Harvard es en los Estados Unidos lo que el arzobispo de CanterbulY es en Inglaterra ¿Con– sidera usted que nuestras universidades tienen valor de– sigual? Sin duda, pero también los estudiantes son desiguales Nos resultan necesarias, junto a universi– dades brillantes para estudiantes brillantes, universida-

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