This is a SEO version of RC_1967_02_N77. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »1(1 mayol io de nasotlos, quizá nunca tengamos la OpOI– tunidad ni el atrevimiento de ci/cuIO!; descendió a las profundidades de las excavaciones minelos, pozos a los cuales, yo pOI lo menos, no tengo intenciones de des– cendel Leonardo Lacayo Ocampo, corresponsal de Iel
UPI lo llamó pOI eso "El Embajador Descalzo" Yo le IIeuna ría, más bien, Embajadol de a Pie, porque 10 que no podío recorrer en automóvil o canoa lo visitaba a CClbt1llo o a pie Recuerdo una occIsión en una aldea de RivCls a la cual llegué ¡unto con él, en que uno de los dirigentcs campesinos de cabeza cana le dijo con– fianzudamente: "Tu etes Blown"', confirmondo esto onécdota cuan quelida y familiar es su figuro a nuesfla pueblo
Cuando él vino a Nicoragua las telaciones de la Embajada con la Univelsiddd Nacional eran pobles GlOcios Cl su tacto, o su buena voluntad y a su delicade– za, pOI un lado, a una disciplina académica ascenden~
te y a la ecuanimidad de los univetsitarios nicalOgüen– ses pOI otlO, estas relaciones ahOla son excelentes POI ejemplo: actualmente el Secretar io General de la Univel· s¡dcld se encuenfla en los Estados Unidos en un Semi– nario de asuntos administrativos universitOl ios, invitado pOI el Secretario de Estado En Nicaragua, con fle– cuencia. se espelCl todo del Embajador amel icano en política nacional. Natulolmente, nadie puede compla– cel a todo· mundo El Embajador Brown, sinembargo, logró juntal en sus Iccepciones a elementos lepresenta– fivos y dirigentes de todos los sectoles políticos como insinuóndolos, -interpl eto yo-, la obligación de tales elementos antagónicos de prOCUl ar comprenderse y en– tendetse, antes de que enemigos comunes acaben con ellos mismos El hecho de que hoy se encuentren, en este hQme'laie, pelsonalidades de difelentes sectores indi· ca qu el esfuelzo de Blown de plocurar juntarnos no ho sido inflUctuoso Al menos los que hemos tCllido la rHcha de sel sus amigos, -haciendo honol al le– cucldo del amigo común-, sablemos dialogOl, en vez de de¡amos lIevOt a la violencia pOI el desacuerdo En la Organización de la Comisión Nacional de la Alianza pClla el Progleso él ha sido elemento pdncipal: brozo
{I bIOZO, hombro con homblo, siempre nos ha acompañado en nuestras luchas, y con su ilustre pre– sencia ha dado más lealce a nuestlas actividades. Alguien ha dicho que lo más valioso que un hom· b, e puede dal, es su tiempo, el Embajador Brown no ha regateado el suyo para nosotros Se ha brindado por completo aún a riesgo de su salud Mientras nos– ofloS nos hemos turnado en los distintos eventos, él ha estado en todos.
Debo recordar que la Carta de Punta del Este, pOi a lesumil, tiene por obieto blindar una vida mejor a to– dos los habitantes del Continente Alguien ha dicho que, la Alianza pOlO el Progleso es una aspiración co– lectiva de hacel algo por el homble común Yo diría, mós bien, que es una obligación colectiva de hacer algo por el hombre común la obligación pi incipal de los miembros de nuestra organización es conocer los pro~
blemas que estorban nuestro desarrollo El simple hecho <;le conocerlos ya implica una buena postura In· c,lina a una nueva actitud Por ejemplo, el Plesidente del Comité IntelOmericano de la Alianza para el PIO gteso, ,ol diligilse en Buenos Aires al Consejo Intel–
a~nelicano Económico y Social, señaló el hecho de que, paro fines de este siglo, la población de Amélica La– fin9 lIeg<;:lIá a los seiscientos millones de habitantes, de
6
los cuales cien millones serán ntllos en edad escolol qye requerirán mós o menos dos millones de maestros, con un costo aproximado en salarios de 400000000
de dólares por año
La magnitud del ploglOma tiende a duplicar el cre~
cimiento económico V reducir a la mitad lo expansián
dcmográfica~ los gobiernos de América Latina han contribuido con 91,000000000 noventa y un mil mi· Ilones de dólares, cifra que ¡epi esenta casi el doble de lo que gastClron los Estados Unidos en la primera guel ra mundial; y los Estados Unidos han contt i~
buído can ó 500 000 000 seis mil quinientos millo· nes de dólOles Esto demuestla la mullilateralidad de la Alianza para el Plogreso En 1945, en la Confelen· cia de Chapultepec, los diligentes políticos y económi· cos de Amélica creyelon que bastaba el desOl rollo eco~
nómico, a tlavés de la cmpfesa privado, para traer co~
mo consecuencia simultáneo, el bienestur social Según una dedal ación del señOI Hubel t Humpry, actual Vice– pI esidente de los Estados Unidos, entonces senador y desde entonces, amigo de la Amél ica Latina, la ayuda de los Estados Unidos, de 1945 a 19óO, representó me· nos del 3 % de la ayudo externa brindada por los Es· tados Unidos Según el señor Carlos Sanz de Santama–
I ia los Estados Unidos suministraron, durante la época del Plan Marshall, el 2 % de su producto nacional a los paises europeos, y sugiere usar el peso político del con– tinente para que se cumpla el propósito de las Nacio· nes Unidas, de destinat pOla los países en desarrollo el 1 % de que el esfuerzo que se lequiere en cada país porcJ el cumplimiento de sus plogramas sociales estó más allá de la capacidad económico de cado nClción, aún movilizando al máximo los teCUlSOS internos
Hoy una tendencia, genelalizada entre nosoftos, Cl
soble-estimar los llamados leCUISOS natulClles no explo. todos Entre el frópico de Cáncel y el de Capl icornio, más o menos las latitudes de la Habana, en el Norte y San Pablo en el SUI, existen zonClS verdes donde llue– ve todo el año, lo que impide el desarrollo de la agl i· CUItUrcl Nuestla costo Atlántica, pOI ejemplo, no es fácil de penetral; existen zonas secas, como en Ecuador
y Perú, donde 110 llueve nunca Cito s610 este e¡emplo para señalar que mientras los Estados Unidos gastan billones en investigaciones científicas para aumentm la pi oductividad de la agricultura, en la América Latina no se gasta nodo y se confía en lo supuesta fertilidad de tierras inhóspitas pOI lo cual ha disminuído la plO· duccián agrícola Hay que cuadruplicOl las tasas de aumento de las disponibilidades de alimentos; de lo contrar:io, hablÓ hambre en los países tropicales, en
1970 Es bueno reco~dar que existe en todos los países de Amé~ica latina una falta financiera pafCI la rcalizo· ción de la Reforma Agraria
La ,$egunda Reunión de Plesidentes de América que tendlá lugar en estos días en Punta del Este, es conse~
cuencia de la mClgnitud de este ploblemo, bien cono– cido por los experlos del CIAP Esta segunda reunión de Presidentes en mi ópinión indiCa que nuestras ofici· nas de plcmificación han aplovechado el tiempo en los seis años de la Alianza en los cuales se han realizado muchas buenas oblasi pero, sobl e todo, se ha llegado C11 diagnóstico de la dimensión, casi infinita, de los oro– blemas de América Empieza una nueva etapa si~ li– mitación de tiernpo pClla la AlionzCl
This is a SEO version of RC_1967_02_N77. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »